La Virgen estuvo bellísima ante la Casa de Hermandad de Dos Hermanas
Inicio este artículo, el segundo de una serie de dos, hablando espero que largo y tendido y claramente sobre la procesión de Lunes de Pentecostés de la Virgen del Rocío. Tengo que decir en primer lugar que la Virgen sale el Lunes porque este segundo día de la Pascua de Pentecostés se dedica a Ella. El primero, el Domingo, se dedica al Espíritu Santo y el tercero, el Martes, al Padre Putativo de Jesús y esposo de María, a San José. La Reina de las Marismas y Patrona de Almonte vestía con el traje de las hermandades también llamado de los Apóstoles. Confeccionado en el Colegio de Santa Isabel de Madres Filipenses Hijas de María Dolorosa de Sevilla entre 1950 y 1961 fue diseñado por Joaquín Castilla Romero. Fue restaurado en 2001 en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico con el patrocinio de la familia Vela Vela. El ajuar está formado por el manto, la saya, regalo del vizconde de La Palma Ignacio Cepeda y Soldán, la toca, el sobremanto y el traje del Niño. Ambos lucen las coronas de su coronación del año 1919, costeada la de la Virgen por suscripción popular y la del Niño por Juana Soldán y Rañón, madre del vizconde de La Palma. Las ráfagas son las de punta de martillo, y están realizadas en plata sobredorada. El rostrillo de la Virgen, también de 1919, es el donado por el canónigo de la catedral de Sevilla el hinojero Juan Francisco Muñoz y Pabón, el gran impulsor de la coronación de tan Celestial Señora.
El adorno floral es obra de José Manuel Vega Morales, de nombre artístico –es diseñador de modas- Mamé de la Vega, hijo de José Manuel Vega Cabrera y María del Carmen Morales González, camarista de la Virgen, cargo que ostenta y que ostentará, si Dios quiere, su hija Carmen Rocío Vega Morales.
Las flores eran margaritas y gerberas de color amarillo y blanco como motivo principal en alusión estos colores a los papales, recordando la visita a la ermita de Su Santidad el papa San Juan Pablo II hace treinta años. También se exornaba con pequeños ramos de paniculatas en tonos verdes y blancos.
Este año, ante la rotura del banzo delantero izquierdo en el pasado año 2022 en la presentación ante la imagen en la procesión de la Hermandad de Cádiz en la puerta de la Hermandad de Carrión de los Céspedes, lo que provocó la entrada temprana de la Virgen a las 6.20 horas al romperse a las tres horas de la procesión, tal como también ocurrió el año en que se rompió el varal de las andas el año 2001 a las ocho de la mañana, ha hecho que se restauren las andas haciéndolas más ligeras. No quiero entrar en todo lo que se ha ejecutado en ellas porque no me cabe en este artículo y, además, se puede consultar en cualquier lado pero sí diré que no fue óbice para que la Virgen dejara de caerse. En efecto, la Blanca Paloma, se cayó durante todo su recorrido en este año, tal como ha ocurrido en sus últimas salidas. Alternaba la Virgen recta y muy bien llevada en la procesión con las numerosas caídas en el suelo. Como es lógico, ello provocaba la consternación de los romeros y me consta que los mismos almonteños no sabían qué hacer. Ese es el problema, que los almonteños no le saben dar la solución. Muchas veces se dice que el público presiona sobre los hombres que llevan la Virgen. Es muy posible. Lo que sí me consta, y lo sé porque convivo mucho con los almonteños, es que ellos son los primeros interesados en resolver el problema. Se trata de su Patrona y eso para ellos es muy sagrado.
Pero, en fin, la procesión hizo su recorrido llegando a todas las hermandades. Carmen Rocío, la ya nombrada hija de la camarista, se subió dos veces a las andas, una entre las casas de hermandades de Huévar del Aljarafe y Villamanrique de la Condesa para animar a los almonteños y otra en la casa familiar, la casa de las camaristas, donde es costumbre llevarla y rezar una o varias salves. Es admirable Carmen Rocío Vega Morales porque ha heredado diáfanamente todo el poderío de su tatarabuela, la famosa Anita Valladolid Moreno, camarista del tiempo de la coronación de la Señora; de su tía bisabuela la soltera Dolores Acevedo Valladolid; de su abuela Anita González Acevedo y de su madre y de su tía María del Carmen y Anita Morales González. El personaje de la camarista es muy importante en la sociedad almonteña, una sociedad patriarcal pero donde este personaje femenino que cuida a la Virgen posee gran poder. Por otra parte, el hermano José Manuel Vega Morales se ocupa también de la Virgen, siendo heredero, aparte de su madre y de sus mayores, del difunto y tan añorado Celestino López Taillefert, de una familia, los López, que desde generaciones han cuidado también de la Virgen junto a las camaristas.
