Crónica de las últimas celebraciones vividas en la ciudad de Dos Hermanas

0
celebraciones

La procesión extraordinaria de Santa Ana fue magnífica y llenó Dos Hermanas de esplendor

Estamos  viviendo una época en Dos Hermanas de celebraciones extraordinarias alrededor de Santa Ana y la Virgen de Valme, que se han sumado a los cultos septembrinos de muchas hermandades. Así, ha tenido lugar el triduo y función a la Virgen de los Dolores con su correspondiente besamanos, el triduo y función a la Virgen del Mayor y Dolor y Traspaso con su correspondiente besamanos y el Stabat Mater que pronunció el hermano mayor de la Sacramental Alberto Díaz Cardona, el  triduo y función a la Santa Cruz de Vera-Cruz, el traslado a la Parroquia del Divino Salvador de la Virgen de la Amargura para celebrar un triduo volviendo a su capilla el último día para celebrar la función que presidió el obispo auxiliar de Sevilla Monseñor don Ramón Valdivia, eucaristía que fue retransmitida por Canal Sur. Por último, ha tenido lugar la romería de la Virgen de los Ángeles de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz de Montequinto. 

Ahora bien, yo quiero centrarme en las celebraciones en honor de nuestra Patrona y nuestra Protectora. Empezaré por el pregón conmemorativo del V Centenario Fundacional. Fue el pregonero el antiguo hermano mayor y actual teniente hermano mayor Agustín García Gandullo, al que presentó su hijo Jesús García  Ramírez. La presentación fue muy emotiva como corresponde a un hijo que presenta a un padre, con trozos tan destacados como el dedicado a su difunta tía Mari Ángeles o en el que describe la relación entre su padre y su madre. Pero iré ya al pregón. A mí me gustó mucho y yo no esperaba menos del pregonero. Tuvo la mala suerte de que le dio una bajada de  tensión y dejó la disertación. Salió a pregonar dos veces más pero, en ambas, tuvo que acabarlo su esposa, la hermana mayor de la cofradía Eva María Ramírez Ordóñez. Pero ya digo el pregón fue de grandes quilates. Principió con una relación en que unía un número de años con algún motivo de la devoción como, por ejemplo “Quinientos años unidos a la devoción primera de Dos Hermanas” o “Casi ochocientos años desde aquél lugar sin nombre a una gran ciudad”. Después, se dirigió a las autoridades. En  tercer lugar, hizo un recorrido desde los comienzos de Dos Hermanas a nuestros días. A mí me gustó mucho, tanto, que recordara la leyenda de la invención de la Santa como diversos aspectos de la Dos Hermanas más reciente como los aceituneras y los toneleros o la alusión a la romería de la Virgen de Valme a Cuarto, la Virgen Niña de la Estrella, el Gran Poder o la solemnísima procesión del Corpus Christi. Luego se  refirió ampliamente a la Santa, a su capilla y a su cofradía.  Posteriormente, entre otros temas habló de la juventud de la hermandad. También me gustaría decir que habló de la visita de la Santa al Monasterio de San José de Madres Carmelitas Descalzas. Fue, pues, un pregón enormemente profundo, como a mí me gusta, con muchos anclajes en la realidad histórica o de hoy en día de Dos Hermanas. Ello es lo que considero más importante. Fue, en suma, un magnífico pregón  a pesar de  los inconvenientes. 

Mas seguiré con los actos en honor de nuestra Patrona. El miércoles día 6 de septiembre fue  traslada a la Residencia San Rafael propiedad de la Compañía de Jesús y que regentaron, hasta hace muy poco, las Hermanas Josefinas de la Caridad. Fue acompañada por numerosos devotos. En la residencia la Santa se encontró con los mayores, con los abuelos como es Ella misma. 

El jueves día 7, se dijo a las 6 de la tarde, una misa en la residencia que presidió don Salvador Andrade Holgado, coadjutor que fue de la Parroquia de Santa María Magdalena de Dos Hermanas  y párroco de Nuestra Señora del Rocío de nuestra misma ciudad. Luego la Santa fue trasladada al Monasterio de San José de Madres Carmelitas Descalzas, parando en la Parroquia de Nuestra Señora del Amparo y  San Fernando y en la Parroquia de San José, donde la agrupación parroquial de las Tres Caídas le regaló un broche a la Patrona. 

También anotar que las hermanas Rocío y Lola Avilés Ortega le cantaron a nuestra Patrona cuando llegaba al Carmelo de San José. 

Ahora bien, toca cambiar de  tercio ya que el día 8 la trasladada a las Carmelitas Descalzas fue nuestra celestial Protectora, la Virgen de Valme. Salió tras una misa a la siete, que presidió y predicó el párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia, que habló magistralmente de la genealogía de Jesús. La Virgen fue llevada al monasterio acompañada de numeroso público.

