El nivel de éxito de estas intervenciones se sitúa en el 99%, según explican desde la clínica
A medida que nos vamos haciendo mayores, el cristalino de nuestros ojos va envejeciendo. En consecuencia, empezamos a tener algunos problemas oculares como presbicia, más conocido como vista cansada, y cataratas, por eso la Clínica Dr. Martín ha querido introducir la novedosa implantación de la lente trifocal, para corregir los problemas oculares de la edad.
Lo primero que le ocurre al cristalino es que se vuelve más rígido. Al ser menos elástico, empieza a costarle enfocar, sobre todo, de cerca. Esto ocurre aproximadamente a los 45 años, a veces antes, dependiendo de cada persona, y es cuando empezamos a estirar el brazo.
La vista cansada o presbicia es el primer fenómeno de envejecimiento. Las cataratas aparecen más tarde, cuando el cristalino, además de ser rígido, se hace opaco y pierde la transparencia.
Evolución de la tecnología en la cirugía de cataratas
“Inicialmente, operábamos quitando la catarata y poniendo en su lugar una lentilla artificial que, hasta hace unos años, era una lentilla plana con solo una distancia”, indican desde la clínica. “Con estas lentes multifocales se intentaba encontrar una visión lo más perfecta posible, que imitara la visión de la juventud. Se llegó a un nivel de éxito muy alto, pero no se alcanzaba el 95% o el 100% que es lo que los médicos buscamos siempre. Luego, afortunadamente, aparecieron las lentes trifocales”, explican.
A esta lente la han llamado trifocal, porque realmente condensa la luz y la aprovecha en una distancia de tres focos: de lejos, intermedia y de cerca.
“Con las lentes multifocales, además, teníamos un problema que ahora, prácticamente, ha desaparecido, es la neuroadaptación. Antes, llegaban al cerebro todas las imágenes enfocadas juntas y había una especie de confusión inicial. Estábamos hasta tres meses esperando. Con las lentes trifocales, la neuroadaptación o es inmediata o es muy corta, elimina su graduación previa, sea miopía o hipermetropía con o sin astigmatismo”, informan.
La cirugía de la catarata es la que, a través de una incisión de pocos milimetros de diámetro, se extrae el cristalino y se implanta la lente plegada que, inmediatamente se despliega y ocupa su lugar detrás de la pupila.
“Podemos hablar del 99% de éxito. Este dato en medicina es muy alto”, argumentan.
A cada paciente se le tiene que estudiar individualmente
Nos encontramos con dos situaciones diferentes:
Cuando el paciente tiene cataratas y se le tiene que operar en la Clinica Dr. Martín, “estudiamos a qué función le afecta esta mala visión en su día a día; si le molesta en la lectura, en la conducción o en la movilidad. Esta situación nos lleva a decidir cuándo será el momento más oportuno para operarle. También decidimos junto con el paciente, si necesita lentes monofocales o trifocales, según sean sus intereses. Fundamentalmente si no le importa llevar gafas, si se quiere olvidar de ellas, etc.”.
Cuando el paciente no quiere llevar gafas y aún no tiene cataratas, “siempre habíamos pensado que teníamos que ponernos gafas para corregir la presbicia, pero la tecnología de la Clinica Dr. Martín nos ha llevado a encontrar una solución definitiva a través de las lentes trifocales. Hay que valorarlo bien y ayudar al paciente a encontrar la mejor solución”, sentencian.
“No obstante, no bajamos nunca la guardia, cualquier decisión quirúrgica debe tomarse con las máximas garantías, con un paciente bien informado y la mejor relación de confianza con el equipo quirúrgico y especialmente con el Dr. Martín”, subrayan desde la clínica.
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