Hoy trataremos siquiera levemente sobre el fútbol en nuestro pueblo. Y diremos que aunque existió anteriormente un desaparecido Dos Hermanas Club de Fútbol los inicios del actual están, en cambio, en el Atlético Dos Hermanas. A finales de 1957 un grupo de cinco personas se propusieron levantar el fútbol en nuestra ciudad. Eran concretamente Curro ‘El Carpintero’, el hoy conocido empresario Miguel Espina Martín, de la gente de los ‘Chaparrejos’, Segundo Criado Rodríguez, José Bellido y Miguel Román, también conocido empresario de la gente de los ‘Carditos’. Fundaron, pues, el Atlético Dos Hermanas.
Empezaron a jugar en la categoría local de Sevilla en 1957 en un campo en la barriada de Nuestra Señora del Amparo vallado con cañizo, estado en el que se mantuvieron muy poco tiempo.
Ya en 1958 entraron en este nuevo club nuevos directivos. Entre ellos el conocido maestro don Juan Reina Núñez, el gran personaje de la vida local muy especialmente en su vertiente religiosa y benéfica –recordemos su papel en Anidi- que fue Antonio Claraco Roig y el conocidísimo periodista aficionado Salvador Arribas Manchón, conocido por su origen como ‘El Madrileño’. Los tres pidieron a los conocidos almacenistas de aceitunas don Antonio y Don Manuel Lissen Hidalgo un nuevo terreno para campo del moderno equipo, que es donde hoy se alza el actual.
Era un terreno que no servía entonces para nada y en cuyo eucaliptal guardaban los Lissen los bocoyes vacíos. Por cierto, que don Antonio Lissen dijo que cedía el campo pero que, en cambio, no daba una gorda para el equipo. Lo cierto, y veamos lo curioso de la situación, es que los jugadores allanaron ellos mismos el terreno de juego para poder jugar y construyeron una valla alrededor del campo con palos de eucalipto para que el público pudiese encontrarse apoyado viendo el partido. Los tres vestuarios se construyeron de uralita. Es curioso también que no tenían agua caliente y Alfonso Hinojo Cabezuelo ‘Pocopelo’, jefe de material del equipo llenaba todos los días el depósito de agua que acarreaba de la otra punta del campo. En invierno el agua estaba helada.
En 1958, año que consideramos glorioso en el equipo, fue federado entrando en la Primera Regional. Se le puso de nombre el que aparece ut supra pues no se le podía poner Dos Hermanas Club de Fútbol por cuestiones económicas en la federación, al parecer por tener déficit el viejo equipo en ella.. Nuestro equipo siempre destacó por el buen conjunto de jugadores que tenía entre otros de la Primera Regional de la época como el Amateur del Sevilla, el Amateur del Betis, el Alcalá de Guadaíra, el Loreto de San Juan de Aznalfarache, el Cross del mismo San Juan de Aznalfarache –localidad por cierto de origen de la familia Lissen-, el Coria de Coria del Río, El Coronil, el Montellano, el Villanueva del Río y Minas, el Los Palacios, el Marchena, el Cañamero de la fábrica de cáñamo de San José de la Rinconada y otros cuantos que no hemos podido averiguar en un trabajo de campo.
Lo cierto es que la Primera Regional era el trampolín para el paso a la Tercera División y el Atlético Dos Hermanas siempre quedaba, terminada la temporada, bastante bien clasificado.
Ya en la temporada 1959-1960 organizó la federación en Sevilla, tras terminar la liga, un trofeo al que se le llamó Copa de Primavera. En el susodicho trofeo entraron equipos muy potentes como los ya nombrados y algunos más, siendo el Club Atlético de Dos Hermanas subcampeón del mismo. En parte debido a ello en la época en que las ligas terminaban la junta directiva recibía muchísimas peticiones de pueblos y ciudades para que acudiera el equipo a ellos en sus fiestas grandes, singularmente las patronales.
También es de destacar lo poco que ganaban los jugadores. Muestra de ello es que el primer año se tuvieron que pagar las calzonas. Tan sólo recibían por partido una invitación a una cerveza en la bodeguita García, sita en la plaza de la Constitución, nuestros populares ‘Jardines’, bien lejos, como comprenderán los lectores, del campo. De todas formas y por excepción recibían veinte duros –cien pesetas- en las fiestas patronales de Santiago y Santa Ana de la vieja villa y porque jugaban cuatro partidos, uno por día. Igualmente, les daban una tarjeta para entrar en la caseta municipal, en un tiempo ya pasado, por fortuna, en que sólo entraban unas pocas familias en la que hoy es caseta de todos, la de la ciudad de Dos Hermanas.
Entre los directivos que pasaron por el equipo se encuentran los cinco primeros fundadores, los tres que ya hemos dicho que consiguieron la cesión del campo por los Lissen y Carlos Rubio Dutoit ‘Macandro’, Anselmo, el Moreno, Lucrecio Farrán, el Tuli, Fernando Marín, Juan Marín y Ferrer.
Entrenaba por otra parte al equipo el nazareno Pepe Arias, Lorenzo Aranda y Parra Márquez.
Entre los numerosísimos jugadores que pasaron por este singular equipo nazareno, que hoy estudiamos, se encuentran Gonzalo, Parrales, ‘Manolín’, Manuel Durán, Rafael ‘El Dormío’, ‘Titi’, Manuel ‘El Ifni’, ‘El Trompi’, Valle, Quirós, Juan de Dios, Felipe, Segundo, Tinoco, Ceballos, Arenas, ‘Corona’, Salvador Arribas Manchón, Miguel Espina Martín, Agustín ‘El Chato’, ‘El Rorro’, ‘Antoñín’, ‘Fernandito’, Eligio, ‘Sotito’, José de ‘Ladia’. Tebe I, Alfonso ‘Pocopelo’, Nemesio, ‘Risi’, Rodríguez Mesa, Fernando ‘El Chato’, Fernando Salea, Fernando ‘El Gasolina’, Antoñito Román, Manolito de ‘Ladia’, Pepito Burgos, Marchena, ‘Francisquito’, Pepito Rosa, ‘Chocolate’, Miguel Román y ‘El Calaño’. Como vemos un elenco enorme de apellidos y apodos nazarenos de más o menos generaciones viviendo en la localidad.
A su vez, tenemos que añadir que, en cuanto a la federación, en estos que a muchos se le antojarán lejanos tiempos sólo existían cuatro categorías: Primera División, Segunda División, Tercera División y Regional.
Diremos de la misma manera que el equipo siempre destacó por el buen ambiente que existía en el vestuario y la amistad entrañable anudada entre jugadores, directivos y entrenadores.
El Club Atlético Dos Hermanas acabó en la temporada 1964-1965. Luego cogió el equipo el notario Félix Monedero Gil. El equipo se llamó Dos Hermanas Club de Fútbol, se llenó de jugadores profesionales y jugó para subir a Tercera División. Es el Dos Hermanas que hoy conocemos.
Hay que decir que el último presidente, Miguel Fernández Gil, les dio un homenaje a los viejos jugadores de nuestro equipo y les regaló un recuerdo que dice: “DHCF a –el nombre de homenajeado- en reconocimiento por su aportación a nuestra entidad, como fundador de la misma. 1958-2011. 8 de septiembre 2011”
Y con esto queremos acabar esta pequeña aproximación histórica a la trayectoria de este singular equipo. Sólo nos queda agradecer a su antiguo jugador Rafael Alonso Parrales, por cierto gran y conocido cofrade de Dos Hermanas, la información que gustosamente nos ha facilitado. Gracias.