En el cementerio se encuentran varios panteones de destacadas familias de la burguesía nazarena
Tras los dos artículos dedicados a la magna procesión por Sevilla de Santa María de Valme, retomo el tema del cementerio municipal. En esta segunda entrega, me voy a referir a algunos panteones de la burguesía del pueblo, que, aparte de tener un indudable valor histórico y antropológico, acaso lo tienen, sobre todo, devocional.
Empezaré por el primero el de la familia Delgado de Cos. Entre los hermanos, se encontraba Carlos Delgado de Cos, almacenista de aceitunas, hermano mayor de Valme y hermano mayor de la Esperanza de San Gil, de la Macarena. Estaba casado con Rosario Soldat Brozek, de origen checo como hija de don Carlos Soldat, conocido como ‘El Alemán’. Otro hermano era Alfredo, también almacenista, que fue hermano mayor del Cautivo y que había matrimoniado con Luisa Chozas. Por último, quiero citar a María Jesús que vivía en Huelva y era una mujer muy piadosa y alegre. El panteón está cubierto de mármol y es el de estructura más moderna de todos los que voy a analizar. Parece, en parte, una obra brutalista.
En segundo lugar, hay que citar el de José Gómez Claro, conocido como ‘El Chamorro’ por haber cimentado su fortuna en la venta de una cosecha en la finca de El Chamorro. Era un rico y conocido almacenista. Estaba casado con Ana Zambruno Díaz. Por cierto, que yo siempre he entendido que se llamaba así. Yerra su bisnieta la culta bibliotecaria María del Carmen Gómez Valera que la llama de segundo apellido Rivas, lo que yo he reflejado alguna vez. Pero no, el segundo era Díaz. En este panteón, hay una bellísima vidriera de la Virgen de los Dolores.
En tercer puesto, se ve el de José Gómez Martín y su esposa Faustina Valera García. El primero era un gran labrador y primer contribuyente de Dos Hermanas. Fue alcalde de la villa, igual que su padre Francisco Gómez Rivas. Fue, de la misma manera, hermano mayor de Vera-Cruz y el que donó, al parecer, la bella Milagrosa grande del Colegio de la Sagrada Familia, de Hijas de la Caridad, que tanta devoción tiene en la ciudad. Era conocido como Joselito ‘La Culebra’. El panteón se adorna con un bellísimo retablo cerámico de San José de la fábrica trianera de Ramos Rejano y que es obra del magnífico ceramista Alfonso Chaves.
En cuarto lugar, se encuentra el de la importante familia de industriales García Fernández que se adorna con un azulejo de nuestra protectora, la Virgen de Valme, obra también de la fábrica y el autor citados supra, y con una vidriera de la Virgen de la Esperanza Macarena.
En quinto puesto, se ve el de la familia Mora y Mora. Los patriarcas de este importante linaje forastero aunque muy incardinado en la ciudad -donde son grandes comerciantes- eran Juan Mora Palma y Antonio Mora Gálvez. Este enterramiento se adorna con una vidriera del Santo Patriarca San José.
En sexto lugar, se levanta el de Rafael Monge Cotán y Josefa Santana, padres del almacenista Rafael Monge Santana, casado con Ana María Jiménez Pérez, una ‘Cocorera’ . Se orna con una vidriera de San Antonio.
En séptimo puesto, se ve el de Manuel Martínez Gutiérrez, casado con Dolores Varela Barbero. Ella fue presidenta de la Asociación de la Subida a los Cielos, cuyo título lleva actualmente nuestra hermandad penitencial decana Vera-Cruz. Su hijo Manuel Martínez Varela fue un conspicuo cofrade de la citada corporación. Se encontraba casado con Rosario Prior.
En octavo lugar, se encuentra el de Francisco Rodríguez Álvarez casado con Josefa Gutiérrez Rivas. Él era un destacadísimo comerciante de droguería y que fue hermano mayor de Vera-Cruz, confraternidad que era conocida como la hermandad de ‘Pachico’ por los cargos que ostentó en ella. Fue también muy conocido su hijo José Rodríguez Gutiérrez, también importante comerciante, entre otros géneros de electrodomésticos, e igualmente gran veracrucista, casado con Gracia López González, de la gente de ‘Los Quitos’, padres, por cierto, de un sacerdote: don Francisco de los Reyes Rodríguez López, párroco hoy en Sevilla de San Andrés y San Martín; y de una hija Ana María. La otra hija del patriarca de la familia fue Josefa, la conocida Pepita ‘Pachico’, casada con Manuel Sánchez. Aparece en el panteón una vidriera con una cruz.
