El Ibarburu C.F. sorprende en su primera temporada en Regional Preferente

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Ibarburu C.F.
El Ibarburu C.F. en un partido en casa en Regional Preferente (1989-90). En pie: Alanís, Cebolla, Pollo, López, Sutil, Rafa Marín, Linares, Diego, Naranjo y el entrenador, Julio Cortés. Agachados: Mateo, Joaquín Jurado (vicepr. 3º), Pérula, Mena, Peluyera, González, Juli y el segundo entrenador, Antonio Santanderino. Fuera del estadio, en balcones y azoteas, muchos aficionados ven los partidos desde sus casas.

Con una plantilla de calidad y a las órdenes de Julio Cortés, se ha convertido en el equipo revelación en el estreno de categoría

El Ibarburu C.F., uno de los clubes más modestos de Dos Hermanas, suma su segundo año subido en una nube. Si ya sorprendió la temporada pasada (1988-89) con su brillante ascenso a Regional Preferente (con doblete incluido, ya que también ascendieron los juveniles), el equipo de Julio Cortés está cerrando otro gran año en su estreno de categoría. Tras una gran segunda vuelta (ha vencido al San Juan y a Los Palacios, dos aspirantes al ascenso), va a terminar entre los seis primeros, convirtiéndose en el equipo revelación de la categoría. Sin duda, esta histórica temporada 1989-90 será recordada con letras de oro en el club nazareno, tercero en antigüedad en nuestra ciudad tras la Unión Deportiva (fundada en 1954) y el Dos Hermanas (1971).

1973: seis socios fundadores

Fueron seis los socios que, en 1973, fundaron el Ibarburu Club de Fútbol: José Cuevas, Rafael Redondo, Pedro Pulido, Francisco Coto, Francisco González Granado y Joaquín Jurado Alanís. Anteriormente ya se había formado un equipo que, con el nombre de “Chaparral”, disputó un año la liga local. Sus promotores decidieron que debía llevar el equipo de la barriada, Ibarburu, que por entonces eran solo tres calles sin asfalto siquiera. Desde aquel primer año (1973) en la liga local de Dos Hermanas, el club ha experimentado una gran evolución: militó en 2ª Regional entre 1975 y 1983, ascendió a 2ª Regional “A” en 1984, a Primera Regional en 1985 y el año pasado (1989) a Regional Preferente.

¿Quién saca los corners?

Julio Cortés llegó en 1988, aportando profesionalidad al club. Estudia al rival e impone disciplina en el vestuario. “Trabajamos la táctica y la estrategia, todos saben lo que tienen que hacer en el campo, hasta quién tira los corners”, nos dice. “El marcaje es por zona fuera del área y al hombre dentro del área”. Su sistema, un curioso 3-1-3-1-2 (variante del 4-3-3-) está resultando un éxito.

El gran día del ascenso fue el 21 de mayo de 1989. Tras terminar terceros en Primera Regional, el sorteo para el ascenso emparejó a Ibarburu con el peor rival posible: el filial del Lebrija. Con un lleno hasta la bandera en el Estadio Municipal de Ibarburu, un gol de Pérula dejó el marcador de la ida en un ilusionante 1-0. El partido de vuelta en Lebrija fue infernal, con un acoso continuo por parte del contrario. El Ibarburu, con mucho sufrimiento, arrancó un empate a cero que le llevó a la Regional Preferente por la que ahora pasea su nombre.

Bernardo Torreño: “Dios estaba tras la portería”

Ibarburu C.F.Bernardo Torreño Lobato (en la foto) es presidente del Ibarburu desde 1986 y artífice, junto a su junta directiva, del ascenso a Preferente. Natural de Coripe, está casado con una nazarena y trabaja como autónomo en un taller mecánico en Bellavista.

Su gran logro ha sido componer un bloque muy competitivo. Para empezar, supo ver la valía de Julio Cortés (hasta hace dos años, entrenador de los juveniles del Bellavista) y traerlo para dirigir el banquillo. Después, sedujo y convenció, con su proyecto, a jugadores descartados por el Dos Hermanas de Tercera División (como Cáceres, Santos, Pérula, González o Peluyera), circunstancia inédita en este modesto club. La veteranía de estos jugadores, unida a los de la cantera, ha hecho posible una plantilla de calidad.

Bernardo, acostumbrado a la ingratitud del fútbol modesto, recuerda, emocionado, el partido que, el año pasado, les catapultó a Preferente: “Los del Lebrija “B” nos arrinconaron los 90 minutos, sacamos varios balones bajo los palos y nuestro portero, Sebastián Cebolla, hizo el partido de su vida con unos 15 paradones memorables. Aquel día, Dios era del Ibarburu y estaba detrás de la portería”. Un autobús de aficionados del Ibarburu y un equipo de Radio Realidad, formado por Pepe Santos y Manolo Ríos, fueron testigos de aquel ascenso que días después el club celebró con un multitudinario almuerzo.