Emilio López García deja la presidencia del Club, tras 17 años al frente del mismo, haciendo un balance muy positivo de la evolución que ha experimentado
Emilio López García nació en la antigua Casa de Socorro. Es nazareno de cuna. Se crió en la calle Manzanilla, en el barrio de Ibarburu. Estudió en el colegio San Sebastián.
Con 11 años se mudó a la calle San Fernando y actualmente vive en Vistazul.
Está casado con María Montaña con la que tiene tres hijos: Emilio, Antonio y María, la más fiel seguidora de la PD Rociera.
Profesionalmente, está vinculado al mundo de la construcción. Incluso tuvo una empresa durante unos años.
Entre sus aficiones se encuentra el deporte en general y correr y la bicicleta más concretamente. Se define como futbolero y, además de ser fiel seguidor de la PD Rociera, es del Sevilla FC.
Comprometido socialmente, colabora con entidades como ANIDI, ANFI, Aspanri… y es hermano de la Amargura desde, según nos dice, tiene uso de razón.
Emilio López García responde a nuestras preguntas:
¿Cuándo llega a la PD Rociera y por qué?
Llegué en mi época de futbolista. Pasé por el Dos Hermanas, por el Dos Hermanas Industrial y Dos Hermanas B, donde estuve cuatro temporadas, el campo era de albero y después de césped natural. Después firmé con el Ibarburu otras cuatro temporadas y en la extinguida Ciudad Blanca, allí también estuve tres o cuatro años. Después, Antonio Milán, «El Garbanzo», siendo ya futbolista veterano, me llamó para jugar en la PD Rociera.
Vinculado, aparte de la presidencia, 14 o 15 años más. Ayudé también a Manuel Adame, cuando tuvo el accidente tan grave con la máquina, los futbolistas nos hicimos cargo del club y estuvimos hasta la entrada de Muñoz.
Después me desvinculé y estuve jugando en la UD Dos Hermanas y en el Vistazul.
Volví a La Rociera cuando yo tenía la empresa –tuve una empresa durante 11 años- y me hice cargo del club.
Cuando me hice cargo de aquello era prácticamente un solar, hablamos de hace unos 18 años aproximadamente ejerciendo también como entrenador.
¿Qué ha significado el club para usted?
Todo, son 18 años, más los años anteriores como jugador. Era un club de barrio donde no había infraestructura ninguna ni ayudas. El campo estaba abierto, ejercía de entrenador con el chándal lleno de yeso después de alicatar… Muchas anécdotas y mucho sacrificio. Vivir prácticamente de lunes a domingo para esto. Todo tiene un principio y un final.
Tras casi 20 años al frente de la PD Rociera, ¿qué siente al dejar su gran pasión?
Siento que he dado todo y más por estos colores, y que además se han volado mas de 20 años de mi vida, porque mi vinculación antes de presidente fue de jugador y además ayudé a directivas anteriores, pero satisfecho por haber logrado metas impensables para un club de barrio. Espero pasar este mal trago lo antes posible. Dejo un legado y que me quiten lo que he disfrutado y también lo que he sufrido.
¿Cómo catalogaría estos 17 años al frente de la PD Rociera?
Difícil en todo momento. El principio fue muy duro. Instalaciones con faltas de infraestructuras, vestuarios anticuados… Recuerdo la recogida de firmas, más de 9.000, con un barrio, y lo que no era el barrio, volcado. Con nuestras reivindicaciones, nosotros trabajamos en la realización del salón, vestuarios de niñas, ampliación de focos, etc. Todo con el trabajo de personas como Aguilar, Chico, Guerra, Román, Rafael Román, Powi, y poco más.
Habrá vivido innumerables momentos dentro del club, ¿con cuáles se quedaría?
Tengo muchísimos recuerdos, pero especialmente el primer ascenso ante La Liara, con un campo a rebosar. Los ascensos a Tercera, sobre todo el primero, ante el Arcos, donde se movilizó a la Dos Hermanas dormida en cuanto a fútbol; el llevar el equipo femenino a Segunda División española, todas unas proezas, pero también la otra cara de la moneda, los descensos. Pero este club tiene un espíritu de superación increíble, y estos chavales, después de caerse, se volvían a levantar y en la temporada siguiente quedábamos arriba de nuevo.
¿Alguna anécdota?
Para escribir un libro. Parece que estoy peleando como El Quijote. Llegamos a Tercera con un equipo netamente nazareno, todos los chavales de aquí, nos hemos comido un bocadillo antes de entrar en el campo de Ceuta, estando en División de Honor hemos ido a jugar los partidos, la mayoría, en coche particular…
Llegó a la Rociera en categorías provinciales y la llevó a jugar hasta Tercera División, ¿cómo fue el camino hasta ese logro?
Cierto, empezamos solo con un equipo senior y año tras año fuimos creciendo deportivamente, hasta llegar a Tercera División, siempre con jugadores netamente nazarenos y a coste cero, equipo femenino en Segunda y, por último, también el equipo juvenil en Liga Nacional. Todo muy difícil, pero mi mano derecha Aguilar, en todo momento me emplazaba a ir a por más, como entrenador y más psicológicamente, hice creer a chavales con limitaciones que podíamos conseguir metas, que después fueron logradas.
