De la primera que voy a hablar es de las Cruces de Mayo celebradas con ocasión de la festividad del 3 de mayo, la Invención de la Santa Cruz por la Emperatriz Santa Elena, madre del emperador Constantino. Y tengo que decir que la fiesta ha variado enormemente a como la conocieron nuestros mayores pues éstos vieron el culto de la cruz con los arcos y los bailes por el centro y hoy, excepto algunos lugares donde se instalan cruces, consiste mas bien en las diversas procesiones que celebran sobre todo las hermandades. Ejemplo de lo primero es la Cruz del Centro de Participación Activa de Mayores Palacio Alpériz que, alrededor de una bella cruz de flores rojas con un sudario blanco, celebró la clausura de los talleres del presente curso.
El viernes 20 salió la Cruz de Los Giraldillos de la Casa Hermandad de Pasión, acompañada de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y la Cruz de la Santa Cena. El sábado 21 de mayo procesionó la Cruz de la Asociación Parroquial de Nuestro Padre Jesús de la Providencia, antigua de Jóvenes Cofrades, acompañada de la Agrupación Parroquial Virgen de las Lágrimas de San Fernando. El domingo 22 salió la Cruz de la Borriquita, acompañada de la Agrupación Parroquial de la Hermandad. También este fin de semana salió la Cruz de la Amargura. .
El sábado 28 de mayo celebró sus cruces la Oración en el Huerto que sacó dos cruces, una grande y otra pequeña, acompañadas por la Banda de Cornetas y Tambores Entre Azahares. El domingo 29 de mayo salió por su parte la Cruz de la Asociación Parroquial del Santísimo Cristo de la Misericordia. También salieron varias cruces en Montequinto. Sólo puedo decir de esta fiesta que, aunque es una de las menos importantes del calendario festivo nazareno, sirve como cantera para los jóvenes cofrades que acompañan sobre todo de costaleros y para las jóvenes cofradas –como decían los clásicos- que suelen vestir de flamencas en estas procesiones. Yo contemplé unas cuantas de ellas y veo que el esquema es muy similar al seguido en Sevilla donde también proliferan enormemente pero se aparta, y mucho, del esquema de los grandes pueblos de cruces como los del Condado o de la Sierra de Aracena.
Ahora bien, debo pasar ya a las procesiones del Cuerpo de Cristo. El Corpus se celebra en la ciudad con triduos, funciones y… procesiones. La primera cronológicamente es la de la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva que organiza la parroquia y la Agrupación Parroquial del Dulce Nombre. Sale el jueves por la tarde, antiguo día en que se celebraba la festividad y en el que se siguen celebrando procesiones normalmente en poblaciones de una larga tradición. La Cruz Parroquial iba acompañada por la Banda juvenil del Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana y la Custodia, que iba sobre el paso de la Virgen de Valme, por la Banda Juvenil de Santa Ana. Se intentó que la procesión fuera con el máximo orden, compostura y esplendor. Lamentablemente se deslizaron errores en los colores. En efecto, el color en el rito latino para las fiestas de la Eucaristía como el Corpus Christi es el blanco. No hay duda. El rojo se usa en el rito ambrosiano. Como aquí no tenemos nada que ver con el rito del santo arzobispo de Milán, las flores de Jesús Sacramentado debían ir en blanco y no en rojo como de hecho fueron. Se repite el error pues ya el año pasado se sacaron de este color. Parto de la base que, con los problemas tan graves que hay, estos problemas litúrgicos para mi son menores aunque no nimios. Otras personas ponen el grito en el cielo más que yo. Pero yo, desde luego, cumplo con recordarlo. Acompañó la Hermandad de Presentación al Pueblo, la Agrupación de las Tres Caídas y las asociaciones de la Parroquia.
En cuanto a la víspera del día del Corpus salió la procesión de la Parroquia del Divino Salvador, acompañada de la Hermandad de la Amargura en la cual el Señor iba sin palio y de forma extremadamente sencilla. En cuanto al Corpus de la Parroquia de Nuestra Señora del Rocío, el Santísimo volvió a procesionar en su custodia de madera dorada lo cual ya dije que debería ser así el año pasado ante el decaimiento tan notable de esta fiesta. Lastima que el Señor llevara también flores rojas, cayéndose en el error anteriormente expuesto. A su vez se celebró una velaíta en el barrio.
