La familia de Antonio y Carmen acogen en Dos Hermanas desde hace un año y medio a la pequeña saharaui Feiruz
Feiruz es una pequeña saharaui que llegó a España en el programa Vacaciones en Paz que cada año pone en marcha la asociación Amistad con el Pueblo Saharaui. Venía enferma, sufría una insuficiencia renal crónica. Una familia de Dos Hermanas, compuesta por Antonio Rodríguez, Carmen Jané y sus tres hijos, se hizo responsable de su acogida. Feiruz lleva más de un año y medio en la ciudad recuperándose tras el transplante de riñón al que se sometió.
¿Cómo llegó Feiruz a Dos Hermanas?
Feiruz llega a España a finales de junio de 2016, concretamente a Málaga, a través del programa Vacaciones en Paz, que desde 1994, y durante los meses de julio y agosto, año tras año, logra que miles de niños y niñas procedentes de los campamentos de refugiados de Tindouf (Argelia) puedan disfrutar de un período estival alejados de las altas temperaturas del desierto.
¿Por qué se quedó?
Una vez en Málaga se constata que sufre una insuficiencia renal crónica, sus riñones han dejado de filtrar y se necesita iniciar un tratamiento de diálisis de forma urgente. Es ingresada en el Hospital Materno-Infantil de Málaga, estando en todo momento atendida además de por el personal médico y sanitario del centro por varios voluntarios de la Asociación Malagueña de Amistad con el Pueblo Saharaui (AMAPS).
Es en ese momento cuando a nivel regional el conjunto de las asociaciones se pone en marcha con el objetivo de encontrar una familia que asumiese el compromiso de continuar con el tratamiento de su enfermedad, con el fin de evitar que a finales de agosto tuviese que volver y en ese caso las consecuencias posiblemente hubiesen sido dramáticas para le pequeña.
Es a través de la asociación local y, concretamente a través de su presidente, Sergio Fernández, el canal por el que conocemos el caso. Tuvimos una reunión familiar y de esa reunión salió el compromiso de toda la familia de aceptar la tarea y ponernos manos a la obra.
Inmediatamente, pues el tiempo se acababa, se tienen varias reuniones con responsables del Virgen del Rocío en Sevilla y finalmente la niña es trasladada de Málaga a Sevilla y realiza su ingreso a mediados de agosto.
¿Cómo ha sido este año para ella?
Ha estado escolarizada, ha hecho amigos. Ha sido todo muy intenso, tanto para ella como para nosotros. Ha estado escolarizada, aunque solamente ha podido asistir a clase martes y jueves, pues el resto de los días tocaba diálisis. Otro hándicap importante ha sido la barrera del idioma, llegó sin saber nada de español, y ahora ya lo habla y lo comprende perfectamente. Feiruz es una niña muy sociable, enseguida hizo muchos amiguitos, se relaciona muy bien con toda su clase y con los niños y niñas de la planta de nefrología.
¿En qué ha consistido la intervención que se le ha practicado?
En principio la intervención que estaba prevista era la de trasplante renal una vez que se le realizara a la niña las pruebas médicas oportunas que hicieran aconsejable, ó no, el trasplante. Y en ese proceso fue cuando surgieron los primeros contratiempos. En abril, cuando ya llevaba dos meses en lista de espera, se le detecta una serie de anomalías que afectaba a gran parte de la médula espinal. Se realizan pruebas más especializadas y los responsables médicos deciden que es necesario intervenir, por tanto, tiene que salir de la lista de espera de trasplante.
Es una operación compleja, se planifica, y finalmente, realiza a mediados de septiembre, con resultados satisfactorios. Tras un mes de recuperación en el hospital volvemos a casa y Feiruz de nuevo a la lista de espera de trasplante renal.
Por fin, el 20 de noviembre recibimos la llamada del hospital y el 21 se realiza el trasplante de riñón. La intervención es un éxito y desde el primer momento su nuevo órgano funciona perfectamente.
