1872
Gracias a sus méritos literarios, Matías de Velasco ha dado lustre y notoriedad al nombre de nuestro pueblo
Nadie lo ha visto nunca en Dos Hermanas, ni se le espera. Sin embargo, este abogado y poeta cubano (aunque de ascendencia española) es, paradójicamente, quien más lejos está llevando el nombre de nuestro pueblo por todo el mundo. Matías de Velasco y Rojas, marqués de Dos Hermanas (título que compró a una familiar en 1866) se está haciendo un hueco, a sus 45 años, en los círculos literarios de España y América por sus traducciones de William Shakespeare (del que es un apasionado desde su juventud), convirtiéndose en el primero que da a conocer en nuestro idioma al inmortal dramaturgo inglés. En 1869, su traducción de “Otelo” y, recientemente, “El mercader de Venecia”, sorprendieron al público por su calidad. Sus libros han sido solicitados por todas las academias y corporaciones científicas de España. Su nueva obra, “Julieta y Romeo”, ha recibido efusivos elogios por las admirables y eruditas notas con las que la acompaña, que revelan su talento y enormes conocimientos. Tras este último éxito, ya trabaja en la traducción de nuevas obras y en la elaboración de libros propios de poemas, de los que ya ha publicado algunos. El primero, un drama titulado “Boswell”, se dio a conocer cuando tenía 19 años y era ya doctor en derecho. Fue un joven avispado, inquieto e inteligente.
Abogado, poeta y viajero, pero no es nazareno
Si nazareno es el nacido en Dos Hermanas, Don Matías de Velasco y Rojas no lo es. A pesar de ostentar el título de marqués de Dos Hermanas (su tatarabuelo fue el primero), nació en La Habana. Sus grandes aficiones son la poesía, el Derecho (es abogado) y los viajes. Conoce, entre otras capitales europeas, Londres, París, Roma y Bruselas, y domina varios idiomas.
Madrid adora sus veladas
La fama del marqués aumenta, además, por las reuniones literarias que organiza en su palacio de la madrileña calle Peralta. Aunque él y su enamorada, Sofía Bisso (sobrina de la condesa de Montijo), las consideran “confidenciales e íntimas”, ya han perdido ese carácter y, gracias a la hospitalidad de los anfitriones, han alcanzado gran renombre en Madrid.
Cada viernes por la tarde, por sus salones desfilan literatos de la talla, entre otros, de Pedro de Alarcón, Ramón de Campoamor, Antonio Grilo, Pedro Madrazo, Emilia Pardo Bazán, José Zorrilla o Salvador Rueda (quien ha escrito de Sofía que “es tan dulce y tan blanca que parece que a través de su ser pasa la luna”), políticos tan relevantes como Cánovas del Castillo, o damas del linaje de la marquesa de Vallgornera.
«Por las fiestas de su palacio desfilan literatos de la talla de Zorrilla o políticos como Cánovas del Castillo»
Estas reuniones auspiciadas por el marqués (y que con frecuencia se prolongan hasta la madrugada con música y bailes) no sólo tienen el aliciente del intercambio social y literario. Tan ilustres invitados gustan de admirar la extensa colección de tesoros artísticos y objetos curiosos que D. Matías , a modo de museo, ha acumulado en sus viajes por el mundo.
Cuando, en 1860, siendo ya uno de los principales contribuyentes de La Habana, falleció su primera esposa, (Micaela de Hano y Vega con quien tuvo dos hijas: Victoria y Concepción), cayó en una profunda depresión; para superarla, se dedicó a viajar con afán incansable. Ha recorrido casi toda Europa y América, desde Argentina al norte de Canadá, recolectando en ese periplo gran número de curiosidades.
Matías de Velasco , que recibió hace tres años la Gran Cruz de la Orden Americana de Isabel La Católica, nació en 1826 y es el séptimo marqués de Dos Hermanas. Su bisabuela, María Blanca de Pedrosa y Casaus, casada con el militar José de Velasco, era hija natural de Alonso José de Pedrosa y Casaus, primer marqués de Dos Hermanas en 1679.
Aunque este título nobiliario, creado por el rey Carlos II, es lo único que vincula a este insigne personaje con nuestro pequeño pueblo, llama la atención y es un orgullo para los nazarenos que el nombre de Dos Hermanas aparezca casi a diario en la crónicas sociales y literarias de la capital.
Sofía Bisso: musa y futura marquesa
El marqués, viudo de su primera esposa (la cubana Micaela de Hano y Vega), está prometido actualmente con la bella joven Sofía de Bisso y Zulueta (prima de Dª Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia), con quien ha fijado su boda para finales del próximo 1873. Sofía, a quien los poetas llaman ya por su belleza “la marquesa monísima”, inspira el alma enamorada de D. Matías, que le ha dedicado este soneto, que raya a una altura extraordinaria:
A Sofía
De rubias trenzas, de color de nieve,
de azules ojos y gentil figura,
tienes de Ofelia la sin par dulzura
y de Ofelia el encanto en tu relieve.
Cual Julieta en pasión, tu acento mueve
a adorar con pasión y con locura;
y de Porcia infantil la donosura
no con la tuya a disputar se atreve.
Creación soñada de armoniosa lira,
del bardo inglés ardiente devaneo,
el germen de las tres en ti se admira.
Y viven tan en ti, que absorto creo
al mirarte tan bella, que es mentira
la mentira verdad que yo poseo.
Matías de Velasco y Rojas
Marqués de Dos Hermanas