Este año de nuevo como desde el año 1934 –la hermandad se fundó en el 1933- Dos Hermanas ha peregrinado al Rocío. Y lo han hecho sus dos hermandades, la de Dos Hermanas y la de Montequinto. Obviaremos la peregrinación de la segunda, que salió el miércoles 11 y que, aunque es hermandad reconocida por el arzobispado, aún no ha sido recibida como filial por la hermandad matriz de Almonte. Pero, antes de centrarnos en la romería, tenemos que referirnos al pregón y a los cultos, actos entre los más importantes en la vida corporativa de nuestra cofradía rociera. Los cultos –el triduo concretamente- fueron precedidos el miércoles por un bello e impresionante rosario público con el simpecado que discurrió por la Plaza de la Constitución –los Jardines-, Santa Ana, Real Utrera, Purísima Concepción y de nuevo los Jardines y que tuvo lugar por el setenta y cinco aniversario de la bendición de nuestro simpecado, bordado por los talleres de Esperanza Elena Caro y que según la tradición pergeñó el hermano mayor de aquellos lejanos tiempos José Pérez Iborra.
El jueves comenzaron los cultos que predicó le vicario parroquial de Santa María Magdalena don Rafael Gutiérrez Fernández, que se centró sobre todo en la Misericordia y María, Madre de Misericordia. Nos llama la atención sobre todo el predicador porque muestra su cultura usando muchas referencias a las lenguas clásicas en las que es todo un experto como de todos es sabido y que también logra engarzar muy felizmente los temas. El domingo se celebró la función de iglesia que predicó el mismo orador sagrado y tuvo lugar el pregón que estuvo a cargo de la hermana Marta Sánchez Román. Fue presentada por su hermana Blanca Sánchez Román. En el pregón Marta hizo un recorrido por la romería muy emotivo y que muestra su amplio conocimiento del Rocío, centrado tanto en el camino como en los actos celebrados en la aldea. A la vez usó un recurso muy común pero que siempre llega a los espectadores como es nombrar a muchos personajes familiares para los hermanos, lo que logra un evidente acercamiento al oyente. El pregón fue bello y llegó a los rocieros que abarrotaban el templo. Este año, también extraordinariamente, en el altar de cultos aparecía la carreta del simpecado cobijando a éste. Tras un tiempo poniendo el altar de cultos muy pequeño por las inclemencias de los tiempos, este año se ha vuelto a una solución lógica. Es de esperar que, en años posteriores, se monte la gran máquina que otros años ha guardado el simpecado y que estaba en la línea de los mejores altares de culto de nuestra Dos Hermanas.
El miércoles tras intensas lluvias salió la hermandad tras la misa de romeros. Este año llovió también el mismo miércoles, día en que la hermandad durmió en los Silos de Colina como tiene por costumbre en los últimos tiempos. Pasó Coria del Río bajo las intensas lluvias, siendo de ver que nuestra hermandad que inauguró este camino tuviera que pasar el Guadalquivir bajo un gran chaparrón. El jueves se siguió el camino pasando el Quema por el puente dado que iba el mismo Guadiamar muy crecido. Por otro lado, no se hizo la presentación en Villamanrique porque la hermandad de Triana se había metido antes dificultando el paso y, al parecer, no se le dio paso a la hermandad para entrar en Villamanrique –lo que si se hizo con Córdoba- teniendo que replegarse hasta la parada en el solar propio del Camino de las Glorias. Lo único que sabemos es que en Villamanrique se quedaron esperando lo que no debe pasar si la hermandad puede evitarlo.
El viernes se siguió por carretera el camino hasta el Rocío, entrándose en la casa de hermandad a las 8 de la tarde.
Luego el sábado, día que como a hermandad antigua le corresponde, tuvo lugar la presentación ante la Virgen y la hermandad matriz de Almonte. Tuvo lugar por la tarde y es muy llamativa por el modo peculiar con que la hermandad se presenta. Lastima que la hora no sea en ninguna manera la más apropiada para que los espectadores nos contemplen pero hay que tener en cuenta que nuestra antigüedad es nuestra antigüedad y por razones obvias esa es la hora que nos corresponde. Por la noche, pasó el Rosario de Almonte por nuestra casa hermandad de la misma calle Almonte que para el que escribe estas líneas es quizá el rosario más bonito y conmovedor del Rocío muy lejos de la bulla del rosario del domingo, día en que los nervios desvirtúan mucho este ejercicio de piedad. Seguiremos esta crónica la próxima semana.