Aproximación a la estructura social de Dos Hermanas en los siglos XX y XXI

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estructura social de Dos Hermanas

Dos Hermanas es un pueblo en el que están representadas todas las clases sociales

No soy, como es sabido, un historiador marxista pero acepto algunos de los postulados y alguna  terminología propia y claramente de esta filosofía. Y, hoy, me voy a acercar a la sociedad nazarena sistematizándola y hablando de sus clases. Lo he hecho alguna vez, de manera breve, en este periódico o en otros medios pero hoy voy a profundizar un poco.

Y Dos Hermanas es un pueblo, marcado en sus estructura social, por un fenómeno tan importante como la industria, singularmente la de aceitunas o, también, por la importante fábrica de yute.

En Dos Hermanas en el Antiguo Régimen –que no el Franquismo sino el período que va desde la caída de Constantinopla en manos de los turcos en 1453 hasta la Revolución Francesa (1789-1799)- antes de que se produjera el fenómeno de la confusión de estados –Clero, Nobleza y Pueblo o estado llano- existía un número apreciable de hidalgos. Sólo quiero resaltar dos: los Rivas, entre los que hubo caballeros calatravos, y los Arquellada. Pero eran más. Ya digo que se produjo, en general en toda la nación y en el siglo XIX el hecho de la confusión de estados en el cual muchísimos hidalgos perdieron la conciencia de nobleza. 

Ahora bien, quiero hablar de la estructura de la sociedad nazarena en los siglos XIX y XX. Hablando de la clase alta, en Dos Hermanas se da un caso que no se da en otras poblaciones. Familias de la nobleza y alta burguesía de la capital de su reino, de Sevilla, habitaban entre nosotros. Se  trata de un numeroso y variado elenco del que no quiero citar casi ningún apellido excepto los Ybarra, muy importantes en nuestra villa por varios conceptos como la posesión de fincas rústicas como la Torre de Doña María o Bujalmoro, porque tenían almacenes de aceitunas como El Arsenal y las Cruces, recreos como los hoy incluidos en el Parque de la Alquería y, por otro concepto muy importante como fue la fundación de las Escuelas de Ave María, creadas por el sacerdote don Andrés Manjón y Manjón y de la que fueron directores en Dos Hermanas los también presbíteros don Amancio Renes Esteban y don Gerardo Cano Gutiérrez. En ellas, se educaron varias generaciones de niños nazarenos. Pero, otras muchas familias habitaban huertas y recreos. Sin embargo, sostengo que no se interesaban tanto por la política local como por la de Sevilla. Ahora bien, existe un caso de un aristócrata sevillano que participó intensamente en la vida política del pueblo. Se trata de don Jesús de Grimarest –o más propiamente Legallois de Grimarest- y Villacís, emparentando con las más encopetadas familias de Sevilla –especialmente notorio es el apellido Villacís- y que fue alcalde de nuestra entonces villa entre el 1 de noviembre de 1920 y el 21 de enero de 1921. Estaba casado con Andrea Gómez-Fernández Rodríguez, la cual, por cierto, tenía fama de caritativa. Sus nietos los Collantes de Terán Legallois de Grimarest o Concepción Legallois de Grimarest Ojeda han vivido o viven en nuestro pueblo.

Otro ejemplo de personajes de la alta sociedad importantes en la vida del pueblo e involucrados en la vida de éste, fue el sevillano José Lamarque de Novoa, poeta, empresario y diplomático –gran impulsor de la hermandad de Nuestra Señora de Valme y de su romería- y su esposa la poetisa marchenera Antonia Díaz Fernández.    

Mas, tengo que dejar de hablar de la nobleza y alta burguesía que puede denominarse forastera para hablar de las familias más propias del pueblo. Existía una alta burguesía propiamente local de la que se pueden citar varios apellidos. Me limitaré a nombrar sólo dos pues me parecen los más representativos de una clase no demasiado numerosa. Se trata de los Gómez y los Caro.  Entre los primeros destaca el alcalde don Francisco Gómez Rivas y, entre su descendencia, su hijo el también alcalde don José Gómez Martín que lo fue durante la dictadura del general Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, marqués de Estella (1923-1930)-, ocupando el cargo entre el 21 de diciembre de 1923 y el 7 de enero de 1926. Además, se conoce también que este destacado personaje fue hermano mayor de nuestra cofradía penitencial decana, la de Vera-Cruz. Aparte, ya sabemos que esta importante familia tenía el mote de Culebras. Otra rama de los Gómez eran los Chamorros, cuyo patriarca fue el gran almacenista de aceitunas y labrador José Gómez Claro, casado con Ana Zambruno Rivas. Su hermano Juan Manuel Gómez Claro fue también un gran almacenista de aceitunas y padre del alcalde del Partido Radical José María Gómez Claro, que ocupó este puesto en la II República en el período que los historiadores de Izquierda llaman el Bienio Negro, concretamente entre el 7 de agosto de 1934 y el 21 de febrero de 1936. Fue, por ejemplo, el que construyó la casa de la familia Mora de la calle del Canónigo, una, incluso en nuestros días, de las mejores mansiones de Dos Hermanas.

