Se trata de dos arquitectos muy prestigiosos de Dos Hermanas
Voy a hablar hoy de nuevo de los arquitectos nazarenos, concretamente de dos que tienen un bien ganado prestigio y son una muestra más de lo frondoso que es el árbol de la arquitectura en nuestra ciudad. Se trata de Rafael López García y Daniel Conesa López.
Nace el primero en la calle Aníbal González -conocida vulgarmente como Patomás-. Rafael recuerda -lo cual nos parece interesantísimo porque es la remembranza de una Dos Hermanas que ha desaparecido- cómo ese día en la calle se corrían carreras de cintas porque el suelo era terrizo. La casa existe todavía y es el número 27.
Sus padres eran el nazareno Alonso López Gómez -‘El Chamorro’, nieto de José Gómez Claro el fundador de la estirpe y detentador- y su madre la alcalareña María García Alarcón. Sus abuelos paternos fueron Alonso López Luna, de Morón de la Frontera, capataz de la hacienda de Ibarburu y de la nazarena Dolores Gómez Zambruno, hija del gran terrateniente y almacenista ya nombrado ‘El Chamorro’. Por otra parte, sus abuelos maternos eran Rafael García Romero y Carmen Alarcón Santacruz, ambos alcalareños.
Y me ha parecido oportuno indagar si existían antecedentes familiares en el mundo del Arte. La abuela alcalareña de Rafael, Carmen, tenía un hermano artista José Alarcón Santacruz y por ahí le viene el arte en los genes al hijo pintor de Rafael: Rafael López García. El citado artista era escultor y fue el autor de bella María Auxiliadora Coronada -fue coronada el 3 de mayo del 2014- de Alcalá de Guadaira. Además de escultor era ebanista. Tenía su taller en la calle Mateos Gago de Sevilla.
Por otro lado, su madre se dedicaba a las labores de casa. Su padre trabajaba en el mundo de la aceituna, propio de los Chamorros antes de que se diversificaran como hoy que te los encuentras en variedad de oficios como maestros, arquitectos, médicos, enfermeros, economistas y un largo etcétera en esta larga familia. En el almacén tuvo de socios al que fue alcalde Francisco de Paula Gómez Carballido, su hermano Rafael Gómez Carballido -ambos de la familia de los ‘Laguneros’-, su hermano Antonio López Gómez y, como socios capitalistas, Alfredo y Carlos Delgado de Cos. Pero la vida laboral de Alonso cambia en 1965, año en que empieza a trabajar en la Caja Rural.
En ella permanece hasta su jubilación en 1984. Y mucho se puede decir de este personaje destacadísimo en la vida social de Dos Hermanas. Hay que decir, por ejemplo, que fue hermano mayor de Valme entre 1962-1963. Pero lo más importante es que era el ejemplo de caballero cristiano, de acendrada piedad tanto cristocéntrica como mariana.
Era además un excelente conversador y al autor de estas líneas le enseñó mucho de una historia del pueblo que no está en los documentos y de la que él fue fiel testigo.
Pero voy ya a la vida laboral de Rafael. Hasta los nueve años estudió en el Colegio de Nuestra Señora de la Compasión de Religiosas de Nuestra Señora de la Compasión, vulgo Compasionistas. Luego hizo ingreso de Bachiller en el Colegio de San Hermenegildo de los Padres Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores. Luego, Primero y Segundo de Bachiller lo hizo en el Colegio Provisional de San Hermenegildo, mientras los Terciarios Capuchinos tenían cerrado el colegio a sus alumnos y sólo se abría para frailes. Por último, Tercero y C.O.U. lo estudió en el Instituto Virgen de Valme.
Por fin, empezó la carrera de Arquitectura en el curso 1972-1973. Y muy curioso es como le nace la vocación. Empieza a gustarle estudiar arquitectura teniendo nueve años y viendo la película tan famosa en sus tiempos -y hoy considerada todo un clásico ‘La gran familia’- aparecen dos personajes que eran los dos gemelos de Alberto Closas. Uno de ellos era arquitecto y en la contemplación de este personajes surge en nuestro personaje la vocación.
A Rafael las asignaturas que más le gustaban eran historia de la Arquitectura y la asignatura de Proyectos.
