El edificio propio favorito de Daniel Conesa López es Baricentro en la Avenida de Andalucía
Vuelvo hoy a hablar de los arquitectos Rafael López García y Daniel Conesa López y de sus obras. Y empezaré hablando su tercera iglesia, la Parroquia de San Juan Pablo II, de Olivar de Quinto (en la imagen), muy celebrada por sus valores arquitectónicos. Para Daniel Conesa es la recuperación de todos los elementos que han sido invariables y se han recogido. Esta simpar iglesia moderna es obra, sobre todo, según cuenta Daniel, de su socio Rafael pero se ha implicado todo el estudio. De la misma manera hay que decir que en el campo de la arquitectura religiosa restauraron la capilla del Ave María.
Un edificio de otro uso social, es el colegio 19 de Abril del castizo barrio de La Pólvora y la reforma del colegio de San Hermenegildo que ya he dicho que es de Padres Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores.
Entre otros edificios de viviendas u oficinas, puede citarse el de la Plaza de la Mina, 18 sobre todo por el patio interior, de aires lo mismo claustrales que puramente sevillanos. A su lado, se abre el gran edificio de La Mina que se eleva donde se alzaron el Cine Terraza y el Corral de la Mina Grande. Está considerado el mejor edificio de viviendas que existe en la actualidad en Dos Hermanas y es, incluso, muy conocido internacionalmente.
Otro edificio que a mí, particularmente, me gusta mucho y donde nuestros arquitectos no apuestan por el Racionalismo o por el Renacimiento, el Barroco o el Neoclasicismo son los edificios que si se parecen en algo es al Regionalismo son la bellísima barriada de la fábrica de yute. A mí siempre me han recordado las viviendas holandesas. Pero no, vana ilusión. Están inspiradas en las casas de los barrios de los ingleses tanto de Huelva como de Minas de Riotinto. También construyeron un palacio de congresos y hotel en La Línea de la Concepción justamente enfrente de Gibraltar, otro hotel en Jerez de la Frontera y otro en Isla Antilla. Destacan dos edificios de oficinas en la calle Gabriel Miró.
Pero voy a centrarme un poco en la vida de nuestros dos protagonistas. Ya he hablado de los padres de Rafael y diré ahora que está casado con la nazarena Fernanda García Alfaro. El matrimonio ha tenido nada más y nada menos que cinco hijos: María, que es aparejadora; Rafael, licenciado en Bellas Artes y reputado pintor como se ha podido ver en estas páginas; José Alonso, arquitecto; Carlos, ingeniero de caminos; y Ana, médico. Como se ve en la variedad está el gusto.
Pasando al mundo de su psique, al mundo de las mentalidades en las que tanto me gusta escavar diré que a Rafael le gusta, en primer lugar, leer artículos de arquitectura, también el balonmano, ver documentales de la 2, que es la única cadena que ve, y el cultivo de las amistades. Le gusta pues relacionarse. En cuanto a las cofradías a las que pertenece, es hermano de la Borriquita y de Valme aunque remacha que el estudio ha colaborado con todas o casi todas. Con la última ha sido con la Amargura a la que han ayudado a remodelar la capilla.
Rafael es el clásico nazareno del centro de nuestra generación católico practicante, muchísimas veces cofrade y comprometido con la Iglesia. Es un cristiano tipo que se encuentra mucho en Dos Hermanas y Rafael sale a sus padres. También cuenta que le tiene mucha devoción a la Virgen del Rosario de Fátima a la que conoció en un viaje. Y es cierto que esta imagen portuguesa tiene mucha devoción en nuestra ciudad.
En cuanto a Daniel Conesa López, nace el 30-5-1955 en Molina de Segura, en Murcia. Sus padres eran Patricio Conesa Ros y Carmen López Aguilar del mismo nacimiento y vecindad. Los abuelos eran los paternos, Juan Conesa y Encarnación Ros, y maternos, José López Moreno y María Luisa Aguilar. El padre de Daniel era carpintero pero, perdió unos dedos en un accidente, y se puso a estudiar y sacó el Bachillerato superior y se metió en una oficina. Luego fue comerciante de conservas y pimentón e industrial de pimentón. De esta manera buscando para cultivar pimentón y naranja se vinieron a Dos Hermanas y compraron la Huerta Nuestra Señora de Consolación, la hoy barriada de este nombre -por cierto el de la patrona de Molina de Segura- y conocida popularmente como La Venta Manolín.
