Tras los espantosos tiempos pasados, Dos Hermanas volvió a vivir la Romería de su Protectora
Tras dos años sin vivir la Romería en su formato habitual -el primer año solemnizado en una bella y singular eucaristía y el segundo año con una peregrinación a la ermita de la Virgen que al fin y al cabo era una romería- volvió de nuevo el Valme de ayer, de ahora y de siempre. Dos Hermanas vivió intensamente la Romería de su celestial Protectora y Patrona de su Excelentísimo Ayuntamiento.
Y empezaron los cultos el día 7-festividad de Nuestra Señora del Rosario- con el solemne traslado de la Virgen desde el sagrario al altar mayor a las nueve de la noche. Se trató de un acto multitudinario, este año más concurrido si cabe o, al menos, eso opinaban los presentes.
El día siguiente, el sábado 8, a las 19.10 horas, se rezó el santo rosario, la felicitación sabatina y la misa por los cofrades difuntos. A su fin, se impusieron las medallas a los nuevos hermanos y se organizó un acto de homenaje a los hermanos más antiguos. Y el domingo fue un gran día. A las 10.30 horas, fue la ceremonia de apertura de la Puerta Santa e inicio del Año Jubilar, que se le ha concedido a la hermandad por los cincuenta años de la coronación canónica de tan celestial Señora. La abrió el Excelentísimo y Reverendísimo Señor don José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, que luego presidió la función principal acompañado del arzobispo emérito Excelentísimo y Reverendísimo Señor don Juan José Asenjo Pelegrina. También estuvieron presentes la consejera de Desarrollo Educativo, Patricia del Pozo; el consejero de Turismo Antonio Bernal y el alcalde de esta valmista ciudad, Francisco Rodríguez García. El cortejo para abrir la puerta salió desde Santa Ana hasta Santa María Magdalena. Ya sabemos que la indulgencia plenaria del año jubilar se gana confesando los pecados, recibiendo la sagrada comunión, rezando por las intenciones del papa, rezando un padrenuestro, el credo, la invocación a la Virgen y la invocación a Santa María Magdalena. Y es notorio que la cofradía recomienda como punto de inicio de la peregrinación hasta los pies de la Virgen la plaza del Arenal, a los pies de monumental relieve de bronce que recuerda que en ese lugar fue coronada la Virgen de Valme el 23 de junio del año del Señor de 1973.
La misa fue predicada por el presidente, el señor arzobispo, que incidió en que el valimiento de la Virgen serviría para encontrar la fortaleza y ser fieles a las raíces cristianas. También, es muy significativo que dijera que el amor a Santa María de Valme había de ser un verdadero estímulo y una ayuda poderosa para entender lo que Dios quiere de nosotros.
Hay que decir que cantó la función la coral Regina Coeli que, como siempre se lució.
El otro acto importante del día fue el pregón de la romería en honor y gloria de Santa María de Valme. Fue el pregonero Antonio Miguel Bascón Román, al que presentó el sacerdote don Antonio Vergara González, párroco del Espíritu Santo de Mairena del Aljarafe y canónigo de la catedral de Santa María de la Sede de Sevilla que hizo un recorrido por la persona del pregonero al que le unen fuertes lazos de amistad.
En cuanto al pregón, ha sido sin duda uno de los mejores de los últimos años. El pregonero no es nuevo en estas lides pues ya ha dado el pregón de Semana Santa y sus obras son todas una verdaderas obras de arte.
Empezó el pregón con un recorrido por todo el mundo de las advocaciones marianas tanto de Andalucía como de fuera de ellas. Fue desde luego una parte muy original del pregón que a nadie se le había ocurrido tratar en años anteriores.
En cuanto el resto del pregón habló de la juventud y de la madurez, de los actos de la romería y destacó también por la mención de personajes que fueron importantes en la coronación.
Por otra parte, no sólo fue el texto lo importante sino también la puesta en escena grandilocuente y teatral pero que por ello hacía más hermoso el pregón.
En fin, a mi me gustó mucho el pregón y considero que con un listón tan alto se tiene que procurar buscar personas que puedan seguir con esta línea.
