1975
Un grupo de empleados de “Cerámica de Bellavista S.A.” nos remite esta fotografía, tomada anoche, 31 de octubre, en el Restaurante Luna Park de Sevilla. El motivo de la simpática reunión fue el de la cena-homenaje de despedida de Francisco Toscano (aparece agachado en la foto, junto a su esposa, que lleva un ramo de flores), el diligente jefe de personal que abandona esta empresa nazarena para dedicarse a otras labores profesionales. Aparecen en la foto, entre otros, los compañeros Antequera, Muñoz, Sevillano, Urbano, Guisado, Ceballos, Ancio, Alvarez, Rosa, Dori, “Pluma”, Rodríguez, Cerdán, Alba, Raposo, Monge, Gelo, Álvarez, García y Ramos. Deseamos la mejor de las suertes al prometedor “Kiko” Toscano.
1949
El Reino Unido ya espera las naranjas que se están recogiendo en Dos Hermanas
En el último tercio del siglo XIX se extendió en el término de Dos Hermanas el cultivo de la naranja amarga, fomentado sobre todo por el gran aprecio que en Reino Unido le tienen a esta fruta para elaborar con ella mermelada (imprescindible para un buen desayuno británico), pólvora, perfumes y aceites.
Especialmente intensa fue la exportación de la naranja nazarena cuando la naviera MacAndrews comenzó a enviar barcos para llevársela desde el puerto de Sevilla. Ya en 1830 refiere el periodista británico Henry David Inglis que aquel año salieron de Sevilla 40 barcos cargados de naranjas, a razón de 400 cajas por barco y 800 naranjas por caja.
Ya ha comenzado este año la recolección en los distintos naranjales diseminados en los alrededores de nuestro pueblo, como Cantaelgallo, La Carraholilla o Venta Bermeja.
En la fotografía se observa a un grupo de personas, entre ellos Rafael Román y “El Pendanga”, captadas en pleno proceso de trabajo. Una vez traídas las naranjas de la Huerta de Los Turris y Los Quicos con burros en serones, son embaladas en papel una a una por mujeres y colocadas con esmero en cajas para su correcto embalaje y posterior transporte al puerto de Sevilla. Obsérvese, al fondo, la señora con el pavo y el señor con la garrafa de vino y, en los extremos de la escena, dos muchachos con martillo clavando puntillas en tablones para sellar las cajas. La recolección se prolongará todavía unos meses más.
1966
“Reliquia del cante gitano”, el disco de Juan Talega
Los aficionados al flamenco están de enhorabuena. Aunque siempre rehuyó de escenarios y festivales, el genial cantaor nazareno Juan Agustín Fernández Vargas, “Juan Talega”, se ha dejado convencer por su amigo Antonio Mairena y, a sus 74 años, ha grabado un disco en los estudios de la Casa Columbia que, con el título “Una reliquia del cante gitano”, inmortalizará la “voz campanuda, áspera, de tinaja vacía, del cantaor de Dos Hermanas”, como le describen algunos expertos flamencólogos.
Los que tengan la suerte de escuchar este disco, que ya está a la venta, podrán disfrutar de cuatro temas (las seguiriyas “Yo no soy de esta tierra”, el martinete “A mis amigos”, las soleares “No esperes perdón” y las bulerías por soleá “Te tenía que fartá”, con el acompañamiento de sus dos guitarristas predilectos, el Niño Ricardo y Melchor de Marchena) y prepararse para el desgarro porque, como dice el propio Juan Talega, “el cante bueno no alegra: duele”.