Crónica de la Cuaresma y la Semana Santa en Dos Hermanas (y III)

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Cuaresma y la Semana Santa

Y  llego ya al Jueves Santo, día en que salen dos cofradías en nuestra ciudad. La Cena es hermandad que después de su momento de crisis poco a poco se va reorganizando. Yo echo mucho de menos la imagen de Jesús Humillado que se intenta que salga de nuevo. Es una tarea pendiente de la hermandad.  Este año el paso de palio de la Virgen del Amparo y Esperanza se adornaba con claveles y gladiolos –flor en desuso y a la vista está quizá por demasiado clásica- en las esquinas. La Cena por su parte es uno de los grandes barcos de la Semana Santa nazarena. Es muy interesante su salida y su entrada aunque hay que verla en todo el recorrido.

Por su parte, Vera-Cruz cambió de recorrido logrando acaso un mayor equilibrio entre las calles del viejo barrio de San Sebastián entre la ida y la vuelta.  El nuevo recorrido la verdad es que no ha cambiado demasiado la esencia de la cofradía Merece la pena todo su cortejo yendo hasta preste, en este caso el párroco del Divino Salvador de nuestra ciudad, don Francisco de Asís Bustamante. La procesión aparece en todo su esplendor por todo su recorrido.  El paso de Cristo  se adornaba con iris, no lirio, morado y el de la Virgen con clavel. El Señor no va acompañado por música mientras que la Virgen si la lleva, rasgo muy característico de Vera-Cruz que contrasta enormemente con lo que era antes en un momento de la historia en que  acompañaba al Cristo la Guardia Civil.

Y llegó el Viernes de Madrugada y con esta hora la salida del Gran Poder. La verdad y todo tengo que decirlo después de venir de Sevilla, donde viví el intenso temor que sufrimos todos los que contemplamos lo que ha sido un gran desastre para la Semana Santa y la ciudad, era un remanso de paz ver el Gran Poder por las tranquilas y silentes calles nazarenas. Yo suelo ver el Gran Poder salir o a la entrada pero, indudablemente, el momento que más valoro es a la amanecida por lugares como los Cuatro Cantillos, enfilando una de las más bellas calles nazarenas para el recorrido de las cofradías como es la calle del Canónigo. No cambio esa amanecida del Gran Poder por nada y me parece, con mucho, uno de los momentos más bellos de la Semana Santa nazarena. El Señor en todavía nuevo paso que es una joya de filigrana –aunque algunos ,es cuestión de gustos, vean demasiadas figuras en él- iba adornado con claveles rojos. La Virgen lucía en su paso acompañada por San Juan Evangelista. El cortejo es muy distinto al que conocí en mi infancia pues cada vez acompañan menos promesas al Señor. Es una costumbre que ha mermado y que convendría potenciar. Acompañaba de preste a la Virgen el párroco de Santa María Magdalena don Manuel Sánchez de Heredia.

Esa tarde tuvieron lugar los Oficios de la Pasión del Señor después de los  turnos de vela que habían organizado todas las parroquias. En Santa María Magdalena tuvieron lugar a las cinco y media y fueron muy largos y solemnes. Asistieron muchísimos nazarenos y el ambiente de luto que se mostraba en el recogimiento de los presentes, en detalles como los vestidos y trajes negros daba idea de lo que debe ser un verdadero ambiente de Viernes Santo. En las demás parroquias e iglesias de la ciudad también destacó la solemnidad de tan importante día.

Y después salió a la calle una de nuestras cofradías más populares, la Amargura. Aunque está bonita en todo su recorrido a mi me  gusta especialmente por su barrio. La Virgen y el Señor iban en loor de multitud, acompañados por numerosísimos nazarenos que llenaban las calles del barrio de la Costa del Sol donde abre sus puertas la capilla de esta popular cofradía. Muy interesante como siempre en el cortejo la presencia de las tres virtudes teologales –Fe, Esperanza y Caridad- y de la Santa Mujer Verónica. Iba de preste el párroco de la feligresía en que se enclava la capilla, el Divino Salvador, el antes citado don Francisco de Asís Bustamante. El paso de Virgen se adornaba con clavel rojo. De todos es sabido el tirón que tiene esta interesantísima cofradía que siempre ha concitado el fervor de los barrios más extremos de la ciudad, desde el tiempo que se abría su primitiva capilla en el Cerro Blanco.

