“Los actores somos artesanos de la emoción y se nota cuando se llega al espectador”
Más de medio centenar de años lleva subido a un escenario siendo actor. Alvaro de Luna ha interpretado papeles muy conocidos en el cine y la televisión y mañana llega al Teatro Municipal Juan Rodríguez Romero para dar vida a Nino en la obra ‘La hija de la novia’ junto a un gran elenco.
¿Cómo es su personaje en la obra?
Represento a Nino, una persona totalmente enamorada de su mujer, que padece Alzheimer. Él se despreocupa de todos los problemas y se centra en ella. Hace un canto al amor en cada momento e intenta ser lo más feliz posible cada día, sin la nostalgia del pasado, ni pensar cómo eran sino viviendo el presente.
Más que hablarme de su personaje… ¡lo está viviendo!
Tengo más de 80 años y empecé muy joven. Cuando conocí a Fernán Gómez me dijo que esta profesión se puede ejercer bien, mal o regular pero lo que no se puede es ejercer sin pasión. Son lecciones que me daba este gran maestro y que son ciertas.
¿Quiénes son sus compañeros sobre el escenario?
Rafael – Juanjo Artero- es el hijo, preocupado por cuestiones económicas y su esposa, Nati – Dorleta Urretabizkaia-, mi nuera, con la que comparte esos problemas. Pueden ser el contrapunto mío y de mi pareja. Está también Juan Carlos – Mikel Laskurain- que yo diría que es un actor-manantial porque inventa de todo para romper situaciones dramáticas y difíciles emocionalmente hablando; él pone la nota cómica. Y Norma -Tina Sáinz-, qué decir de ella. Son todos unos actores magníficos.
La obra, entonces, es una tragicomedia, ¿verdad?
Digamos que sí pero no es dramática. Sí que todo el mundo se ve, en parte, reflejado porque quién no conoce a alguien con esta enfermedad. Es muy duro pero hay que saber cómo tratar a estos pacientes. Está demostrado que no pueden expresar sus sentimientos pero sienten. Por eso es necesaria la ternura, la sensibilidad, el aprecio,… Todo eso se refleja en la obra aunque no es un texto con moraleja.
¿Es la primera vez que pisa el escenario de la localidad?
Este Teatro sí y estoy deseando hacerlo. Me hace mucha ilusión porque el público andaluz exterioriza sus sentimientos y eso para los actores es muy importante. Si tienen que aplaudir, aplauden y si tienen que patear, patean; es un público sin complejos, dispuesto a reír o llorar. Para nosotros es fundamental porque somos artesanos de la emoción y se nota cuando con la interpretación se llega al espectador, es algo especial.
Llevan casi dos años con la obra en cartel y con gran éxito.
La verdad que sí. Ha habido ciudades que hemos repetido y también los críticos nos han tratado muy bien. Nosotros hemos formado un buen equipo y antes de salir a escena, tenemos un ritual en el que nos abrazamos y vamos a por ello: a poder trasladar el texto escrito y los sentimientos…
Grandes interpretaciones
Dada la pasión con la que habla de su personaje en ‘La hija de la novia’, preguntamos a Álvaro de Luna por cuál o cuáles han sido los papeles que más han marcado su vida y responde: “a lo largo de todos estos años han sido muchos. No puedo dejar de citar a Batiste, de La Barraca o al Algarrobo, de Curro Jiménez. Pero recuerdo especialmente mi papel en ‘Don Yllán, el mágico de Toledo’, de Alfonso Ungría, porque me vino por casualidad y fue una película muy reconocida, aquí y en Italia. Tenía entonces unos 30 años y me ayudó bastante en mi carrera”.