A los pocos días, se produce una rotura interna del uréter y se tiene que volver a intervenir. Fueron momentos que vivimos con mucha angustia, pero finalmente todo salió bien y el estado de salud y calidad de vida de la niña, afortunadamente han cambiado por completo.
¿Cómo es su recuperación?
Es un proceso lento. Ahora mismo se encuentra muy inmunodeprimida, durante unos meses no podrá ir al cole, cuando sale de casa tiene que ser con mascarilla, etc. Poco a poco y si todo va bien, como hasta ahora, se le irá retirando parte de la medicación y podrá realizar una vida normal como cualquier niña de su edad.
¿Cómo se encuentra?
Estupenda. Se acabaron las diálisis. Teniendo precauciones con la sal, ahora puede comer de todo, antes no podía, las restricciones dietéticas son muy severas en personas que sufren estas patologías. De ánimo se encuentra muy alegre, con energía, en fin, ha cambiado todo para ella.
También ha estado aquí su padre biológico, ¿también lo habéis acogido en casa?
Su padre este año ha pasado cerca de cuatro meses con nosotros, como uno más de la familia, la convivencia en general ha sido muy buena y ha resultado ser una experiencia muy enriquecedora para todos.
¿Qué opina él de todo lo que se está haciendo por Feiruz?
Bueno, está muy contento, feliz, y sobre todo muy agradecido.
¿Hasta cuándo está previsto que se quede Feiruz en Dos Hermanas?
Son los médicos quienes dependiendo de la evolución deciden esta cuestión. En principio, si todo va bien, este verano, aprovechando que en esa época del año hay vuelos directos, va a pasar unos días con su familia, para entonces ya llevará dos años sin ver a su madre. Poco a poco y a medida que vaya necesitando menos medicación, se planteará la opción de volver definitivamente con su familia de origen, siempre y cuando se pueda garantizar los cuidados y el tratamiento necesario.
¿Desde cuándo sois familia de acogida?
Empezamos hace unos 15 años. Desde entonces han sido dos niños y dos niñas los que hemos tenido la suerte y el privilegio de poder compartir un poco de nuestras vidas con ellos y de que ellos compartiesen también las suyas con nosotros.
¿Cuántos miembros componéis la familia?
Mi mujer, yo y tres hijos mayores ya, dos chicas y un chico.
¿Qué significa Feiruz para vosotros?
Pues ha ido significando distintas cosas a través del tiempo.
Al principio fue un compromiso humano, de solidaridad, de esfuerzo en todos los sentidos que sabíamos que íbamos a tener que realizar entre todos. Pero poco a poco se ha ido convirtiendo en mucho más que eso, y ahora mismo representa el mayor logro que hemos conseguido realizar como familia todos juntos y eso es algo de lo que nos sentimos muy satisfechos y el verla ahora como la vemos y como la hemos visto en este año y medio atrás, es algo tan emocionante que no encuentro palabras para describirlo.
¿Qué llamamiento haríais para que más personas acojan a niños saharauis dentro del programa Vacaciones en Paz?
Que merece la pena un poco o un mucho de esfuerzo, que estas niñas y niños lo van a agradecer siempre, que nos tendrán en sus corazones mientras vivan, sus condiciones de vida son muy duras, máxime durante los meses de julio y agosto. Que será un aprendizaje mutuo, único, irrepetible, donde ellos pasarán un verano agradable y a cambio durante ese tiempo compartirán sus vidas con nosotros y nosotros con ellos.
El intercambio cultural que se produce es una experiencia única, enriquecedora, de esas que no se enseñan en los libros de texto ni se aprende viajando como turista.
Si estás pensando en hacerlo, en acoger un niño este verano, te sugiero que lo pienses antes, esta decisión tendrá efectos secundarios importantes, en ti y en tu familia. Os va a transformar a todos, os va a convertir en mejores personas, más humanas, más empáticas, más comprensivas, menos exigentes, más agradecidas con la vida y con los demás. En fin, tu mismo, evalúa los pros y los contras.