Apuntes sobre la Hermandad de Jesús del Gran Poder en los años cincuenta

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Capilla de Gran Poder

Su imagen de Cristo titular es una de las más veneradas en Dos Hermanas

Reviste mucho interés la historia de nuestra popular cofradía del Gran Poder. Hoy, voy a analizar lo que se nos dice de ella en una revista titulada ‘Semana de Pasión en Dos Hermanas’ y que aunque no está fechada es, posiblemente, del año 1955.

En ella, se llama a la confraternidad ‘Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso’. Sabemos que su título completo es, en la actualidad, ‘Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso y San Juan Evangelista’.

Lo primero que se nos habla es de su historia y se nos dice que fue fundada por un grupo de devotos del Señor del Gran Poder -se supone que de Sevilla- de nuestra entonces villa en el año 1900, siendo aprobadas sus reglas en 1901. Se trata de dos errores, pues la cofradía fue fundada el 10 de febrero de 1899 y sus reglas fueron aprobadas el 5 de abril de 1900 por el Beato Marcelo Spínola y Maestre, cardenal-arzobispo que fue de Sevilla. También se nos cuenta que procesionó por primera vez en 1901 “con una imagen del Señor con la cruz al hombro que los fundadores trajeron de Sevilla prestado y salió la cofradía de la casa de D. Francisco Ávila Ramos, Hermano Mayor de la Hermandad a la sazón Juez de esta localidad, donde hoy radica la fábrica de jabones de D. Juan Tamarit”. Se trata de la hacienda San Antonio, hoy totalmente desaparecida, que fue propiedad de don Francisco Ávila Ramos y, luego, del noble ecijano don Juan Tamarit-Martel Fabre, secretario que fue del ayuntamiento de la villa. Muy curioso y creo que totalmente incierto el dato de que procesionara una imagen prestada.

Después aparece un párrafo que no tiene desperdicio y que copio literalmente: “A partir de aquel año fue nuestra hermandad creciendo en devoción y a pesar de las épocas tan crudas como la nefasta República y después las circunstancias en que quedó nuestra Patria al finalizar la Guerra de Liberación, se está logrando darle un impulso inaudito y similar al de todas las Hermandades de este pueblo, sin parar hasta tanto ver a nuestras Cofradías con una vida espiritual intensa y materialmente que no tengan que envidiar a las de otras Ciudades”. Se puede comprobar que se permanece en una etapa de optimismo y de lucha por mejorar a las hermandades de la villa, empujadas por ese gran sacerdote que fue don José Ruiz Mantero, tan preocupado por las almas que se encontraban a su cuidado.

A continuación, se nos cuenta que, desde su fundación, los titulares recibían culto en la Capilla de las Benditas Ánimas de Santa María Magdalena, “hasta que nuestro templo fue sacrílegamente incendiado por las turbas”. Pero, en este punto, hay que concretar más pues, a la confraternidad, le fue concedido lugar en el lado de la Epístola de la Capilla de las Ánimas de nuestra Iglesia Mayor el 6 de abril de 1907, siendo párroco don Antonio Romero Montes, cura ecónomo don Mariano Pérez y Pérez y hermano mayor interino don Arístides Reigada Fernández. Igualmente, hay que decir que se encuentra muy en el tono de la época referirse a los incendiarios con la palabra ‘turbas’.

Luego, se refiere que: “de todos es conocido el esfuerzo sobrehumano realizado por un fervoroso hermano (cuya modestia nos impide citar su nombre) para salvar de las llamas la Milagrosa Imagen del Señor del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso”. Como sabemos, se trataba del que fue hermano mayor don Diego Santana Bautista que arriesgó su vida para salvar las imágenes, lo que la Historia -y su cofradía- le han reconocido con creces.

A continuación, se nos narra que las imágenes recibieron culto hasta la restauración de la Parroquia en casa de sus camareras, la del Señor en la de doña Manuela Ezquerra en la hoy plaza de la Constitución, donde antes se alzaba el Casino, y la de la Virgen en la calle Nuestra Señora de Valme -vulgo Real Sevilla- donde hoy abre sus puertas el Restaurante Valme.

De la misma manera, se nos dice que el que fue párroco de la villa don Manuel García Martín -por cierto, culto e ilustrado sacerdote- designó para la hermandad -de cuya imagen del Señor era gran devoto- la capilla que a la sazón ocupaba la cofradía -que hoy se arregla para que pase a ella el Santo Entierro tras haber sido capilla penitencial. Recordemos que, antes de los sucesos de 1936, no existía este recinto y en la pared se encontraba el altar del Santo Ecce-Homo. Por otra parte, es sabido, que la cofradía el 29 de octubre de 1995 se trasladó a su nueva Capilla en la calle Real Utrera, anexa a la cual se encuentra su casa de hermandad, fasto que siempre recordará la historia de nuestra ciudad.

