Vuelvo con la crónica cuaresmal y de Semana Santa y hablaré un poco de los altares de culto y de los mismos cultos de las cofradías. El del Gran Poder puede definirse con tres términos: inusual, muy exótico y escriturísticamente con incorrecciones. Con esto está todo dicho. Muy bello, como siempre, el de Santo Entierro. El Señor estaba colocado sobre un paño negro bordado de la Parroquia de Santa María de Écija mientras que servía de fondo el paño de difuntos de la Divina Pastora propiedad de la Hermandad Sacramental. El de la Oración en el Huerto destacó por su lujo y belleza formando pándem al lado de Jesús las imágenes del Ángel y la Virgen de los Dolores. Las flores y la cera estaban muy cuidadas. El equipo de priostía que quiero citar estaba formado por Darío Román, José Molero, Juan Luis Camacho, Jesús Triana, Jesús Cuadra, Juan José Molero y Jorge Mejías. En cuanto al altar del Cautivo fue un acierto colocarle un resplandor de metal propiedad de la Hermandad de la Trinidad de Sevilla. Muy sencillo pero también muy adecuado a las necesidades del Templo era el altar de Nuestra Señora del Amparo y Esperanza de la Hermandad de La Cena. Por último, citaré el de la Amargura en el que la Imagen llevaba corona y no resplandor y destacaban los ramos troncocónicos que adornaban el conjunto.
En cuanto, a la oratoria sagrada que se desplegó en los cultos de las hermandades destacó por su belleza. Quiero resaltar que el sacerdote Manuel Sánchez Heredia en la función de Oración en el Huerto predicó la alegría del cristianismo frente a las caras de los presentes que ciertamente estábamos más serios que un cuarto de especias. Pero así es esta Dos Hermanas devota y romera que abarrota las funciones de sus cofradías y que consigue que muchos hombres vayan regularmente a misa.
En cuanto a los Via Crucis el de Pasión destacó por la belleza que desplegó en esa ciudad jardín que en la barriada de Las Portadas. El Cristo por fortuna se tocaba con corona de espinas y potencias.
En cuanto al del Viernes de Dolores de Vera-Cruz considerado el decano y posiblemente más importante de los Via-crucis nazarenos tuvo que cortar el itinerario por la calle Goyeneta -la Mosca- debido al agua. Impresionante, como siempre, fue la subida del Cristo.
Por su parte, el de la Amargura destacó por el gran número de hermanos que acompañaban a los titulares que formaban un lucidísimo y devotísimo cortejo. También estaba previsto el Via Crucis del Cristo de la Esperanza de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz para el Viernes de Dolores.
Del mismo modo hubo diversos traslados y subidas a los pasos. En cuanto a besamanos y besapiés destacan el de Jesús de Gran Poder, el de Vera-Cruz el Viernes de Dolores, con el Cristo inusualmente alzado sobre un monte y el de la Virgen de los Dolores celebrado en su casa de hermandad donde previamente habían sido trasladadas las imágenes en la tarde del Domingo de Pasión. En el mismo día se trasladó a la Virgen de Amor y Sacrificio a El Tomillar donde apareció en besamanos. Vestía espléndidamente con traje de gran riqueza y una media luna.
Pero es hora ya de pasar a las procesiones. La Agrupación del Prendimiento sacó a su Virgen del Carmen en la tarde del Domingo de Pasión desde la Capilla de San Sebastián a la que había sido trasladada el viernes y de la que marchó el lunes. La Virgen es extremadamente realista en un estilo muy propio de esta época que algunos autores no toman por querer continuar con la idealización clásica. La Señora iba al pie de la Cruz y su procesión la vieron numerosos fieles bajando incluso al centro de la ciudad.
El Sábado de Pasión salió de la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva la procesión de Jesús de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Paz que forma parte también de una Agrupación Parroquial. Marchaba en el paso antiguo de misterio de la Cofradía de las Aguas del Dos de Mayo -antes de San Bartolomé- de Sevilla, paso sencillo y a la vez alegre. El paso por el parque es lo más significativo de esta procesión. Espero que pronto ambas agrupaciones se conviertan en cofradías de hecho y derecho.
Y llegó el Domingo de Ramos. Muy solemnes fueron las diversas procesiones de palmas y misas de ramos. Y por la tarde salieron la Borriquita y el Cautivo. Hay que tener en cuenta que se formó un auténtico caos en Dos Hermanas desde la que nos llegaron noticias a Sevilla ante la recogida de ambas cofradías por temor al agua que había caído en cantidad en Morón de la Frontera, Los Palacios y Villafranca y Utrera. La Borriquita se refugió en la Capilla de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder en la calle Real Utrera y el Cautivo en la Casa Hermandad del Santo Entierro en la calle Real Sevilla. Desde allí salieron como buenamente pudieron formando una estampa única que por cierto no es la primera vez que aparece en los Domingos de Ramos nazarenos. Yo vi a la Borriquita por la calle Santa María Magdalena. Era bellísima la decoración floral del paso de Cristo muy barroca y con flores de muy diverso estilo. A destacar el Señor con su túnica burdeos bordada con el dibujo que parece un escorpión y las nuevas túnicas, a la vez más lujosas y realistas, de los Apóstoles y del Niño Hebreo. Ciertamente, se echan de menos más figuras en el paso. En cuanto a la Virgen iba perfectamente ataviada con un tocado excelentemente puesto en un paso que brilla por sus bellos respiraderos y por la saya blanca bordada de la Imagen.
En cuanto al Cautivo, el Señor vestía su túnica persa de color burdeos. La justificación para que no lleve corona de espinas es que se haya en el momento de su prendimiento aunque tengo que decir que la mayoría de los Cautivos llevan coronas de espinas por derivar del modelo de Medinaceli de Madrid, primitivo Cautivo y Rescatado. La Virgen, que unas veces va vestida en un estilo ‘macarenoso’, esta vez iba en uno ‘trianeroso’ mostrando el doble origen histórico de la hermandad aunque tengo que hacer ver que es más antigua la raíz trianera -representada por mi tío José Pérez Iborra- que la macarena -representada por los hermanos Alfredo y Carlos Delgado de Cos-. La hermandad corría camino de su Iglesia y hay que anotar que todos los tramos del palio se refugiaron en Santa María Magdalena menos uno que lo hizo en el Santo Entierro. De todas formas a pesar del agua la cofradía marchaba con una relativa tranquilidad. Menos mal que nos libramos de las dantescas escenas vistas en la Borriquita de Morón de la Frontera.
Y así aconteció este singular Domingo de Ramos en el que salieron a la calle dos importantes cofradías. Tengo que recordar que el Cautivo posee uno de los mejores ajuares del pueblo lo que dice mucho de una hermandad que en sus principios alegó un buen ajuar, después pasó por periodos de decadencia y hoy yéndose a residir a la Parroquia de Nuestra Señora del Rocío se ha levantado notablemente. En cuanto a la Borriquita sigue siendo la hermandad familiar de siempre. Y con esto acabo este artículo esperando hablar en el siguiente de las otras cofradías.
Nota: Por error cuando hablaba la semana pasada de que Matilde de la Cueva Godoy le tocaba al Ministro Godoy dije que era por su esposo cuando en realidad era por su madre. Perdonen por lo que ocasionan los martinitos de la redacción.