Del lunes 10 al viernes 14 se celebró el quinario. A las 11.30 de la mañana hacían ofrendas de flores los colegios y centros educativos de la ciudad. A las 20.45 horas se celebraba el quinario con el orden siguiente: rezo del Santo Rosario, Ejercicio del Quinario y celebración de la Santa Misa que presidía y predicaba don Adrián Sanabria Mejído, párroco de Nuestra Señora de los Ángeles y Santa Ángela de la Cruz de Sevilla. El predicador con sermones ni largos ni breves hizo durante el quinario un bellísimo recorrido por la figura de la Virgen como María Mediadora y Protectora, como mujer que se pone en camino –como debemos ponernos los cristianos-, como Madre de Dios y de los hombres, etc.
Al final del viernes fue la procesión claustral con Jesús Sacramentado, acto de una piedad, una hermosura y un esplendor difícilmente recogido en estas líneas.
Cantó el quinario el coro de la hermandad que es indudable que cada vez se encuentra más consolidado y que hizo, durante el quinario, un recorrido por las sevillanas valmistas.
Este año, como se ha hecho con innegable acierto los anteriores, se ha celebrado el quinario por la mañana. A las 10.15 horas tenía lugar el ejercicio de quinario, seguido a las 10.30 horas de la misa que predicó el párroco de Santa María Magdalena y director espiritual de la hermandad, don Manuel Sánchez de Heredia, que ya sabemos todos que está considerado un buen predicador que centra sus homilías en la Caridad, en esa virtud teologal, junto con la Fe y la Esperanza, que es el Amor que debemos a Dios sobre todo y luego al hermano. El miércoles, a las 18.30 horas, tuvo lugar un acto jubilar de ofrecimiento de la Juventud Cofrade de Dos Hermanas a la Virgen, con participación de las hermandades y diversos coros. El viernes 14, a las 19.00 horas, se celebró el acto de ofrenda de los exornistas de carrozas y galeras. Esa misma mañana a las 12.30 horas fue el baile de los nazarines, nuestros peculiares bailarines de Santa María de Valme. En pocos años se ha convertido su danza en una tradición.
El sábado 15 se empezó la veneración de la Virgen que duró desde las 9 hasta la 21 horas. Acabó con el rezo del Santo Rosario a las 8.45 horas seguido de la felicitación sabatina y el canto de la salve por el coro de la hermandad.
Y mucho se puede hablar de los cultos. En primer lugar, habría que anotar la afluencia de público. Se llenó el traslado, la función de iglesia, el pregón, el quinario, etc. Veo notorio que prácticamente había tanto gente en la función como en el quinario. También es relevante citar que muchos jóvenes acudieron a los cultos de la que es su Reina de Valme.
En cuanto a los estrenos que adornaron a María y a su altar en los cultos, hay que decir que primeramente estrenó un manto blanco bordado antiguo, una toca, dos columnas bajas que estaban puestas en el plan de altar con dos jarrones, un manifestador neogótico restaurados, dos ángeles restaurados, un magnífico y elegante manifestador hecho por el orfebre Juan Lozano Pérez, cuatro bellísimos faroles neogóticos y, por último, la Virgen llevaba en el cojín un broche con una flor de lis y amatista.
En cuanto al altar destacaba la Virgen en su sillón delante del resplandor y, bajo ella, San Fernando en el manifestador. A este flanqueaban dos ángeles.
El altar es muy bonito y lo hermosean muchas velas que se lucen menos por tener de fondo el retablo mayor. De todas formar todo tiene su explicación. No se pueden poner cortinas detrás pues tapan a Santa María Magdalena.
En fin, yo creo que el altar era hermoso y, además la belleza de la Virgen llenaba todo el conjunto.
Para acabar quiero decir algo del cartel. Ha sido muy criticado. A mi, por mi parte, me gusta. El retrato de la Virgen es soberbio y el resto del cartel tiene un toque moderno muy bello. Yo comprendo que a muchos no les guste el arte moderno y de ahí las críticas pero, y lo digo sin rebozo, es toda una obra de arte. A destacar que el rostro de Jesús Ríos Sutil aparece en la flor de la Señora como recuerdo de este gran nazareno.
Y acabo por hoy. La semana que viene hablaré de nuestra singular y simpar romería.