A mí, sobre todo, me llamó la atención en estos traslados, aparte del fervor de un pueblo, el manto azul bordado de la Santa y, sobre todo,  el manto amarillo de damasco de la Virgen. Ambos realzaban mucho a las imágenes.

La Santa y la Virgen fueron colocadas en el Convento en el coro donde reza el oficio divino la comunidad, siendo colocadas una a cada lado del retablo cerámico de la Virgen del Carmen que preside este  recinto. 

El sábado 9, en el patio del recinto monástico, celebró una misa el Arzobispo de Sevilla Monseñor don José Ángel Sáiz Meneses. Durante la misma, la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas regaló a la cofradía patronal y a la de la protectora un broche con la medalla de la corporación rociera. Por otro lado, la confraternidad de la Santa regaló a la de Valme y a las monjas un broche con una reproducción de la cruz que según la leyenda se encontró en la hora de la invención de la Santa. Por otro lado, las monjas regalaron a Santa Ana y Valme un escudo de su Orden, la de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, ejecutados por el orfebre nazareno Juan Lozano Pérez.

A continuación, tuvo lugar la salida hacia la Parroquia Mayor, yendo primero Santa Ana y, en segundo lugar la Virgen de Valme. Es notorio que ambas imágenes se presentaron en tres casas hermandades: la de la Oración en el Huerto en la calle Aníbal González, la de la Borriquita en la calle Melliza y la del Santo Entierro en la calle Nuestra Señora de Valme, vulgo Real Sevilla. Las imágenes se recogieron muy tarde, pasadas las 2 de la madrugada del día 10.

Y ya acabadas, por ahora, las celebraciones alrededor de la Virgen, nos queda por hablar de las de la Santa. 

Los días 18 y 19 la Santa fue colocada en devoto besamanos. Los días 20, 21 y 22 tuvo lugar el triduo en la Parroquia de Santa María Magdalena, que presidió y predicó el sacerdote hijo del pueblo don Alberto Jaime Manzano, párroco de San Ildefonso de Mairena del Aljarafe, el cual habló muy bien de la Santa, su devoción y de los abuelos. Fue, sin duda, un triduo para disfrutarlo. 

El día 23 empezó, a las 7 de la tarde, la solemne función que presidió el ya nombrado Arzobispo de Sevilla Monseñor José Ángel Saiz Meneses que predicó sobre el  tema del Evangelio, el del dueño de la viña y sobre la devoción a Santa Ana.  Cantó magistralmente el Coro de Santa Ángela de la Cruz de la Hermandad de la Amargura.

Luego salió la procesión. La Santa no lucía su tradicional exorno de gladiolos blancos. En cambio, se ha optado por delphinium azul celeste, rosa salmón y champagne, clavel tintado salmón, frescias tintadas y brunas. A mí, particularmente, me  recordaba el adorno de numerosísimos pasos que han salido en la reciente Magna Mariana de Algeciras.

Hay que decir también que, para estos cultos y la procesión, la Santa lució un juego de coronas para la Patrona, corona para la Virgen y diadema para el Niño, obra del orfebre Ramón León, conjunto muy bonito y que favorecía mucho a la imagen.  Igualmente estrenó, del mismo orfebre, un sillón de estilo gótico. Por último, era nuevo también el manto burdeos con bordados simétricos y de hojarasca que recordaba los diseños de la escuela sevillana del siglo XIX y que era obra del taller Orobordado de Dolores Fernández.

En cuanto a la procesión, muchos hechos son destacables, como el numeroso público que contempló la procesión, que llegó a multitud en calles como Divina Pastora. También que reseñar los arcos y colgaduras que ornaban el recorrido o la alfombra de sal con la que el grupo joven adornó la calle Real. Abriendo el cortejo, iba la Banda de Presentación al Pueblo y cerraba la Banda de Santa Ana. Otras bandas tocaron a lo largo del recorrido como Entre Azahares en la calle Antonia Díaz, esquina Manuel de Falla, Ciudad de Dos Hermanas en la calle Rivas esquina Santa María Magdalena, Estrella en la esquina de la calle Melliza con Santa María Magdalena y Valme en la entrada de la misma calle Santa María Magdalena viniendo de Divina Pastora. 

También me gustaría destacar que en el cortejo iba el Ayuntamiento detrás del Consejo de Hermandades y Cofradías como debe de ser y no ha sido otras  veces. De todas formas, si somos puristas hay que decir que la Corporación Municipal debe ir detrás del paso. 

Hay que añadir que el cortejo oficial se despidió en la plaza del Emigrante, quedando sólo la Hermandad de la Santa. 

Y acabo así este apretado recorrido por las que han sido fiestas grandes del pueblo en honor de su Patrona y su Protectora.