La PD Rociera ya está asentada como uno de los grandes clubes de fútbol de la ciudad, ¿cómo ha sido el trabajo que han realizado para llegar a ese objetivo?
El asentamiento se consolida desde que llegábamos a pasar la tabla al campo, y después meterme en el vestuario para afrontar un partido lleno de yeso; desde quitar excrementos de perros por todo el campo, debido a no tener cerramiento; desde irme con mi amigo Powi cargados con más de 11 jugadoras del equipo femenino a jugar liguillas de ascenso; de cargarnos de balones y entrenar en Montequinto por la falta de césped estando en Tercera; de correr en días de lluvia por el asfalto, etc. etc. Así es nuestro asentamiento, trabajo y más trabajo.
Bajo su punto de vista, ¿Cuál ha sido la evolución del club?
En lo deportivo ha sido extraordinaria. Empezamos en segunda provincial y ese primer año fuimos campeones. Teníamos sólo un equipo y con los años… hoy tenemos entre 12 y 14. Hemos estado en Tercera Preferente y en Primera Andaluza. El equipo siempre ha estado vinculado a esas alturas. El equipo femenino se formó, jugó en Segunda Nacional. En lo deportivo, la evolución ha sido máxima para un club de barrio. Somos respetados en todos lados, no sólo en la provincia, también Cádiz, Huelva…
En lo institucional no puedo decir que ha habido 10 o 12 directivos vinculados, eso no lo hemos tenido nunca. Hemos estado siempre máximo tres personas con todo el proyecto.
Los currantes del fútbol, los que había antes, que quitaban horas de sus casas sin cobrar, lo hacían altruistamente… eso ya no existen. Hoy cualquier chiquillo que sea monitor quiere cobrar. A los directivos les pasa igual.
Un club mantenerlo en estas categorías es difícil.
Ha sido de todo en el club, ¿cuál ha sido la tarea que más le ha llenado?
Las tareas han sido todas, porque las he realizado todas. Pero sin duda, empecé a entrenar porque económicamente no podíamos sufragar el gasto de un entrenador, y por las veces que lo pudimos hacer, salió bastante mal. Con los años, obtuve mis títulos y hasta la fecha he sido el entrenador. Han pasado cientos de jugadores entrenados por mí, y creo que me he involucrado con ellos como un padre deportivamente y psicológicamente. Jugadores muchos con problemas, a los cuales les he ayudado y estado a su lado en todo momento.
¿Puede realizar un balance sobre su paso por el club?
El balance, bajo mi opinión ha sido bastante positivo desde lo deportivo y social. Hoy en día, somos una referencia para muchos clubes con una cantera consolidada, con más de 250 deportistas. Llegamos con un solo equipo senior y hoy en día hay representación en todas las categorías, y este gran logro hay que otorgárselo a Aguilar, que es el que ha trabajado desde sus orígenes, sin olvidar a Antonio Román, pero sin Aguilar esto no hubiese sido posible.
¿Cómo ve el futuro del club?
El futuro es incierto, como todos los futuros, pero las personas que se hacen cargo a partir de ahora están bastante capacitadas, con ganas e ilusiones nuevas. Les deseo lo mejor. Aunque sé que es una tarea ardua y que requiere muchísimo tiempo y dedicación, no dudo de que lo harán bien y mantendrán al club donde se merece.
¿Quién se queda al frente tras su marcha?
Se queda Carlos Navarro.
¿Qué mensaje le enviaría a los aficionados?
A los aficionados y especialmente a la Peña Humarea, a la aficionada más incondicional de todos nuestro seguidores (mi hija María) y mi mujer, agradecerles todo el apoyo en todos estos años. Gracias por el empuje desde la grada y fuera de ella, tanto en los malos y buenos momentos, sin ellos no somos nada.
Transmitirles mis deseos de que mantengan su fidelidad a estos colores que tano nos han hecho tanto reír como llorar.
Aguilar, Chico, Pedro, Juan Olea, Pedri, Jesús Guerrero, Manuel, Román, Guerra, Powi, Mena, Pepe, Jesús Pino, Migelito, Lara, Nazarauto, Ordoñez, y sobre todo a mi mujer e hijos, gracias.
También he cometido errores, aprovecho para si en estos años he molestado o alguien se ha sentido agraviado por mis formas, le pido disculpas. Gracias.
¿Seguirá yendo a ver jugar a La Rociera?
Ahora mismo… pretendo desvincularme. Soy futbolero. Me conoce toda Dos Hermanas. Donde me meto me vinculo en cuerpo y alma. Me voy con la cabeza alta pero un poco agraviado por no conseguir una estructura dinámica de gente que trabaje con ilusión y, en los momentos difíciles, como este año, me hubiera gustado que me hubieran ayudado más.
¿A qué va dedicar su tiempo libre?
En principio me va a costar y me está costando. Porque son muchísimos años. Ahora quiero la mente en blanco. Intentaré cambiar el chip, salir a correr un poco, coger la bicicleta. Tengo el carné del Sevilla FC desde hace muchos años, este año he ido tres veces… siempre me ha podido más el amarillo. Intentaré buscar otras vinculaciones. Pasaré más tiempo con mi familia, que de alguna manera la he tenido desatendida. Afrontar este nuevo reto es complicado. Aunque siempre hay que estar entretenido en algo.
Emilio López García es muy conocido en Dos Hermanas, especialmente en el mundo del fútbol local.