1970
El jefe de la Polícía Local desde 1944 nos confiesa en esta entrevista algunas de sus precupaciones
El Jefe de la Policía Municipal de Dos Hermanas, Antonio Alcántara Rubio, nos recibe en su despacho. Todos los alcaldes desde hace 26 años han confiado en él como máximo responsable de la policía. El respeto que se le profesa se lo ganó en la guerra, donde actuó en diversos frentes con la División General de Asensio. Fue condecorado con la Medalla del 18 de julio y tomó posesión de esta jefatura el 14 de febrero de 1944.
Alcántara no se anda con rodeos para confesarnos, en esta entrevista, su principal preocupación: falta personal. Solo dispone de tres cabos y 24 policías, demasiado pocos para una población tan amplia como Dos Hermanas, que en estos principios de 1970 está a punto de alcanzar los 40.000 habitantes. “Ya lo he hablado con el alcalde, y es necesario un aumento de plantilla, casi duplicarla”, nos comenta.
Distribuidos en tres turnos de ocho horas (cada uno de ellos a cargo de un cabo), los agentes no dan abasto con sus obligaciones, sobre todo para atender su gran problema: el tráfico. “Es agobiante. Los numerosos pasos a nivel, el aumento del parque de coches y la estructura del núcleo urbano forman un caos todos los días, formando grandes embudos en zonas como El Arenal”. Espera, para paliar en parte estos inconvenientes, que lleguen pronto las dos motocicletas adquiridas por el Ayuntamiento.
Cambio de uniformes
Hay más puntos en su lista de sugerencias. Considera necesario un cambio en los uniformes. “Opino que se debe uniformar a la Policía Municipal con carácter nacional; tanto, que un funcionario urbano pueda ser visto en cualquier lugar de España e identificarlo como tal, por la simple contemplación de su atuendo”. También aboga por más reuniones periódicas con otros cuerpos policiales y por la educación vial de los niños. “Los parques infantiles de tráfico son tan necesarios que debieran ser implantados en cada pueblo”.
El alcalde, preocupado por la falta de escuelas y de viviendas
El alcalde, Antonio Muñoz Rivero (a quien vemos aquí presidiendo un pleno en el Ayuntamiento) continúa en su empeño de dotar a la ciudad de más infraestructuras. Una de sus obsesiones es paliar el déficit de viviendas (“Necesitamos unas 3.500”, asegura) y de escuelas: “Hemos construido 52, y siguen siendo pocas. Queremos que el nivel cultural de los vecinos de Dos Hermanas vaya en aumento, y ya está en marcha el proyecto de ampliar el Instituto de Enseñanza Media Virgen de Valme”, declara.
El crecimiento desbordado de Dos Hermanas en la última década obliga al alcalde y su corporación a concentrar esfuerzos en la dotación de agua, alumbrado y pavimentación a las nuevas barriadas. En los últimos meses se ha construido un matadero, se ha adecentado el cementerio y se está a la espera de disponer de suelo para el futuro polígono industrial aceitunero.