El fervor se derramó en la Parroquia de San Juan Pablo II de Olivar de Quinto
Con motivo del Año Jubilar, la Hermandad de Nuestra Señora de Valme ha programado numerosísimos actos en alabanza de Nuestra Protectora.
Entre los últimos actos, se encuentra la visita a las dos parroquias de Quinto, la de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz y la de San Juan Pablo II. No voy a mencionar todos los actos que tuvieron lugar en esta segunda parroquia, que pueden verse en el programa que es fácil de encontrar. Sólo citaré algunos que nos parecen más importantes.
El 5 de febrero, la Virgen fue trasladada a la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz de Montequinto, pasando antes por la Parroquia de San José de las Infantas. Una vez llegada al primer templo la Virgen presidió una misa de niños y, después, una función. Ambas eucaristías fueron muy concurridas. Yo asistí a la segunda y me impactó el recibimiento del cura don Francisco Javier Villacreces. Cantó un coro que se me antoja rociero con mucho arte y pericia, alternando cantos dedicados a la Virgen de Valme con otros temas propiamente rocieros o dedicados a la Virgen de los Ángeles. Hay que decir que luego hubo un ágape fraterno para todos los presentes.
Por la tarde, la Virgen emprendió el camino a la Parroquia de San Juan Pablo II de Olivar de Quinto. Hay que decir que la Señora lució en este ajetreado día un manto rosa con flores bordadas en seda.
Desde el domingo 5 de febrero hasta el domingo 12 del mismo mes, se sucedieron los actos en la parroquia.
El martes 7, pronunció una documentada conferencia el hermano mayor de Valme, Hugo Santos Gil, sobre la devoción a la Virgen de Valme. Asistió numeroso público. El conferenciante habló de la historia de la devoción a la Virgen, la romería, la coronación, etc. Luego charla de formación mariana de las Hijas del Amor Misericordioso.
El miércoles 8 Francisco Muriel Rivas pronunció una exaltación de la Virgen de Valme. Acompañó con la guitarra Antonio Carrión, un feligrés de San Juan Pablo II que ha tocado entre otros con Chocolate. Cantaron María Isabel Lozano Navarro y Rocío Avilés Ortega. Al piano tocó Francisco Muriel Bando, hijo del exaltador. Presentó el acto el afamado periodista y director de ABC de Sevilla Alberto García Reyes. Presidió el acto el alcalde de la ciudad, don Francisco Rodríguez García.
El exaltador, habló de la grandeza de la Virgen de Valme usando un lenguaje metafórico. Francisco Muriel dio una gran exaltación, él que es experto en estas lides.
Por la mañana, los colegios de Montequinto visitaron a la Virgen. Fueron entre otros San Alberto Magno, Ramón Carande y Tabladilla.
Por las noches, se expuso el Santísimo. El lunes 6 de febrero se celebró Adoración Eucarística de jóvenes y catequesis mariana ante la Virgen que dirigió don Manuel Chaparro Vera, párroco de Nuestra Señora del Amparo y San Fernando. La organizó el grupo Effetá.
El martes 7 de febrero de nuevo catequesis mariana que impartió don Leonardo Giacosa, vicario de San Juan Pablo II. Fue organizada por el grupo Emaús.
El miércoles 8 no hubo exposición por la celebración de la exaltación. Ese día la misa de 7’30 la presidió don Marcelino Manzano Vilches, delegado diocesano de Hermandades y Cofradías de Sevilla y que está muy involucrado en la vida de las cofradías nazarenas.
El jueves 9, acabó el día diciéndose una oración de alabanza a la Virgen de Valme.
El viernes 10, tuvo lugar una adoración eucarística para matrimonios organizado por el Proyecto Amor Conyugal y las religiosas Agustinas de la Conversión.
El sábado 11, a las 13 horas, tuvo lugar celebración de la Eucaristía y el sacramento de la Unción de Enfermos. Lo organizó la Pastoral de enfermos de San Juan Pablo II. Esa misma mañana peregrinó la Parroquia de San Lucas Evangelista de la barriada de Santa Aurelia de Sevilla para ganar el jubileo. A las 17 horas peregrinó desde la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz los jóvenes de la Pastoral Juvenil diocesana también para ganar el jubileo. A las 19.30 horas, la santa misa vespertina que presidió don Manuel Jiménez Povedano, delegado diocesano de Pastoral Juvenil. Al final se celebró la felicitación sabatina, tan típica de la Virgen de Valme.
Hay que decir que la Virgen durante esta estación vistió el manto rojo bordado regalo del Excelentísimo Ayuntamiento. Por ello es conocido como el manto de la Corporación municipal.
Muchos vecinos de los barrios de Quinto se acercaron a visitar y a rezar a Nuestra Señora de Valme. Estuvo más concurrido el templo por las tardes, como es lógico, que por las mañanas.
Hay que felicitar al párroco de San Juan Pablo II, don Adrián Ríos Bailón, y a muchos de sus feligreses por lo que trabajaron para que se celebrara este ingente número de actos, en el que se involucraron todos los grupos de esta bella parroquia, obra de Rafael López García y Daniel Conesa López y que destaca por su luminosidad y sus obras de Arte, singularmente el Cristo de la Vera-Cruz -el tercero que hay en Dos Hermanas tras los dos de San Sebastián, titulares de la Cofradía de la Santa Vera-Cruz-, obra del escultor Juan Alberto Pérez Rojas.
El domingo 12, la Virgen inició acompañada de numeroso público, su vuelta a la Parroquia de Santa María Magdalena haciendo varias estaciones. La primera y la más impactante fue en el Cementerio municipal. Todo el que la vivió dice que fue el momento más emotivo de toda la misión y eso que, como hemos visto, se celebraron multitud de actos de los que he recogido unos pocos. Fue en palabras de Isabel Caballero Holgado, conspicua hermana de Valme, catártico. Y, en verdad, todos con los que se habla de esta visita resaltan el impacto y la emotividad del momento.
Luego, la Virgen, precedida por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús de la Presentación al Pueblo, llegó, atravesando lugares tan ignotos y por los que nunca había pasado, como Federico Mayo, a la Capilla de la Santa Cruz, de la Hermandad de la banda, la de la Presentación al Pueblo.
A continuación de la Capilla de Santa Cruz, entró la Señora en la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva, la última de las cuatro que visitaba. Allí los niños de la catequesis le rezaron un misterio del Rosario. Fue un acto sencillo y precioso en un templo abarrotado del que es párroco don José Diego Román Fernández.
Luego la Virgen marchó a la iglesia del Colegio de San Hermenegildo de Padres Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores. Allí la Virgen permaneció desde las 15.40 hasta las 18.30 horas. Allí se formó lo que siempre se ha dicho un jubileo. El fiel pueblo valmista de Dos Hermanas abarrotó los jardines del colegio y entró a visitar a la Señora en este lugar al que nunca había llegado. En la iglesia, se celebró una liturgia de la palabra y se rezaron los Siete Dolores de la Virgen. A continuación, la Virgen tomó para el centro rodeada de una ingente cantidad de devotos. Otro momento muy emotivo fue su visita a la residencia de ancianos Dolorcita de la Huerta (Huerta Palacios). Y tras esta nueva estación la Virgen entró en Santa María Magdalena en loor de multitud hacia las 21.40 horas. Espero, con este pequeño resumen en loor de la Virgen de Valme, que quede constancia de los que han sido unos días grandes en la devoción a la que es Protectora de Dos Hermanas y Patrona de su Excelentísimo Ayuntamiento. Creo que hay sentirse dichoso por haberlos vivido y por haber dado culto a la que todo lo merece y a su Divino Hijo.