Entre los arquitectos que Rafael admira se encuentran Antonio Cruz Villalón y Antonio Cruz García, autores del Estadio Olímpico y la Estación de Santa Justa, ambos en Sevilla o de la reforma del Rijksmuseum de Ámsterdam entre otras muchas obras que los han elevado al podio en su trabajo, estando considerados entre los mejores arquitectos del mundo. También se encuentran entre sus favoritos Albert Campo Baeza, catedrático de Proyectos en la Escuela de Arquitectura de Madrid; Rafael Moneo y David Chiperfield.
Rafael siempre ha sido un enamorado del Renacimiento. La sobriedad de sus líneas influye en las obras de nuestros arquitectos en la sobriedad de las plantas y de las líneas. Le gusta por ejemplo mucho el gran Juan de Herrera -autor, entre otras obras, de ese edificio-símbolo que es el monasterio de San Lorenzo del Escorial, Andres de Vandelvira -autor, entre otras, de la Iglesia del Salvador de Úbeda-, Louis Kahn -autor del museo de Arte Kimbell y Frank Lloyd Right -autor del Guggenheim en Nueva York y Charles Le Corbusier -autor de la Capilla de Notre Dame du Haut o de Villa Savoye-.
Pero paso a hablar sobre las obras de Daniel y Rafael en Dos Hermanas. En primer lugar el Ayuntamiento. El edificio es una maravilla por su rotundidad, su monumentalidad. Es un edificio que marca la importancia que tiene una ciudad como Dos Hermanas y el papel que juega. Es de admirar la claridad que tiene.
Después viene el Mercado de Abastos. Se trata de un edificio con una concepción más vanguardista incluso que el Ayuntamiento. Pero desde luego lo que nos debe importar sobre todo son los puestos y éstos están perfectamente dotados. Ahora bien, comprendo que haya personas que no les guste este edificio. El arte moderno, sea Arquitectura, sea Escultura sea Pintura u otras Artes no es para todos los paladares pero, lo que es cierto, es que en su género son edificios punteros tanto él como las casas consistoriales.
En cuanto a Parroquias tienen en su haber tres. Una de ellas, para mi gusto muy curtido en estas lides, es la Parroquia del Ave María y San Luis, es la parroquia más bella entre las que existen en Dos Hermanas. Es destacable en ella el atrio, inspirado en el atrio de los templos paleocristianos. Alrededor de este bello y recoleto patio se encuentran las dependencias parroquiales. Después se cruzan las puertas del templo y a la izquierda está la bella y recogida capilla Sacramental. Por otra parte, la Iglesia tiene también coro alto. La planta de la Iglesia es casi triangular acabando en el presbiterio donde se encuentra la pared donde se venera al que no se sabe si es más valioso o devoto Cristo de las Misericordias que parece gótico de tiempos de los Reyes Católicos y que es, sin duda, una de las mayores joyas que atesora la Iglesia nazarena. En el centro del templo se encuentra la mesa de altar, colgando sobre ella un crucifijo de marfil
Yo particularmente veo en el templo un escenario listo para la Eucaristía. La arquitectura del templo ayuda y mucho a participar en el Banquete Eucarístico, en Exposiciones del Santísimo, Rezo del Santo Rosario, etc. Es decir, no sólo consiguen los arquitectos lograr un escenario dispuesto para la misa sino para acoger a todos los fieles que a ella se acercan a los cultos o a rezar al hermoso Sagrario. El templo viene ideal para una parroquia tan viva como esta con una feligresía con una hermandad importante como Vera-Cruz, una Agrupación Parroquial pujante como el Prendimiento, el Camino Neocatecumenal, el Camino de Emaus y Vida Ascendente. Para las ceremonias de los neocatecumenales creo que el templo es ideal.
Otra parroquia de nuestros arquitectos es la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva. También me gusta mucho aunque no tanto como el Ave María y San Luis. En su lugar existía una pequeñísima. Tenía una graciosa portada de arcos que han repetido nuestros arquitectos, esta vez de forma monumental.
La parroquia es un gran cubo muy iluminado. El proyecto singular y muy bello. Preside el presbiterio José Antonio Navarro Arteaga. Yo diría sobre todo que es un templo elegante de una feligresía muy populosa con una hermandad muy popular como Amor y Sacrificio y con la Agrupación Parroquial Sacramental del Dulce Nombre.
Y acabo. La semana que viene seguiré centrándome en la figura de los dos arquitectos.