Crónica de la Romería del Rocío 2017

0
Rocío

La Virgen el Lunes de Pentecostés llegó a la hora del Ángelus a nuestra casa de la aldea

El que escribe estas líneas se considera –y es considerado- un ferviente rociero. Proviene de una vieja familia rociana de la villa y su abuelo Antonio Alonso Madueño  fue  fundador y teniente hermano mayor de la hermandad nazarena, su tío abuelo José Pérez Iborra tres veces hermano mayor y su tío Antonio Alonso Muñoz hermano mayor y eso por no hablar de los innumerables  cargos que ocupa o ha ocupado su familia, desde su primo hermano José Antonio Alonso Cardona que es, hoy por hoy, secretario primero hasta los numerosos parientes que han desempeñado otros oficios en la junta o forman parte de la cofradía nazarena. Aparte su tía, la única  que va a llamar mítica, Josefa Alonso Muñoz fue camarera durante dieciocho años del simpecado y su tía Ana María Alonso Muñoz directora del coro de las confraternidad al igual que su prima Ana Valme Alonso Muñoz. Para mi, al igual que la Virgen de Valme –y por ende Santa Ana e incluso San Sebastián- son los tótems, usando un lenguaje eminentemente antropológico, de mi pueblo la Virgen del Rocío es el tótem de mi familia materna. Por ello se comprende que para mi sea muy cercano el Rocío y más aún la figura de la Virgen, así sin títulos ni siquiera el dulcísimo por el que se la conoce.

Así pues quiero empezar por  los cultos, el triduo y la función que este año predicó el párroco de Nuestra Señora del Amparo y San Fernando de nuestra ciudad don Manuel Chaparro Vera, que hablo de la figura de María, de sus obras y milagros, contando en la noche del sábado una interesante anécdota de una curación de la Virgen. Fueron precedidos los susodichos cultos por el traslado del Simpecado que reunió en Santa María Magdalena a numerosísimos rocieros. A destacar, y mucho, la función que fue concurridísima, demostrándose lo que ya se sabe: que al igual que la cofradía es de las más importantes –y ricas- de la ciudad su función es de las más importantes, espectacular e impresionante como ella sola por el gran número de hermanos que congrega, por la gran protestación de fe, por el número de comuniones, etc. Pero no es sólo la función también el triduo estuvo lleno de un público devoto y rociero. Cantó el cada vez más magnífico coro de la hermandad formado por un grupo de entusiastas jóvenes. Después dijo el pregón el hermano Manuel García Monge, ‘Carri’, que hizo un recorrido por la romería nombrando, lo que es de agradecer, pues aparte de ser una muestra de cariño hacia los demás da anclaje en las cosas del pueblo al pregón, muchos hermanos. Pero destacó sobre todo el pregón por enseñar como se debe acercar al Rocío a los que no lo conocen o reniegan de él. Fue presentado por Juan Antonio Marín Franco que hizo un recorrido muy vívido por la vida del pregonero y sus andanzas. Hay que recordar que éste, aparte de regir un conocido bar,  canta en el grupo ‘Ala Ancha’ con el prestigioso poeta, compositor y cantante Pablo Oñós Gutiérrez.

También hay que decir que este año el cartel donde el simpecado surge encima de las carretas es obra del reconocido artista de Puente Genil Javier Aguilar Cejas, que ha realizado este mismo año el cartel oficial anunciador de la romería, encargado por la Hermandad Matriz de Almonte, donde aparece pintada la Virgen a hombros de sus almonteños entre los que se retrata el propio pintor.

Mas es hora ya de hablar de la romería. En su víspera las hermandades nazarenas, el Centro de Orientación Familiar presidido por su presidente Fernando Ortega y un grupo de trasplantados visitaron al Simpecado en la parroquia. Este año llevó alumbrándolo una vela del dicho Centro y otra de los trasplantados.

Y el miércoles previo al Lunes de Pentecostés que este año ha caído en 5 de junio, salió la romería. Oficio la misa nuestro párroco don Manuel Sánchez de Heredia repartiendo con él las abundantísimas comuniones el vicario parroquial don Rafael Gutiérrez Fernández. A las 8.05 salió el Simpecado por las puertas de la parroquia para dirigirse a la aldea. Acompañaban ocho carretas y unos cincuenta caballistas, destacando y mucho éstos por su atuendo y su manera de llevar los caballos, ni más ni menos como es lógico y natural en un gran pueblo de aficionados como es Dos Hermanas. Este año hay que decir que acompañó también el recorrido a caballo el párroco y director espiritual nombrado ut supra vestido con traje talar y sombrero, muy en la línea de sacerdotes que han ido siempre al Rocío como el dominico Fray Agustín López del Convento de Santo Domingo de Jerez de la Frontera, sede de la hermandad rociera de la gran ciudad de los vinos y caballos. No sé la razón, ni tengo tiempo para corroborarlo, pero creo que Fray Bienvenido Arenas Herrera, el tan conocido Padre Arenas, famoso dominico de San Jacinto de Sevilla o Fray Sebastián de Villaviciosa, famoso capuchino del convento de la Ronda también de Sevilla, ambos fervientes rocieros también iban a caballo en la romería. Procuraré enterarme por gente antigua de Triana. Lo cierto es que nuestro don Manuel ha estado genial con su idea y ello es muestra de su incardinación en la vida de nuestra hermandad y, por extensión, de nuestro pueblo.