La Virgen, poco a poco, visitó todas las hermandades desde la primera que es Huévar del Aljarafe hasta la última que es Moguer, ambas visitadas en sus casas de hermandades. También la Pastora almonteña llega a la Hermandad Matriz de Almonte, que tan fervoroso culto le dispensa y que cela tanto por su imagen titular.
Este año, como en pasados, la Virgen llegó a Gines y tomó la acera de la Hermandad de Granada a la de Sevilla –conocida popularmente por la de El Salvador-, pero no llegó a ésta quedándose enfrente de la casa de mi familia en la plaza de Doñana – El Eucaliptal- número 28. Después se presento ante Gines donde la esperaba en el balcón el nuncio Monseñor Bernardito Cleopas y Auza.
La Reina de las Marismas continuó por la acera del Eucaliptal, donde se haya la casa de hermandad de Gines, y a las 12.30 horas visitó la casa de hermandad de Dos Hermanas en la calle Almonte, enfrente de otra hermandad muy importante, la de Jerez de la Frontera, que en sus principios anduvo pareja a la de Dos Hermanas. La visita de la Blanca Paloma, provocó el delirio de los rocieros nazarenos, algunos de los cuales pertenecen a viejas familias rocianas y otros son rocieros más modernos pero no menos llenos de devoción a la Virgen del Rocío. Afortunadamente las andas se acercaron muy rectas al simpecado nazareno y se le pudieron echar bien los pétalos de rosa, con los que, tradicionalmente, Dos Hermanas obsequia a su Reina. Y hay que decir, porque es verdad y nos debemos sentir legítimamente orgullosos, que nuestra cofradía fue la primera en el Rocío que tiró una petalada a la Virgen, costumbre que han tomado luego otras hermandades y particulares.
Luego, la Virgen siguió su camino entrando en la ermita a las 14.23 horas, una de las entradas más tardías de los últimos años y más similar a la de años ya pasados antes de que la Virgen empezara a entrar más temprano.
La procesión fue triunfal porque la Virgen impone con su serenidad y su carisma que su salida sea el momento más importante de la romería o al menos así debe considerarse, sobre todo por encima del camino, al que a veces se da más importancia de la que tiene que tiene mucha. El inconveniente son las caídas. También hay que añadir que este año había más romeros en la aldea y este hecho se notó en la procesión.
Pero después de este emocionante y climático período que es la procesión viene la tranquilidad y la vuelta. El lunes por la tarde, a las 20 horas, se rezó en nuestra casa de hermandad el Santo Rosario, siempre muy participado.
La hermandad salió el martes y la primera noche durmió en la parada del Camino de las Glorias. El miércoles siguió su camino y pernoctó en los Silos y el jueves pasando por la Corchuela entró en Dos Hermanas por la calle Cristóbal Colón, pasó por el Palmarillo, siguió por Santa María Magdalena, pasando por la Plazoleta, y llegó a la Plaza de la Constitución –los Jardines- entrando en nuestra Parroquia Mayor y Más Antigua de Santa María Magdalena. Los bueyes iban menos cansados que el año pasado. A las 22 horas en punto el hermano mayor acabó de dar las gracias a los romeros por el maravilloso camino. En efecto, todo el mundo opina que ha sido uno de los mejores años de camino por las buenas temperaturas y porque se cumplieron los horarios no yendo la hermandad agobiada. A resaltar que este año, al igual que el pasado de 2022 no se pasó por la Parroquia de Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Las Portadas ni por la Parroquia de Nuestra Señora del Rocío, templo de muchos y populosos barrios nazarenos. Esto propició que se llegara más temprano y que hubiera mucha más gente en la entrada.
Por último, tengo que decir que el esforzado y entregado hermano mayor es mi primo hermano José Antonio Alonso Cardona que ha llevado a la hermandad con la mano firme de un rociero –de familia rociana- de toda la vida. No menos se podía esperar del que es hijo de un hermano mayor mi tío Antonio Alonso Muñoz ‘El Pelao’, nieto de un teniente hermano mayor mi abuelo Antonio Alonso Madueño ‘El Pelao’ y sobrino nieto de otro hermano mayor mi tío abuelo José Pérez Iborra, aparte de pariente de mucha familias rocieras que han dado otros muchos cargos a la junta. En fin, mi felicitación a él y a toda su junta de gobierno.
Pues bien sólo me queda decir en homenaje a la Virgen ¡Viva la Virgen del Rocío! que con su manto protege a todos sus hijos de los más diversos lugares.