Y llegó el Sábado y con ella nuestra cofradía oficial, el Santo Entierro. Es una cofradía bella e interesante donde la veas porque lo importante no es el marco urbano, que también lo es, sino sobre todo el cortejo muy completo y hermoso.  Destacan en él el muñidor,  como en la Mortaja de Sevilla u otras cofradías de la provincia, las tres Marías –Magdalena, Cleofás y Salomé-, las virtudes teologales –Fe, Esperanza y Caridad- y la Santa Mujer Verónica. También es importante la presencia de la ciudad que acompaña, como en Sevilla, una parte del recorrido aunque antes era todo. El paso del Señor se adornaba con iris morado y el de la Virgen con clavel blanco en ramos troncocónicos. Iba de preste el párroco de Santa María Magdalena don Manuel Sánchez de Heredia.

Luego llegó la vigilia pascual preludio del momento más importante de nuestra fe, la Resurrección de Cristo. Se celebró también con toda solemnidad en los templos de la ciudad. Por último, el domingo de Resurrección, hubo misas de resurrección, algunas tan vividas como la de San Sebastián, y otras en plan de solemne función como la que dedica a su titular la hermandad del Santo Entierro y que acaba con el Regina Coeli como saludo a María Santísima de la Soledad. Ahora bien yo veo que la Semana Santa no estará completa hasta que no procesione el Resucitado. Existen dos imágenes de esta advocación en la ciudad a saber: el del Santo Entierro y el de la Parroquia de Nuestra Señora del Amparo y San Fernando. Pero no existe procesión. Hay que llenar este hueco que se nota más en una ciudad tan importante como Dos Hermanas. Me da igual quien lo llene pero hay que llenarlo. Medios hay para ello y voluntad también.

Y llego ya casi al final de este artículo. Sólo daré unas leves pinceladas de lo demás. Grande fue por ejemplo el acompañamiento del clero pues los respectivos párrocos fueron cada uno con su cofradía, en muchas ocasiones todo el recorrido, amen del acompañamiento de los prestes. También destacó el acompañamiento musical con bandas de la ciudad y fuera de ella. Vera-Cruz, por ejemplo, estrenó la banda de Nuestra Señora del Carmen de Villalba del Alcor tras el palio.  Igualmente destacó el trabajo de los costaleros sobre todo porque una gran parte de la juventud nazarena le gusta vestir el costal y portar a sus imágenes. En cuanto a los tocados de las imágenes de las Vírgenes, todas iban impecables con encajes, mantillas o tul. A destacar por ejemplo lo despejada que iba la Virgen del Mayor Dolor, el tocado de raso de la Virgen de la Amargura, el pecho de encaje de la Virgen del Amparo y Esperanza, etc. etc. Por último me queda hablar unas palabras del pregón. Primero hizo una presentación muy sentida y que mostraba, ante todo y sobre todo, los lazos que le unían la pregonero Agustín García Gandullo. En cuanto al pregón de Fernando Martos Varela hay que decir que, por lo menos para mi, ha sido uno de los mejores que se han pronunciado y no quiero nombrar otros porque me voy a poner muy visto. Destacó por su muestra de compromiso como debe de ser pero sobre todo por las piezas literarias que le dedicó a todas las cofradías. Antológica, desde luego, la que dedicó a Vera-Cruz que saltó las lágrimas de los veracrucistas presentes. Pero también fue muy bella la del Gran Poder, la de la Borriquita, la de Pasión…El pregonero creo que sobre todo mostró que tiene, aparte de una profunda vinculación a nuestras hermandades sean de gloria o penitencia, una preparación literaria excepcional propia, puede decirse, de uno que se dedica a escribir. A mí, ya digo, me gustó mucho porque fue una pieza que envolvía al oyente. No usó en absoluto de la poesía, de los ripios o de la poesía mal rimada lo que es un problema, a mi parecer, de los pregoneros. Fue una pieza esencialmente de prosa poética de grandes quilates.

Y acabo deseando un poco tarde aunque en pleno tiempo pascual que todos gocemos de la alegría de la Resurrección de Cristo, Primicia de toda Carne. Sea éste nuestro máximo consuelo.