Pero volviendo a la romería hay que decir que la primera noche, tras pasar el río en ese momento tan mítico para nosotros, que fuimos la primera hermandad que lo llevamos a cabo, pasó por Coria del Río, se durmió en Los Silos de Colina. Se notaba que iban más peregrinos, en gran parte por la recuperación económica tan evidente que ha propiciado que, en general, este año hayan concurrido más romeros a la aldea. Yo quiero destacar sólo a dos reuniones: la des los Cunis y los Carris y Las Niñas, comandadas estas últimas por nuestra ejemplar e incombustible camarera actual del Simpecado Encarni Ruiz Rodríguez. Pero eran muchas más y todas formadas por excelentes rocieros. La segunda noche, por otra parte, se hizo la presentación en Villamanrique, la antigua Mures, donde el devoto pueblo manriqueño espera a las carretas. Es un momento ciertamente impresionante, distinto a la recepción que Almonte, con tanto cariño, nos hace en la aldea, como hace con las otras 118 hermandades filiales. Esa noche se durmió en el Camino de las Glorias, donde nuestra hermandad posee un terreno.

Y el Viernes pasada la Raya Grande, Palacio y la Raya Chica se llegó a la aldea ya bien entrada la noche. Al día siguiente esperaba una gran jornada, la segunda de presentación de las hermandades y que empieza con la presentación de la primera, Villamanrique, a las doce de la mañana. En plena tarde se presentó Dos Hermanas, la número diecisiete. Es un acto impresionante. Yo no voy a decir, estaría mal, que es una de las mejores presentaciones. Son muchas y variadas las cofradías que acuden a la aldea. Pero si puedo certificar que llama mucho la atención al público que la  contempla sobre todo porque nuestro pueblo es un pueblo muy jacarandoso, que pone en todo mucho jaleo y mucha pasión, y, así pues, acompaña con su cante y su cariño a su Bendito Simpecado. Y ello es lo más destacable, el entusiasmo, sin límites que lo contengan, de los nazarenos. Y siguiendo con el sábado, hay que decir que esa noche pasa por nuestra hermandad el Rosario de Almonte, para mi gusto el más bello, por íntimo y recogido de los dos que se celebran.

Y llegó el domingo. La hermandad asistió al solemne pontifical del Domingo de la Pascua del Espíritu Santo, día dedicado al Divino Espíritu, igual que el Lunes se dedica a la Virgen y el Martes a San José, completándose así los tres días de la Pascua de Pentecostés, Presidió el obispo de Huelva, Monseñor don José Vilaplana Blasco, acompañado de su  hermano en el episcopado el obispo de Jerez de la Frontera don José Mazuelos Pérez, predicando el primero, ordinario del lugar, una sencilla pero bella homilía.  Este año, el pontifical fue largo pues se dio mucha importancia a los cantos y la coral de Hinojos y la de Santa María de la Rábida hicieron una mezcla de polifonía y sevillanas que disto mucho de agradar a los romeros. Además la megafonía mostró grandes fallos. En fin, no pasará a la historia por su solemnidad la misa del Real de este año 2017. Por la noche, en cambio, se celebró el solemnísimo Rosario al que asisten –como en el pontifical- todas las hermandades con sus simpecados. Es de agradecer a la Hermandad Matriz de Almonte que con excelente criterio haya restaurado que los simpecados pasen por la ermita. Luego, al llegar el  de Almonte a ésta la Celestial Señora fue bajada a hombros de sus hijos, los almonteños, a las 3.29. Y así empezó la procesión, este año con más público que otros y eso que siempre vienen muchos devotos, siendo esta jornada el auténtico termómetro del Rocío. Y la Virgen se caía. Yo, que he vivido en  El Rocío,  aldea de Almonte, veraneó desde hace muchos años en El Rocío y conozco muy bien a los hijos de este fascinante pueblo que es Almonte, no le echo a ellos las culpas en absoluto. Simplemente el público empuja las andas y no los deja trabajar. Ellos tienen razón cuando se quejan de ello. Para ellos es su patrona, su procesión y llevan siglos portándola. Nadie mejor que ellos lleva sobre sus hombros a la Blanca Paloma, Reina de las Marismas, Patrona de Almonte y Madre de Dios. Y la Virgen siguió. Este año, como el pasado, no llegó a la Hermandad de Hinojos que se conformó con llevar su Simpecado a la esquina de la calle Sanlúcar con el Acebuchal. Si en cambio llegó a Gines, como en años anteriores.  ¿Pasará algún día la Pastora Almonteña por las hermandades de Sevilla y Granada procesionando por aquel lado del Eucaliptal? Y a las 12, en que conmemoramos el anuncio del Ángel Gabriel a María la Virgen llegó triunfante a Dos Hermanas. Mira que casualidad que la Señora llegara a tan decisiva y devota hora. Y las 13.14 la Virgen entró en su ermita, después de una triunfante procesión, porque Ella siempre triunfa, y a pesar de los inconvenientes tan grandes de la procesión.

El Martes nuestra hermandad emprendió el regreso, parando en las dos paradas de ida. Hoy jueves hará su entrada triunfante en Dos Hermanas nuestro Bendito Simpecado tras pasar por las parroquias de Nuestro Padre Jesús de Pasión y Nuestra Señora del Rocío. Y yo acabo. Tras un recuerdo a la camarera de nuestro Simpecado, por la que ha llevado luto, Pepi Martínez Domínguez, mujer del que fue hermano mayor Manuel Mendizábal Merino, sólo me resta decir ¡Viva la Virgen del Rocío! y salud y suerte para el año que viene volver a verte.