Por último, se nos cuenta que las imágenes del Señor y la Virgen son obras de “Gutiérrez Cano”, es decir Manuel Gutiérrez Reyes Cano. Hay que añadir que el Señor de 1901 y la Dolorosa de 1902. Por su parte, del San Juan Evangelista se dice “es obra del entusiasta y preclaro escultor alcalareño Manuel Pineda Calderón, siendo sin duda una de sus más logradas obras hasta el momento”. Añadiré que fue realizada en 1954 y bendecida el 7 de marzo del citado año por don José Ruiz Mantero. Fue donada por el benemérito cofrade y teniente de hermano mayor honorario don Luis Romero Encinas. Su esposa, doña Josefa Gallas Novas, natural de Pontevedra, fue camarera hasta su muerte de la imagen del Señor. Era tía, por cierto de dos ministros: el franquista Pío Cabanillas Gallas y del Partido Popular, Pío Cabanillas Alonso. De todas formas hay que decir que no falta la alabanza a la hora de describir la imagen del San Juan, sin duda, una muy bella representación del Discípulo Amado.

Luego se habla de los proyectos que tenía la hermandad y que eran una cancela para la capilla, un nuevo camarín para la Virgen, la decoración de la capilla, un nuevo juego de insignias y cincuenta túnicas de nazarenos. Como es sabido, la Virgen y San Juan se veneraban en sendas hornacinas en la capilla, pasando luego al altar.

En cuanto a la junta de gobierno, en definitiva, a la mesa, estaba formada por destacados cofrades. El Director Espiritual era el coadjutor don José María Buces. El Hermano Mayor Honorario, el acaudalado almacenista de aceitunas don Antonio Lissen Hidalgo; el Teniente de Hermano Mayor Honorario el farmacéutico don Luis Romero Encinas; el Hermano Mayor don Diego Santana Bautista; el Teniente Hermano Mayor don Francisco Salguero López -que fue hermano mayor y presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, hombre de misa y comunión diaria y uno de los grandes cofrades de la Dos Hermanas del s. XX-;el Consiliario Primero don José Santana Gutiérrez; el Consiliario Segundo don Antonio López Sánchez, auxiliar de farmacia y padre del historiador Antonio José López Gutiérrez; Censor Primero don Rafael Valencia Alarcón; Censor Segundo don José A. Raudona Santaella; Mayordomo: don José Díaz Bonilla; Secretario Primero: don Rafael López Sánchez, hermano del citado Antonio; Secretario Segundo: don Alfonso González Valle; Prioste Primero don Armando Cotán Claro, zapatero y como Curro Salguero, su gran amigo, hombre también de misa y comunión diaria que oían al lado de su Gran Poder; Prioste Segundo don Manuel García Rivas, encargado en administración del almacén de maderas y tonelería de Eusebio González Martín, dónde lo era de la nave mi abuelo Germán Calderón Miña; Diputados de Orden: don Antonio Jiménez Lara -padre del historiador y amigo Antonio Jesús Jiménez García-, don José Muriel Gragera, don Antonio Godoy Flores y don José Antonio Estefanía y Diputados de Gobierno: don Francisco García Gutiérrez, don José Montero Jiménez, don Diego Luis Justiniano, don Fernando Marín Moreno y don José Manuel Boza Sánchez.

En fin, nos gustaría haber puesto los oficios de todos los hermanos que ocupaban cargos en la mesa en este año. No me ha sido posible. Normalmente junto a hermanos de la burguesía alta de la villa aparecen de la burguesía media y obreros. Estos últimos se encuentran más en hermandades como la Amargura que es el paradigma de cofradía obrera de Dos Hermanas. La junta del Gran Poder la copaba quizá más la burguesía media con personas como Francisco -‘Curro’ para la memoria de Dos Hermanas que tanto lo lloró- Salguero López, Antonio López Sánchez, Manuel García Rivas, etc. etc. Eso sí, en los cargos honorarios se encuentran personas de las más encumbradas dentro de la sociedad nazarena de la época. De todas formas, acabo diciendo que la cofradía del Gran Poder une en la devoción a su titular a nazarenos de todas las clases sociales antes, en el lejano 1955 y hoy en este difícil para Dos Hermanas y el mundo año de 2020.