Fue trasladado en un taxi a La Venta de Las Palmas, donde ha sido cuidado 55 años por la familia Asencio
Más de medio siglo ha tenido que transcurrir para que el Cristo de las Misericordias vuelva a reposar en lugar sagrado. Si ya era oscuro su origen (pues no se conoce a ciencia cierta quién lo talló y cómo llegó a Dos Hermanas), más oscuro pudo haber sido su devenir si, en el incendio de la iglesia de Santa María Magdalena en la madrugada del 19 al 20 de julio de 1936, no hubiera sido rescatado por dos valientes nazarenos: Maria Ignacia Pastora de Dios y uno de sus hijos, Fernando Asencio. Llegaron a la iglesia en un taxi, entraron y descolgaron al cristo de la pared de la capilla bautismal, donde se le rendía culto.
Cómo una imagen de tal dimensión y peso fue llevada en taxi por las calles de Dos Hermanas es algo difícil de explicar e imaginar. Pero así lo hicieron.
El Cristo, de estilo gótico renacentista, y con cinco siglos de historia, pertenecía a la familia Asencio, que lo cedió a la parroquia para su culto. Tras los sucesos que describimos, fue trasladado a la Venta de las Palmas (domicilio de Pastora de Dios) donde, en un principio, y hasta que se tranquilizó la situación, fue escondido detrás de un viejo ropero para que nadie lo viera. Más tarde, fue trasladado a una habitación de la casa, instalado en un altar dorado. Allí se convirtió, muchos años, en protector de los sueños de dos niñas, Pastora y Pepa, cuyas camas estaban al pie de su altar.
La Venta de Las Palmas (que además de venta y lugar de paso ha sido surtidor de gasolina, taller de tonelería y almacén de aceitunas) ha acogido al Cristo de las Misericordias hasta este año de 1991. La próxima Navidad, el “Cristo de la Venta” será trasladado a la nueva Parroquia del Ave María. Su párroco, Ángel Sánchez, conocedor de la existencia de esta valiosa figura, ha pedido a Rafael Asencio Poto, dueño actual de la venta, que se la done para el altar mayor de la iglesia. El Cristo abandona así la que fue su casa durante 55 años.
“Por culpa de este cacho palo nos van a quemar a todos”
Al arrojo de este nazareno, Fernando Asencio de Dios, y de su madre, se debe que hoy podamos disfrutar de este imponente Cristo. Sin embargo, no lo pasaron bien cuando tuvieron que sacarlo de la iglesia y esconderlo en la casa. “Por culpa de este cacho palo nos van a quemar a todos”, decía. Felizmente, no fue así.
Otra huésped de la casa: la Virgen del Mayor Dolor
No permaneció solo el Cristo de las Misericordias en aquella habitación de la Venta de Las Palmas. A su lado estuvo esta curiosa imagen barroca, la Virgen del Mayor Dolor, propiedad de la familia Asencio. Allí la depositó, a modo de regalo para la familia, Cayetano de Dios, el “Tío Tano”, que regentó un anticuario en El Arenal y poseía valiosas antigüedades. Esta virgen, que nunca ha llegado a estar en ninguna iglesia, fue trasladada hace unos años a su domicilio actual en calle Santa María Magdalena .
Efemérides
2/11/1934
Los obreros de los almacenes, contra las máquinas clasificadoras
El Comité Local de Acción Popular se ha dirigido por carta a la Patronal de Almacenistas y Exportadores de Aceitunas para que el próximo año de 1935 sean retiradas de los almacenes de Dos Hermanas las máquinas clasificadoras que están siendo instaladas últimamamente. “Si bien suponen progreso, en cambio dejan de percibirse el 80% de los jornales que se emplean en el clasificado de dicho fruto”, reza el comunicado. El Comité entiende que no se benefician los industriales nazarenos, “puesto que la utilidad que dichas máquinas reportan sólo sirve para abaratar el precio del fruto en los mercados nacionales y extranjeros, y en cambio resulta muy perjudicada la clase obrera de Dos Hermanas.” En la próxima sesión municipal será presentada una moción en ese sentido.
23/11/1928
Agredido cuando trabajaba en el campo
Ha ingresado en el hospital de Sevilla el vecino de Dos Hermanas Manuel Morales Martín, de 22 años, agredido, cuando trabajaba en el campo, por un individuo apellidado Borrego. Según parece, le infirió varias heridas por todo el cuerpo, una de ellas gravísima en el hipocondrio derecho.
No acaba ahí la crónica de sucesos de los últimos días. El pasado día 20 ingresó en el hospital otro nazareno, Joaquín Millán Atienza, de 42 años, que presentaba varias heridas gravísimas que se había causado él mismo con el propósito de suicidarse. Esperamos la pronta recuperación de ambos.