“Trato de enseñar a los chicos la importancia de respetar el cuerpo y el deseo de las chicas”
Carmen Ruiz Repullo es profesora de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide e investigadora y formadora en materia de coeducación y prevención de la violencia de género y violencia sexual en adolescentes y jóvenes para distintos organismos públicos: Ministerio de Educación, Consejería de Educación, IAM…
¿Qué desgrana en su conferencia ‘Nuestros cuerpos, nuestros deseos?
Básicamente la finalidad de la formación es poner encima de la mesa los derechos de las mujeres, la importancia de empoderarnos a través de la sexualidad, del cuerpo, de lo que deseamos y de lo que nos han impuesto desear. Abordar las formas en las que el sistema patriarcal se apropia de los cuerpos de las mujeres para reapropiarnos nosotras misma de nuestro cuerpo.
¿Qué mensaje desea trasmitir a los jóvenes nazarenos?
El mensaje de la igualdad es el eje transversal de la ponencia. En este sentido, teniendo en cuenta la desigual socialización de género, lo que traen previamente en sus mochilas chicas y chicos. Por tanto, trato de abordar la importancia del empoderamiento de las chicas y de la reapropiación de sus cuerpos y sus deseos, y trato de mostrar a los chicos la importancia de respetar el cuerpo y deseo de las chicas.
¿Qué papel juegan los personajes Pepe y Pepa en la Educación en Igualdad?
Pepa y Pepe reflejan la historia real de muchas chicas que han sufrido violencia de género en sus relaciones afectivas, y la de muchos chicos que la han ejercido. En general, engancha a la adolescencia porque está contada tal cual, con su lenguaje, con sus ejemplos, con sus realidades, por tanto, no la ven lejana a lo que encuentran o a lo que les puede estar ocurriendo.
¿Qué es la escalera de la violencia de género?
La escalera de la violencia de género en adolescentes refleja el proceso que las chicas sufren y los chicos ejercen dentro de una relación de pareja, noviazgo, rollo, etc. Mecanismos como el control, el aislamiento, el chantaje emocional, la culpa, la humillación, la intimidación… son algunos ejemplos de estas estrategias de violencia de género que estamos percibiendo en la población más joven.
¿Qué medidas pueden adoptar familias y profesorado para educar en igualdad?
En las familias debemos formarnos para saber cómo educamos y si la educación que realizamos reproduce o no sexismo. Una vez nos hemos analizado, la siguiente estrategia es educar en igualdad a chicas y chicos, desde el nacimiento, utilizando todas las herramientas.
En relación al profesorado, hablamos de lo mismo. La escuela debe revisar cómo educa en el sexismo y el androcentrismo, para poder modificarlo. Si no vemos desigualdad, no la vamos a modificar. Y a este respecto, es fundamental la formación de las familias y del profesorado como un proceso que nos capacite para educar en y para la igualdad.
Igualdad desde el origen
“Educar en igualdad desde el origen es la solución más factible, la más inmediata, pero no es la única. La educación formal no resuelve por si misma todo el machismo que impregna en la sociedad. A esta labor se deben incorporar las distintas instituciones, la ciudadanía al completo. Poner el foco únicamente sobre el sistema educativo, es liberar de esta responsabilidad al resto de la sociedad. Los datos nos muestran que cada vez se denuncia más a edades muy tempranas. Sin embargo, no sabemos si se debe a un aumento de la violencia machista o a una mayor conciencia social”.