La otra gran familia que quiero citar eran los Caro, que dieron prohombres tan destacados como el médico don Agustín Caro Sánchez o su hijo don Federico Caro Lázaro, alcalde por el Partido Liberal –la Izquierda dinástica- entre el 26 de noviembre de 1909 y diciembre de 1913, muriendo en el cargo. Los Caro, aparte de contar entre ellos un número considerables de titulados en medicina o farmacia, fueron grandes labradores. 

Aparte de esto, existía una burguesía media o incluso alta formada por numerosas familias de comerciantes de todo tipo incluidos entre la gente de la plaza de abastos pescaderos o carniceros –sólo citaré por citar algo a la rica familia de comerciantes de los Mora de origen forastero- almacenistas de aceituna, profesiones liberales, capataces, manchoneros, pelantrines, etc.etc. Muchas de estas familias tenían parentesco de sangre o parentesco espiritual –o ambos a la vez- con las dos grandes familias que he citado. Este heterogéneo grupo estaba formado por antiguas familias de la villa, luego ciudad, o por familias de origen forastero. No quiero citar apellidos pues la lista sería interminable. Están en la mente de todos.

Por último, están los que considero más importantes, pues son la masa de la población, los obreros. Sus familias no dejaban de estar emparentadas, y con parentesco muy cercano, con las grandes familias de la alta burguesía o la burguesía media –lo que se llama la gente de medio paño-. Este grupo estaba compuesto por gentes de muy variados oficios, desde jornaleros del campo hasta toneleros –aunque en este último oficio los había más encumbrados y menos encumbrados-, faeneros y, por supuesto entre las mujeres las que trabajaban en los diversos oficios de la aceituna, es decir, escogedoras, deshuesadoras, rellenadoras y boteras. A su vez, como es sabido, estas familias muchas eran de origen propiamente nazareno y otras de origen forastero. Muchos huyendo de la pobreza en sus pueblos acudieron a Dos Hermanas, donde existía mucho trabajo. Creo que fue un enriquecimiento para la ciudad  la cual, progresivamente, se ha hecho una localidad cosmopolita. 

Ahora bien, ya terminando quería destacar dos puntos. Uno es la adscripción política de estas clases sociales. Las clases alta y media quizá fuera mayoritariamente de Derechas aunque existían casos muy sonados e importantes de individuos de Izquierda. En cuanto a la clase obrera, también existía de todo aunque el poder de los partidos de Izquierda y del numeroso y fuerte sindicato anarquista de la Confederación Nacional del Trabajo –la socialista Unión General de Trabajadores era muy minoritaria- era enorme. 

Hoy, en cambio, es fortísima el poder e influencia del Partido Socialista Español, lo que no quiere decir que no haya muchos nazarenos de otros partidos, singularmente del Partido Popular.

El otro punto que quiero resaltar es la religiosidad, a su manera, de los nazarenos. El pueblo en los tiempos de Cecilia Böhl de Faber, de Fernán Caballero, tenía fama de piadoso. En tiempos posteriores, como ocurría también en Sevilla, muchas personas de las dos tendencias –Derecha e Izquierda- se encuadraban en las cofradías. Es el caso, por ejemplo, de los hermanos republicanos –no se especifica el partido- que fueron expulsados de Vera-Cruz precisamente por su tendencia política, lo que ya he estudiado en otra ocasión. Además, se sabe que en puestos altos de la hermandad se encontraba incluso anarquistas –que el sacerdote don Gerardo Cano  Gutiérrez se encargó de salvar en la brutal represión franquista-. El pueblo además ha dado innumerables vocaciones a la vida sacerdotal o consagrada. 

Para acabar hoy en día, se puede decir que aunque la mayoría de la población no es practicante existe lo que llama el resto de Israel que son gente de Iglesia, no sólo en la parroquia más típica de Cristiandad Antigua como es Santa María Magdalena sino también en las parroquias obreras, lo cual llama la atención de los sacerdotes que las sirven. Por último, opino que es necesario decir que las cofradías, como pasa en Sevilla, son las instituciones de más fuerza y arraigo más que otro tipo de instituciones. Indudablemente la Virgen de Valme y Santa Ana son dos grandes señas de identidad. Y acabo. Sólo espero que este breve repaso por la sociedad nazarena sirva para conocerla mejor

FE DE ERRATAS       

No me gusta dejar errores en mis artículos, sean de transcripción o no. Tengo que decir que en el artículo de la semana pasada aparecía que Fray Luis Amigó y Ferrer fue obispo de Solsona y Segovia cuando en realidad lo fue de Solsona y Segorbe.