Daniel se vino a Andalucía con cuatro años, viviendo primero en Sevilla y después pasó a Dos Hermanas. En Sevilla estudió en el Colegio de María Auxiliadora de las Hijas de María Auxiliadora, vulgo Salesianas, de la calle San Vicente. Luego, al llegar a Dos Hermanas hizo ingreso en el Colegio San Hermenegildo, Primero y Segundo en los Colegios Provisionales de los Frailes al lado de la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva y San José Obrero. Por último Tercero, Cuarto, Quinto, Sexto y C.O.U. lo cursó en el Instituto Nuestra Señora de Valme.
Después estudió la carrera en nueve años contando la milicia que la hizo entre Cáceres y Madrid.
Hablando de su vida estudiantil, en la carrera cuenta que la asignatura que más le ha gustado ha sido Proyectos y los que más han influido han sido dos profesores de proyectos a los que llamaban los argentinos: Joaquín Rodríguez Saumel y Santiago Ansaldo. Sobre todo le gustaban porque eran muy amenos y didácticos. Esto es toda una declaración de principios: el valor que tiene el ser entretenido, ameno, divertido a veces y el efecto, mayormente positivo, que tiene sobre el alumno. Daniel Conesa cuenta que estos dos docentes, ya citados, hacían proyectos que después servían para la vida real y proyectos muy concretos, muy etéreos, sobre actividades muy concretas. Otros arquitectos que le gustan son Francisco Javier Sáenz de Oiza, autor del Santuario de Nuestra Señora de Aránzazu en Oñate en Guipúzcoa; Emilio Tuñón Álvarez y Luis Moreno Mansilla autores del Museo de Zamora o el Auditorio Ciudad de León; Antonio Cruz Villalón y Antonio Ortiz García, tan valorados, autores, entre otras muchas, del Estadio Olímpico y la Estación de Santa Justa en Sevilla. Por último, entre los clásicos le gusta el renacentista Andrea Palladio.
También nos cuenta Daniel que hay obras propias a las que tiene cariño porque han llenado vacíos urbanos de Dos Hermanas. Es, por ejemplo, el caso de la barriada Baricentro, llamada así por la promotora se llamaba Baremo-. Se trata de la barriada, por cierto de estilo tradicional que ocupa en Avenida de Andalucía -frente a la calle Calderón de la Barca- lo que fue el almacén de Eusebio González, es decir, las plazas de las Marismas y las Alpujarras. A su vez siente predilección por las viviendas protegidas de las promociones de Entrenúcleos BPO-2 y BPO-7. Otro edificio por el que siente predilección es el Wertice, donde abre sus puertas el Astoria, para mi gusto aparte de un gran edificio tiene el valor añadido que en él abre sus puertas el Astoria, un gran bar de copas.
Otra actividad muy importante, en la que está muy implicado el estudio es el plan parcial de Entrenúcleos, que es, sin duda la bolsa más grande y mejor urbanizada de toda Andalucía de lo que debe estar orgullosa Dos Hermanas.
Pasando a la vida familiar de Daniel diré que está casado con Rosario Reina Alfaro, natural de Montellano- que es maestra de infantil ya jubilada- hija de Francisco Reina de Morón de la Frontera y Ángeles Alfaro, natural de Alcalá del Valle. Nuestro personaje tiene dos hijos: Daniel, arquitecto y licenciado en Bellas Artes y Ángela, arquitecto de interiores, es decir, diseñadora.
Yendo al mundo de las mentalidades, a Daniel le gusta el deporte sobre todo el Baloncesto que ya ha dejado y el Golf que practica.
También es apasionado lector sobre todo de novelas y ensayo científico. Le atrae el contacto con la naturaleza y le gusta mucho el Camino de Santiago. Por otra parte, le gustan las cofradías, ha tenido por su trabajo mucha relación con ellas pero no pertenece a ninguna. Le encanta también viajar. Le he preguntado sobre las ciudades que le gustan y me he quedado pasmado porque ha dicho las cuatro -quitando Dos Hermanas- que más me gustan a mí: Sevilla, Praga, Roma y Londres. Y, además, dice de París lo que yo que aunque es bonita parece hecha toda, lo que yo expreso diciendo que parece un escenario teatral.
Para finalizar esta levísima historia sobre estos dos grandes arquitectos, que se conocieron de jóvenes y en 1983 abrieron su estudio, diré que son dos enamorados de su profesión y que han dejado en Dos Hermanas, no cabe duda, muy alto el listón de su arte.