En noveno puesto, aparece la de la familia Cárdenas Castizo, importante y conocida familia de comerciantes de tejidos. En ella, reposa la madre Dolores Castizo Infante, villalbera -de Villalba del Alcor- y esposa de Ildefonso Cárdenas Limón, palmerino –de La Palma del Condado- y que era aperador del riquísimo labrador e industrial igualmente palmerino Salvador Noguera Pérez, casado con la almonteña Francisca Espinosa Fontdevila.
En décimo lugar, puede verse el de la familia Chacón Noguera, el del rico negociante José Chacón Mármol y su esposa Francisca Noguera Vidal. Se adorna con una bellísima vidriera del Cristo de la Vera-Cruz de nuestra ciudad colocado en su paso.
En décimo primer puesto, se contempla en la familia Viejo Henares que se adorna con una vidriera del Gran Poder.
En décimo segundo lugar, se encuentra el de la familia Charinos y en décimo tercero el de la familia Vallecillo Vélez.
En décimo cuarto puesto, se levanta el de la familia Cabezuelo Ferrando, importante familia de comerciantes y almacenistas de aceituna con origen en la localidad de la Sierra de Cádiz de Prado del Rey. En él yace Francisco Ferrando, José Cabezuelo Payán y Rosa Sendra.
En décimo quinto lugar, se ve el de mis tíos abuelos José Pérez Iborra y Dolores Antonia Muñoz Blanco, ella hermana de mi abuela Ana y él tío de una extensísima familia trianera residente en gran parte en nuestra ciudad, los Pérez, aunque su padre era de la localidad cordobesa de La Rambla. Se me va a permitir que me alargue un poco en la historia de mis tíos, que ya he tratado en este medio de comunicación, añadiendo nuevos datos. Ella era de antiquísima familia nazarena, los Muñoz, aunque los Blanco, su segundo apellido, venían de Utrera. Era profundamente valmista y muy poco rociera –contrariamente a su hermana, mi abuela, casada con ese gran rociero que fue mi abuelo Antonio Alonso Madueño, teniente de hermano mayor que era de la cofradía nazarena de la patrona de Almonte-. Mi tío, por otra parte, era cofrade de la Esperanza de Triana de cuya junta fue segundo diputado de culto y en Dos Hermanas del Rocío –de la que fue tres veces hermano mayor-, de Vera-Cruz -a cuya junta de gobierno perteneció-, del Cautivo –de la que fue hermano mayor y mayordomo-, de Santa Ana, de Valme y de la Sacramental, aparte de adorador nocturno. Era muy poco valmista –contrariamente a su esposa- y, por supuesto, un gran rociero. De hecho, ella cuando él era hermano mayor de la corporación de la Reina de las Marismas, echaba la casa por la ventana agasajando a la hermandad. Así mismo, según contaba el llorado Enrique Cabeza Cisma, fue la mejor hermana mayora que ha tenido el Rocío, lo cual debería ser estudiado comparándola con las demás, que son muchas. Por otra parte, él era pescadero de la plaza de abastos y ella pertenecía a una familia de carniceros. Su panteón se orna con un bellísimo retablo cerámico de la Blanca Paloma de la fábrica trianera de Ramos Rejano, obra del insigne ya citado Alfonso Chaves, similar en pequeño formato al que se guarde en nuestra casa familiar de El Rocío, que estuvo antes en la fachada de su casa de la plaza del Emigrante, enfrente a la plaza de abastos y que, unánimemente se considera, por estar en sitio tan emblemático, que contribuyó mucho a aumentar la devoción en Dos Hermanas a la Pastora de Almonte. También se asemeja al que existe junto a la puerta de entrada en el Convento de Santo Domingo de Jerez de la Frontera de los Padres Dominicos –la Orden de Predicadores- en el que reside la jerezana hermandad del Rocío. Ambos, el de la casa de El Rocío y el jerezano son obras de la misma fábrica y autor. Por último, tengo que decir que mi tío política mente era requeté –carlista- y ocupó, parece ser, en esta agrupación el cargo de secretario. No obstante, a pesar de ser carlista trataba mucho a la rama alfonsina, singularmente a la infanta Luisa de Orleans, mujer del infante don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y a su hija, Dolores de Borbón-Dos Sicilias y Orleans casada con el príncipe polaco Augusto Czartoryski y padres de Adán Carlos Czartoryski y Borbón-Dos Sicilias, tan vinculado a nuestras hermandades, sobre todo a Vera-Cruz.
Pues bien, acabo así este artículo en el que me adentrado en la Historia y el Arte de estos bellos panteones, mayormente propiedad de unas cuantas de las viejas o menos viejas familias de la burguesía nazarena. Espero que este artículo entretenga a nuestros indulgentes lectores.