El C.W. Dos Hermanas ha dado un paso atrás en sus aspiraciones de mantener la categoría en la Liga Iberdrola División de Honor femenina de waterpolo después de perder en su piscina ante el C.N. Rubí por 9-15. En un duelo igualado en su primera mitad (6-6), el equipo sevillano se ha visto incapaz de sumar alguno de los puntos en juego ante un rival directo después de perder fuelle en el tramo final, con lo que no puede abandonar la décima y última posición en la tabla clasificatoria. Eso sí, las derrotas de sus otros rivales en la zona baja le dejan todavía a dos puntos de la salvación.
El cuadro dirigido por el luso Tiago Santos, que tras la duodécima jornada acumula cuatro puntos, a dos de la salvación, aguantó el tipo en los dos primeros actos de un choque en el que fue a contracorriente en el arranque (0-2). Y a pesar de dar la vuelta al marcador del Centro Acuático del barrio de Montequinto con el paso de los minutos, guiado desde la boya por la internacional Raquel Roldán, máxima goleadora de su equipo con tres tantos, veía cómo su rival situaba las tablas al final del primer acto (3-3).
En el segundo, y a pesar de un nuevo tanto catalán (3-4), el Dos Hermanas volvía a adelantarse por la mínima en el electrónico, hasta en dos ocasiones (5-4 y 6-5), para delirio de una grada que confiaba en disfrutar con la que hubiera sido la segunda victoria del ejercicio en la máxima categoría nacional. Aunque la respuesta visitante no se hizo esperar, llevando de nuevo la igualdad al marcador al descanso (6-6).
La tensión por lo mucho en juego y el desgaste de la primera parte pasaron factura tras el intermedio a un CW Dos Hermanas que se veía de nuevo a remolque en la reanudación (6-7). Y a pesar de que volvía a neutralizar la ventaja del Rubí, ante el que empatara a ocho tantos en la primera vuelta, la tendencia desfavorable aumentó con el paso de los minutos. Ni los cambios en la portería local, donde se alternaron la promesa Alba Roldán con Clara de la Torre, sirvieron para frenar la hemorragia. De esta forma, del 8-10 con el que se llegó al final del tercer cuarto se pasó a un descorazonador 8-15 en el cierre que evidenciaba la impotencia nazarena. La salvación tendrá que esperar.