Crónica de la Cuaresma y la Semana Santa de Dos Hermanas (y IV)

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Semana Santa

Llovió en la Madrugada y la tarde del Viernes Santo y aligeraron dos cofradías

Y retorno hoy a la crónica de la Semana Santa. Y, en primer lugar, tengo que añadir unos datos sobre la cofradía del Amor y Sacrificio. En primer lugar, diré que la clámide del Cristo era de color morado –simple error mío al pasar mis apuntes el poner que era azul- y que era bordada en aplicación y no a realce. Por otra parte, me dicen que escriba que grabó la salida de tan popularísima hermandad Canal Sur TV lo que enorgullece mucho a sus hermanos y no es para menos. Cumplo, corrigiendo lo de la clámide y recogiendo este dato de la salida.

Y me toca hablar hoy de las dos cofradías de ese día tan santo –sobre todo por ser la jornada de la institución de la Eucaristía- que es el Jueves. La primera es la de la Santa Cena a la que, por fin, vemos que saca de nuevo el paso de Jesús Humillado. Yo la vi por la carrera oficial donde se lució especialmente. Es de destacar que acompañaba a la cofradía un tramo de mujeres con mantilla en el paso de Jesús Humillado. El paso de la Santa Cena –ese gran barco que llena las calles de Dos Hermanas- se adornaba con rosas rojas y doce blancas, eryngium y robelinni. El de Jesús Humillado llevaba clavel morado, iris morado y eryngium, varas de hiedra y espino. Por último, el de la Virgen del Amparo y Esperanza se ornaba con antirrinum blanco, rosas ecuatorianas color champagne, fresias blancas y rosas ramificadas blancas. Como puede verse, se usó variedad de flores como en los dos pasos de la Oración en el Huerto aunque, para mi, el paso más impactante ha sido el palio de la Virgen del Amparo de Las Portadas todo de liliums. En fin, la cofradía de la Cena recupera por años su normalidad que nunca debería haber perdido pero que las circunstancias hicieron que perdiera. Hoy es de nuevo una cofradía más de la ciudad y, sobre todo, destaca y por ello pasara a la historia el año 2018 porque ha vuelto a sacar sus tres pasos. Presidía la procesión el párroco de Nuestra Señora del Amparo y San Fernando don Manuel Chaparro Vera.

Y llegó Vera-Cruz y con ello la veteranía de la que considero la mejor cofradía de Dos Hermanas a pesar de los pesares. Es, en primer lugar, una cofradía digna de pasar por la Campana, mejor que muchas de Sevilla por su patrimonio y su seriedad. Yo la vi salir desde dentro –cumpliendo mi cargo de fiscal al rezar el santo vía-crucis lo que reconozco que le da una gran solemnidad a la salida-, por el barrio, por la calle del Pinar y en la carrera oficial. Destaca por la solemnidad de su cortejo, por los dos pasos, por lo que imantan las imágenes al espectador fiel, etc. El paso de Cristo llevaba alhelí morado, siemprevivas e iris morado y el de Virgen clavel blanco y flor de cera menos un ramo de rosas rojas que lleva la Señora delante recuerdo de sus siete dolores. La Virgen se tocaba con una blonda y encaje de conchas dorado. La cofradía merece la pena contemplarla por donde quiera que vaya pero, a mí, me gusta especialmente por la carrera y por la Plazoleta con el Cristo recortándose en el monumento de nuestra celestial protectora, la Virgen de Valme. Tras el palio iba de preste el párroco del Ave María y San Luis don Manuel García Valero.

Luego, en la Madrugada, el silente silencio del Gran Poder. Este año le llovió y yo la contemplé ya muy rápida por la calle Real Utrera. A la Virgen le cayó bastante agua. Mala suerte en una noche en que muchas cofradías, confiando en la suerte, se echaron a la calle. El Cristo adornaba su paso con clavel sangre de toro y la Virgen con clavel blanco. Para mi el Gran Poder es bonito en cualquier momento de su itinerario aunque quizá me guste más en las calles en que va más solitario sólo acompañado por los vecinos, sus nazarenos y sus promesas y no tanto en las más multitudinarias entrada y salida. Es una cofradía para no perderse –como son para mi todas las del pueblo- y será todavía más una gran cofradía cuando haya acabado su paso de Cristo y haya bordado su manto y su palio. El párroco de Santa María Magdalena, Manuel Sánchez de Heredia, iba de preste tras el palio.