El domingo salió la procesión por antonomasia de la ciudad, la que sale de Santa María Magdalena. Este año se volvió al error de sacar desordenada la procesión. Primero debe ir la Divina Pastora, después el Niño Jesús, representación antropomórfica de Cristo que tiene más privilegio que la zoomórfica del Cordero de la Pastora y, por último, la Custodia con el Señor, que iba adornada con flores blancas, como es de rigor. La Pastora llevaba liliumns rojos y es de esperar que en otra ocasión se ponga el monte más pastoril. En cuanto al atavío de la Virgen, el sombrero no brillaba por su belleza y el manto tampoco era el más apropiado. Si era muy bella la saya de raso bordada con perlas artificiales, de notable mérito y antigüedad. La Virgen estaba muy bien vestida pero no eran quizá los vestidos los más apropiados para la fiesta. El Niño Jesús por su parte, de gran mérito y montañesino, iba muy bonito con liliums.
A la procesión no le falta un detalle: carráncanos, lacayos vestidos de librea, las varas de alcalde del Señor y de la Pastora, un gran acompañamiento de hermandades, archicofradías y asociaciones, etc. El ayuntamiento va detrás de la custodia como debe de ir pero concurrieron pocos concejales y además deben acompañar las mazas por lo menos. Una ciudad de la categoría de Dos Hermanas no merece menos.
En cuanto a los altares tengo mi opinión. Creo que las hermandades, por no repetir motivo o imagen ponen otros de poco mérito con lo que va en demérito de algo tan importante para solemnizar la procesión como los altares. El de Valme mostraba una copia del cuadro de la Virgen con San Fernando; el de la Borriquita lo que parecía una obra de Misericordia en un conjunto compuesto por el niño, Santiago y San Pedro; el del Gran Poder la Purísima de la Parroquia; el de la Agrupación del Prendimiento una imagen de la Milagrosa; el de Antonio Ortega Fernández su Virgen de la Sangre, dolorosa de tamaño natural; el de la Obra de la Iglesia con mucho el mejor por su adorno floral y sus colgaduras, una custodia y la Virgen del Rocío; el del Rocío un cuadro de la Divina Pastora; el del Santo Entierro un cuadro del Calvario y el de Santa Ana una pequeña Inmaculada de pasta. Por último, la Hermandad de la Cena llevó hasta la calle Botica su paso de Misterio. Iba muy bien adornado con flores blancas y fue muy concurrida su vuelta a la Parroquia de Nuestra Señora del Amparo.
Destacaron las numerosísimas colgaduras que se vieron por las calles del recorrido y que las engalanaban mucho.
Fue un gran día para la ciudad en que la Hermandad Sacramental, fruto de la unión de la del Santísimo, la de las Ánimas Benditas de Santa María Magdalena y la de la Divina Pastora, regaló a Dos Hermanas una espléndida procesión.
Pero ese día tienen lugar también procesiones en otras parroquias de Dos Hermanas como la de Nuestra Señora de Valme y Beato Marcelo Spínola de La Motilla o la de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz de Montequinto de la que hablaremos en una próxima entrega. A su vez el sábado próximo 4 de julio salen la procesión del Corpus de la Parroquia de Nuestra Señora del Amparo y San Fernando y la de la Parroquia del Ave María y San Luis a las que también nos referiremos cuando las hayamos contemplado.
Por último, nos gustaría decir unas palabras sobre el triduo, besamanos y función de la Virgen de Mayor Dolor de la Cofradía de la Santa Vera-Cruz. Normalmente es una de las fiestas más importantes que celebra esta hermandad, que si por algo se caracteriza es por la frecuencia de sus cultos. La Virgen vistió su saya blanca bordada de salida y un manto verde de aplicación. El altar era esplendido de cera y flores blancas y el besamanos fue muy concurrido. Pero, sobre todo, lo que llama más la atención fue lo concurridos que fueron los cultos que predicó don Salvador Andrade Holgado en tono eminentemente catequético. Tocó una capilla musical con el pregonero de la Semana Santa Sevillana y de las Glorias Francisco Javier Segura Márquez y Pedro Nolasco.
Y con estas palabras dejo esta brevísima aproximación a las fiestas del mayo nazareno.