Benjamín Domínguez restaura la imagen de San Fernando

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Benjamín Domínguez Gómez

Benjamín Domínguez es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, con especialidad en Conservación y Restauración de obras de arte. Cuenta con un amplísimo currículum y una reconocida trayectoria profesional pese a su juventud. Ha sido el encargado de restaurar la imagen de San Fernando, de la hermandad de Valme, y responde a nuestras preguntas.

¿En qué situación se encontraba la Imagen?
La Imagen de San Fernando presentaba un estado de deterioro considerable, por varios motivos: El primero de ellos, porque es una escultura que técnicamente tiene errores en su construcción; esto ha venido generando una serie de patologías casi desde el mismo momento que se bendijo que diferentes restauraciones han venido a subsanar. Son precisamente estas restauraciones el segundo agente deteriorante de la escultura: presentaba numerosos repintes que venían a ocultar la policromía original y le otorgaban a la imagen un color oscurecido y desigual, aparte de las consecuencias de los problemas estructurales no bien resueltos, en otros casos. Por último, como imagen destinada al culto y con su consiguiente uso, presentaba desperfectos fruto de su manipulación como roturas en las molduras de la peana, alguno de los dedos, etc.

¿Qué trabajos le ha realizado?
Fundamentalmente la imagen ha sido sometida a una consolidación general, en lo que al soporte de madera se refiere, destacando en este caso la sustitución de la peana y el correcto ensamblaje de brazos y pies; limpieza general de la policromía, eliminando repintes y devolviendo a la imagen el cromatismo real de la misma; colocación de nuevos elementos de anclaje para los atributos iconográficos y de la Imagen en sí (está preparada para procesionar) y la reintegración cromática de todo el conjunto, culminada con un barnizado de protección.

¿Ha sido una tarea fácil o complicada?
Todos los trabajos de restauración son distintos y en cada uno nos enfrentamos a problemas únicos que tienen más o menos dificultad según sea la escultura, la información y los medios que dispongamos, su tipología, materiales… En este caso, ha dificultado mucho el trabajo el peso que tiene la Imagen que no nos permitía, por ejemplo, moverla con facilidad, lo que nos ha obligado a contar con este aspecto en la planificación del trabajo. En otro orden, nos ha facilitado mucho el trabajo la documentación histórica obtenida por la hermandad para entender la historia material de la imagen.

De no haberse restaurado…
Hubiese seguido deteriorándose de forma progresiva, sobre todo la policromía. Hubiese llegado el momento en el que la imagen habría presentado un aspecto tan oscurecido y parduzco que no se podrían apenas diferenciar los detalles. Es conveniente intervenir de forma cíclica para conservar y mantener que esperar a que el deterioro llegue a niveles exagerados… De igual manera, en la Hermandad están trabajando para mejorar el sistema de traslado y subida a su altar, dado el problema de peso que antes comenté. Esto es una medida de conservación preventiva indispensable y que forma parte de la propia actuación en sí, tan importante o más que el resto de acciones. ¿Para que nos sirve limpiar la policromía si volvemos a manipularla indebidamente o nos arriesgamos a tener un accidente en un traslado? Afortunadamente, hemos llegado a tiempo con estos trabajos.

A simple vista, ¿se nota su trabajo?
Se nota por cuanto las limpiezas siempre se notan. No obstante, al no haber sufrido cambios, puesto que el trabajo de los restauradores es estar siempre a la sombra de las necesidades de la imagen y no al contrario -como desgraciadamente sucede con otras intervenciones mal llamadas restauraciones- el espectador apreciará el buen estado de conservación que presenta, pero no será capaz de distinguir dónde estaban las alteraciones ni cuáles son las zonas intervenidas, a no ser que sea un profesional que sepa identificarlas.

¿Qué ha supuesto para usted y su carrera restaurar esta Imagen?
Una gran satisfacción. Como obra de arte, la Imagen de San Fernando es una escultura interesantísima, muy diferente a las que estamos acostumbrados a intervenir y que ha supuesto un reto desde el punto de vista técnico. En el plano personal, muy agradecido a la hermandad de Valme, a su hermano mayor, su junta de gobierno y a los hermanos en general; todo han sido facilidades e interés.

Exposición

El martes, junto a la presentación de la Imagen restaurada, se inauguró la exposición ‘Valme, la Fe de un pueblo’, en la Capilla del Ave María, y que este año se dedica al Santo Rey. Se puede visitar hasta el 14 de octubre, de lunes a viernes, de 19.30 a 22.00 horas y sábados y domingos, de 11.30 a 14.00 h oras y de 19.30 a 22.00 horas.