Y esa noche hubo vela del monumento en templos como la capilla de la Obra de la Iglesia. Muy bello y sencillo con la custodia de asiento, la urna y el fabuloso guión sacramental de la Hermandad Sacramental de Santa María Magdalena era el monumento de la Parroquia Mayor donde también hubo turnos de vela. Y el Viernes fueron los oficios de la Pasión del Señor, solemnísimos como siempre en Santa María Magdalena y muy sencillos pero también muy bellos en la Obra de la Iglesia o en las otras muchas iglesias de la ciudad que vive, con dolor, este día en que Cristo está muerto (‘Mirad el árbol de la Cruz donde estuvo clavada la Salvación del Mundo’).

Y ese día sale a la calle la completísima cofradía de la Amargura. Es digna de ver con su cuerpo de nazarenos, sus alegorías de la Fe, la Esperanza y la Caridad y la Santa Mujer Verónica, etc. Magnífico su paso de misterio con la castellana imagen de Jesús Descendido obra insigne de Manuel Carmona y con la dieciochesca imagen de María Santísima de la Amargura. Su paso se adornaba con clavel rojo y a fe mía que es completísimo. Sólo le falta un detalle: la Virgen debería llevar un manto bordado en oro fino pues ciertamente no le favorece el que lleva bordado a realce. La imagen llevaba su tradicional tocado de raso. La cofradía, es para verla en cualquier momento pero a mí me gusta especialmente a la salida o cuando, a la entrada, retorna por el barrio de la Jarana ya para coger la Costa del Sol. Desde luego, es una de las mejores cofradías de Dos Hermanas –aparte de ser de las más populares- y, como hemos dicho de Vera-Cruz, también digna de pasar por la Campana sevillana, lo cual por otra parte no le hace nada de falta. Llovió en la noche y aligeró su estación entrando antes. Iba en ella de preste el párroco del Divino Salvador, Francisco de Asís Bustamante Sáiz.

Y llegó el Sábado Santo y con él la cofradía oficial del Santo Entierro. También es una magnífica cofradía aunque hay que limar detalles. Como yo me precio de independiente y de no casarme con nadie pondré los detalles que tiene y los que le faltan. A destacar las representaciones simbólicas de la Fe, Esperanza y Caridad, la Santa Mujer Verónica y las Tres Marías –Magdalena, de Cleofás y Salomé- y las representaciones del Consejo de Hermandades y Cofradías y las autoridades de la ciudad. Pero, echando de menos un gran detalle que no hace falta que ponga pues todos conocen la linealidad de mi discurso, tengo que decir que sería conveniente que las representaciones fueran con la Virgen pues Ésta es la que va de duelo y no en el paso de Cristo. Acompañaban Manuel Sánchez de Heredia y el sacerdote hermano Miguel Adolfo Vázquez Lombo. Yo vi la cofradía por la carrera oficial aunque está bonita en todo su itinerario. No en vano es una gran y completa hermandad. El paso de Cristo se adornaba con iris morado y el de la Virgen con clavel blanco, tuya y helecho en ramos cónicos y bicónicos, lo que se considera de cofradía seria y, en gran medida, lo es pues son serias las cofradías que suelen llevarlo.

Y esa noche ardió Dos Hermanas de gozo con la vigilia pascual en todas sus parroquias. Al día siguiente, Vera-Cruz celebra a las nueve su misa de Pascua tras la cual se reparten las flores. Y en Santa María Magdalena, el Santo Entierro celebra la función de Pascua colocando su pequeño Resucitado en un bello altar que permanece colocado toda la Octava de Pascua y en el que Cristo aparece entre flores, velas y credencias. Esperemos un año ver de nuevo a Jesús Resucitado por nuestras calles. Ya se ha dicho hasta la saciedad y la pelota, como diría Juan Francisco Muñoz y Pabón, está en el tejado.

Y ya voy acabando. Sólo me queda poner algunos pespuntes a esta crónica. En primer lugar, decir que el altar de cultos del Cristo Orando en el Huerto tenía cera blanca y no morada como yo por despiste y analogía puse. En segundo lugar, diré que el trabajo de los costaleros ha sido muy bueno, en un pueblo donde ser mira mucho este arte y donde muchos jóvenes están comprometidos con sus cofradías en este campo. En tercer lugar, diré que las bandas han tocado muy bien, yendo mis parabienes muy en particular para todas las del pueblo desde Santa Ana hasta la infantil de Tres Caídas. Todas son, en general, buenas y algunas de un grandísimo prestigio como Presentación al Pueblo. Yo será porque que me llevo todo el año oyendo bandas no tengo el oído nada de formado aunque sé, lógicamente, distinguir cuando una toca bien y cuando una toca mal.

En fin, acabo mis crónicas. Y sólo me queda desear un poco tarde a toda la ciudad y a todos y cada uno de sus habitantes una feliz Pascua de Resurrección. Cristo, Primicia de toda Carne, ha resucitado ¡Aleluya!

Postdata: el próximo día escribiré de temas mucho más profanos