Desde tan sólo un euro al mes se puede colaborar con «Apadrina a un peludo»
«Apadrina a un peludo» es el lema de la campaña que ha puesto en marcha la Unión Protectora de Animales, Uprodea. El objetivo es conseguir padrinos para los animales que Uprodea tiene en el refugio.
Más de 120 animales a los que hay que sumar los que se encuentran en casas de acogida.
“Seguimos con la búsqueda de ángeles dispuestos a ayudar a nuestros niños”, indican desde Uprodea en referencia a la campaña «Apadrina a un peludo». “No estamos teniendo mucho éxito, pero cómo los comienzos son difíciles, lo entendemos”, explican.
“Se trata de un proyecto lleno de ilusión en el que intentaremos que cada animal del refugio tenga su madrina y/o padrino”, añaden desde la entidad.
Las caras de ‘Apadrina a un peludo’
Tanto en la página web de Uprodea como en sus redes sociales se pueden consultar los casos concretos así como sus historias. Cada semana se van actualizando.
Esta semana los casos publicados en «Apadrina a un peludo» son los de Wallace, Pontos, Habano y Juguete.
Wallace es un cruce de podenco. Tiene diabetes y problemas de hígado. Necesita insulina, tiras de glucosa, latas diabéticas, pienso diabético y hepatosil. Está en una residencia para estar más controlado con un coste de 130 euros al mes. “Lo tiraron desde una moto y él echó a correr tras la moto hasta que unas personas lo pudieron coger. Entró en el refugio en octubre de 2014”, indican.
Pontos tiene leishmania y necesita limpieza de oídos dos veces en semana. Fue rescatado junto con sus tres hermanos de una carretera cuando eran unos cachorros. Él toma alopurinol, impromune, levaduras y vitaminas; y otican para los oídos.
Habano es un galgo con leishmania, grave insuficiencia renal, tensión alta y fuerte artrosis en sus caderas. Actualmente, es el perro del refugio que más medicación necesita. Él necesita una dieta muy estricta de pienso renal y latas renales, además, toma la siguiente medicación: ranitidina, alopurinol, levaduras, vitamina supra rc-5, cibacen, impromune, ircvet, berberis, renal advance, arándano rojo, lactoflora y solidago. “Entró en abril de 2018 y vino lleno de pulgas, garrapatas y muy desnutrido”, comentan desde Uprodea.
Por último, Juguete es “un abuelo cariñoso y agradecido que es un poco trasto, para que negarlo. Tiene artrosis, los años no pasan en vano para nadie y tiene que tomar Cosequín. Una casita dónde estar agustito tampoco le vendría mal”, advierten desde el refugio.
¿En qué consiste el apadrinamiento?
El apadrinamiento es para aquellas personas que desean ayudar pero no tienen la opción de llevarse al animal en acogida o en adopción. De esta forma, cada mes, se aportaría una cantidad económica, una cuota que elige la madrina o padrino en función de sus posibilidades, siendo la colaboración mínima de cinco euros al mes a través del banco o bien desde tan sólo un euro al mes por teaming.
Este dinero será invertido en los gastos de alimentación, veterinario y medicamentos que el animal apadrinado necesite.
“Cualquier donación por pequeña que sea es de gran ayuda”, indican.
Además, desde Uprodea se mantendrá informados a los padrinos de la evolución del animal así como de su día a día enviando fotos suyas. También podrán visitar in situ al animal en el refugio.
“Estamos sobrecargados. Sólo disponemos de recursos propios gracias a las cuotas de nuestros socios. Nos dejan animales en la puerta que necesitan acudir al veterinario y tratamientos. Muchas veces medicamentos muy caros ya que los laboratorios no tienen en cuenta si son animales desfavorecidos o no. Por ejemplo, en el refugio tenemos muchos viejitos, como 20 perros viejos que necesitan medicación para el dolor de sus articulaciones, una medicación que cuesta 200 euros más IVA. Otros necesitan tratamientos de larga duración o de por vida. Es una cartera abierta”, explica Esther Hidalgo de Uprodea.
Otras formas de colaborar
Desde Uprodea también se hace un llamamiento para aquellas personas que deseen hacer donaciones: medicamentos, pienso, productos de limpieza, etc.
También se puede colaborar con Uprodea siendo casa de acogida o adoptando a uno de estos animales, o bien hacerse socio o voluntario.
Esther Hidalgo subraya que Uprodea no se puede hacer cargo de más animales a no ser que surjan nuevas casas de acogida ya que el refugio está completo.