Elisa Moreno publica un artículo en ‘The British Journal of Psychiatry’

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Elisa Moreno

La nazarena Elisa Moreno forma parte de un equipo de investigadores del Hospital Macarena

Un equipo multidisciplinar de investigadores del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, del que forma parte la joven nazarena Elisa Moreno, ha publicado el artículo de opinión ‘Off-label use of ketamine for treatment-resistant depression in clinical practice: European perspective’ en la prestigiosa revista ‘The British Journal of Psychiatry’.

Sus autores han sido Álvaro López Díaz, psiquiatra de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental; Manuel Murillo Izquierdo, residente de Farmacia hospitalaria de la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia; y Elisa Moreno Mellado, farmacéutica y monitora de ensayos clínicos de la Fundación Pública Andaluza para la Gestión de la Investigación en Salud de Sevilla (FISEVI).

En este trabajo se debate el empleo, fuera de ficha técnica, de la ketamina, un fármaco anestésico con propiedades disociativas, como una modalidad emergente de tratamiento en personas con depresión mayor resistente a las terapias antidepresivas habituales.

Los autores plantean además, desde la perspectiva de un sistema público de salud como el andaluz, cuándo, cómo y bajo qué requisitos se podría administrar este novedoso tratamiento antidepresivo con ketamina.

La gran esperanza antidepresiva

Aproximadamente un tercio de las personas que padecen un trastorno depresivo mayor presentan una ausencia de respuesta o una respuesta incompleta a los tratamientos antidepresivos, según explican los investigadores.

En los últimos años numerosos ensayos clínicos han demostrado que la ketamina, en perfusiones intravenosas a dosis subanestésicas, posee inmediatos e intensos efectos antidepresivos en esta población con trastornos depresivos graves y refractarios, indican.

Estos estudios han despertado un entusiasmo generalizado en la comunidad científica y también en la opinión pública después de que varios medios de comunicación se hicieran eco de estos prometedores hallazgos.

“Sin embargo, los beneficios terapéuticos que ofrece la ketamina son transitorios y se ha demostrado que para mantener su efecto antidepresivo se necesitarían dosis periódicas de mantenimiento”, advierten.

El problema de estas estrategias de mantenimiento radica en el potencial adictivo de la ketamina -de hecho, se la considera también como droga recreativa de abuso- y en la escasez de estudios longitudinales de calidad que examinen su eficacia y seguridad a medio y largo plazo.

A pesar de estas limitaciones, el empleo de ketamina intravenosa para el tratamiento de la depresión resistente se ha popularizado de manera considerable en los Estados Unidos a diferencia de en los países europeos, donde su uso en la práctica clínica, hasta el momento, está siendo muy escaso, explican.

Estas diferencias, en opinión de los autores del artículo, son debidas al marco regulatorio que existe en los países europeos relativo al uso de medicamentos fuera de ficha técnica y también a la implementación dentro de nuestros sistemas públicos de salud de algoritmos unificados de tratamiento basados en guías de práctica clínica.

Uso en los sistemas nacionales de salud

Aunque la falta de estudios a largo plazo que evalúen la eficacia y seguridad del fármaco obligan a rebajar el optimismo y a adoptar una actitud expectante, la evidencia a corto plazo sí que posiciona a la ketamina como un tratamiento a considerar en casos complejos de depresión refractaria, sobre todo cuando existe un alto riesgo suicida, continúan explicando los investigadores.

No obstante, los autores consideran que el empleo de la ketamina para el tratamiento de la depresión resistente en los sistemas sanitarios públicos solo estaría justificado en aquellas personas que no han presentado una adecuada respuesta a todas las opciones terapéuticas basadas en la evidencia que están disponibles en las guías de práctica clínica sobre depresión mayor.

Además, inciden en la necesidad de informar rigurosamente a los pacientes sobre los riesgos y beneficios de esta modalidad de tratamiento y defienden que su empleo debería quedar restringido sólo al ámbito hospitalario y tras una aprobación, individualizada para cada caso, por parte de la Comisión de Farmacia y Terapéutica del hospital tratante.

Para leer el artículo completo en inglés pueden hacer clic aquí.