El nazareno Juan Manuel Barbero participa este fin de semana en el Campeonato del Mundo de Tirachinas que se celebra en la ciudad de Shanghái
Juan Manuel Barbero viaja este fin de semana a Shanghái representando a España en el Campeonato del Mundo de Tirachinas.
“Se me sueltan los cordones de los zapatos de los nervios que tengo”, explica.
“Voy lo más preparado posible. Habrá muy buenos tiradores. Para competir con ellos tiene que estar muy bien entrenado y que los nervios no te jueguen una mala pasada”, indica Juan Manuel Barbero que teme, sobre todo, a el estado nervioso que tenga en el campeonato.
“Entrenando haces cosas que en un campeonato es muy difícil. Entrenando hay veces que por el mismo agujero meto cinco o seis bolas. Pero en el Mundial será más complicado ante 200 o 300 personas mirándote. Hay que tener mucha capacidad de concentración”, reconoce.
“Vamos a vivir la experiencia y hacerlo lo mejor que se pueda. Voy con toda la ilusión y con esperanza. Me veo con nivel para estar ahí”, subraya.
Juan Manuel Barbero forma parte del grupo de 20 tiradores que participan en el mundial procedentes de diferentes puntos de España.
Lleva seis años compitiendo en el mundo del Tirabeque. “Un amigo de la infancia me comentó que había campeonatos de tirachinas y que había un grupo en Dos Hermanas que entrenaba regularmente. Me llamó la atención y entré. Y hasta hoy. Es verdad que siempre desde niño llevaba un tirachinas metido en el bolsillo”, indica Juan Manuel Barbero.
Ha sido tres veces campeón de Andalucía, campeón de España en tres modalidades y segundo y tercero en precisión. Fue campeón de Europa en modalidad individual tradicional en Italia y campeón de Europa por equipos en precisión en Bélgica.
En Shanghái las expectativas son altas porque España es una de las potencias europeas de este deporte, aunque es en los países asiáticos donde más se practica por lo que son los favoritos para el oro.
Biografía
Juan Manuel Barbero es nazareno de nacimiento. Vivió su infancia en la calle Real Utrera con su abuela y posteriormente en Los Montecillos. Pasó por el colegio del Cementerio y por el Jesús del Gran Poder aunque pronto dejó los estudios y se fue a trabajar ayudando en el campo a ordeñar vacas.
Siguió trabajando en el campo, con tractores, etc. y finalmente entró a trabajar en el sector de la construcción siendo en la actualidad oficial solador y alicatador.
Entre sus aficiones figura la caza con galgos algo que, en la actualidad, tiene abandonado.