“A medida que voy trabajando y rizando la palma decido el diseño que va a llevar ”
Antonio Lozano goza de una habilidad particular: sabe rizar las palmas características del Domingo de Ramos. Antonio Lozano lleva muchos años dedicando parte de su tiempo a esta tarea. Cofrade y artesano son dos de los calificativos con los que se le puede definir vistos sus trabajos propios del inicio de la Semana Santa.
¿Cómo se le ocurre la idea de rizar palmas?
Hace mucho tiempo. Tendría yo 14 ó 15 años, por entonces vivía en mi pueblo, Espera, y una vecina me dijo que hiciera una palma para la imagen de San Juan, que estrenaba túnica y querían que estrenase palma. Me puse y la hice.
¿Y desde entonces no ha parado de hacerlas?
No. Hice esa y no volví a hacer otra hasta pasados bastantes años. Ya vivía en Dos Hermanas, donde llevo ya 43 años, y trabajando en Cerámicas Bellavista conocí a Antonio Berbe; nos hicimos muy amigos. A mí me gustaba la Semana Santa y con él empecé a acercarme a este mundillo y a ser costalero; me he llevado muchos años bajo las trabajaderas de la Borriquita y Gran Poder – era conocido como ‘Fonta’- porque he sido fontanero durante gran parte de mi vida profesional. Lo dejé cuando cedí el testigo a mi hijo Miguel y estuve con él algunos años bajo el paso. En una ocasión, vi las palmas de la Borriquita y quise probar a ver si conseguía hacerlas y he estado más de 30 años rizándo las de esta Cofradía.
¿De dónde le viene la inspiración para hacer el diseño?
De mi imaginación. A medida que voy trabajando y rizando la palma decido el diseño que va a llevar. Por eso son exclusivas. Tengo hechos más de 40 modelos.
¿Cuánto tiempo tarda en hacer una palma?
En las grandes, las que van en procesiones o balcones, puedo emplear unas siete u ocho horas. También hago de las pequeñas, que se llevan en la solapa el Domingo de Ramos y esas son más fáciles.
Actualmente, ¿para dónde hace palmas?
Llevo haciéndolas mucho tiempo para la Procesión de palmas del Domingo de Ramos de la parroquia de Nuestra Señora del Rocío; el año pasado, el Arzobispo de Sevilla colgó una que le hice yo en el balcón del Palacio Arzobispal durante la Semana Santa. También he hecho para la parroquia de Belén de Tomares y para quien me la pide para balcones y para las solapas. A mi mujer, mis hijos y mis nietas les encanta lucirlas ese primer día de Semana Santa. También he hecho otros diseños con palmas como diademas o adornos para el pelo.
Para usted es una afición, ¿tiene quien le suceda en este arte?
Mi hijo Miguel tiene mucha habilidad haciendo las pequeñas, más que yo diría. Hubo un tiempo que estuvieron en mi casa aprendiendo varias mujeres. Y bueno, mientras pueda yo las seguiré haciendo; me gusta y me siento con mucha satisfacción cada Domingo de Ramos cuando veo mi trabajo.
Artesano de palmas rizadas
A Antonio Lozano lo podemos catalogar como artesano de palmas rizadas, un oficio cofrade que han practicado pocos y que ahora empieza a extenderse. Trabaja este material de forma magistral y consigue hacer pequeñas y grandes obras artísticas que aportan belleza a la Semana Santa. Sus manos y su creatividad son sus principales herramientas de trabajo además de su paciencia ya que la laboriosidad que conlleva rizar una palma es notable. Esperemos que continúe durante mucho tiempo, con su trabajo, ayudando a engrandecer la Semana Santa.
