En una segunda obra hablaré de otro numeroso grupo de comercios y negocios
He escrito recientemente un libro sobre los comercios y negocios de la Dos Hermanas de siempre, que ha patrocinado Fenaco –Federación Nazarena de Comerciantes- y el Excelentísimo Ayuntamiento. El libro ha tenido éxito, sobre todo porque el tema es muy goloso e implica a un gran número de público, es decir, a un gran número de comerciantes y a la clientela. Aparte, puede ser interesante, para los lectores en general, que pueden estar interesados en un tema tan poliédrico como los comercios y negocios antiguos de nuestra querida Dos Hermanas.
En él, he hablado como digo de los comercios y negocios antiguos, sea la tienda de Curro Vicario -cuyo capítulo es el más largo por la abundante información que me proporcionó la familia-; la empresa de los Campo -Camen-, buceo que hice en el negocio de una conocida e importante familia, el bufete de abogados de los hijos de Juan Varela Gómez –empresa también muy interesante-; numerosos bares –Los Pelaitos, Ignacio, Murube, etc. etc., colmados, desavíos, autoescuelas -Los Panchitos y Pilongo-, tiendas de muebles como Domínguez y Benítez; farmacias como la de don Juan Luis Sánchez López, etc. etc. Me gustaría citarlos a todos pero no es didáctico ni pedagógico. Quien quiera saberlos debe recurrir al libro. No creo que salga defraudado.
Soy consciente de que no he hablado de muchos comercios y negocios que ya podemos considerar antiguos y, aun así, el libro tiene cincuenta y tres capítulos, cada uno dedicado a un negocio o comercio. Pero este artículo lo que pretende ser es un llamamiento a los comerciantes. En efecto, Tomás Rodríguez Rubio, presidente de Fenaco, y nuestro señor alcalde Francisco Rodríguez García me han comprometido a escribir una segunda parte del libro, tratando sobre otros establecimientos y negocios antiguos o menos antiguos. Me he comprometido a ello y espero empezarlo en breve. Por eso, hago un llamamiento a los comerciantes o dueños de otro tipo de negocios para que den sus nombres en Fenaco para empezar con ellos. Como se ve, se trata de conseguir las mimbres para tejer el cesto.
Y yo, para el libro que ha salido he usado documentación, artículos que yo había escrito sobre algunos de los negocios o comercios –los menos- y, sobre todo y ante todo el trabajo de campo, las numerosísimas entrevistas que hice a comerciantes o a dueños de otro tipo de negocios. En todas ellas, procuré ser minucioso y obtener la máxima información posible de todo tipo –del negocio, de la familia del dueño, de las aficiones de éste, de su universo religioso- para que fuera lo más completo posible. Como tengo por costumbre, no inquirí sobre los ideales políticos que se suelen celar por los entrevistados y que sólo suelo citar cuando se trata de políticos, trabajos bastantes numerosos en mi producción, aunque no son los más numerosos, y en los que he entrevistado a políticos de todos los partidos posibles como el Partido Comunista de España o el Partido Socialista Obrero Español. En todos estos artículos, he procurado ser neutral, dejando a un lado mis ideales políticos y centrándome en los del entrevistado.
Tengo que decir que de mis seis libros es ésta la obra que me ha costado más trabajo. Ni siquiera mi ‘Apuntes histórico artísticos sobre cuatro templos nazarenos y evolución de las devociones en Dos Hermanas’, el primer libro que publiqué, me supuso tanto trabajo y eso que era una obra que habla sobre Santa María Magdalena, Santa Ana, San Sebastián y la Ermita de Nuestra Señora de Valme y tiene una segunda parte sobre las devociones en Dos Hermanas, muchas e interesantes. Para él, recogí mucha bibliografía y mucha documentación. El segundo, ‘Pasión y Gloria, sobre las hermandades nazarenas’ me supuso menos trabajo. El tercero, ‘La villa de Almonte y el Rocío en el siglo XVII a través de tres visitas pastorales’, tampoco me supuso demasiado trabajo y, para mí, fue una gran alegría escribir una obra sobre mi querido Almonte, que se sumó a los numerosos artículos y comunicaciones de congreso publicados en muchas revistas en las que colaboro que hablaban de la religiosidad y las cofradías del Almonte y de la devoción a mi querida Virgen del Rocío. El cuarto, fue para mí muy gratificante pero en el trabajé mucho. Se trata del ‘Estudio de la Real y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Dos Hermanas a través de sus libros de actas (1933-1985)’, el cual en parte es un estudio de mi familia que aparece en él en numerosas ocasiones. Pero, ya digo, me llevó mucho trabajo pues procuré que fuera un estudio exhaustivo. Estos cuatro libros están agotados, no descartando volver a publicarlos. El quinto es ‘Cuentos para dormir a un joven en el tiempo de la zozobra’, del cual me siento muy orgulloso sobre todo porque es muy distinto a los otros, libros de pura historia, aunque estos cuentos tienen muchas referencias históricas. De él todavía quedan ejemplares. Y este largo exordio viene a cuento para decir de nuevo lo que me ha costado escribir el libro de los comercios en el que he sido muy minucioso. Ha sido una obra de madurez. ‘Los Apuntes’, por ejemplo, fueron una obra de juventud, la primera que escribía. Por todo ello invito a los lectores a leer este libro sobre los comercios y negocios, en el que eché lo poco que sé sobre muchos establecimientos nazarenos porque, según escribía, me daba cuenta que sabía menos y que era un campo inexplorado. Desde luego, gracias a Fenaco por confiar en mí creo que porque ya había escrito sobre el tema en este periódico.
Ahora, viene una segunda parte como ya he dicho. Soy consciente que me olvidé de muchos comercios y negocios antiguos que tienen que, o mejor, deben de tener cabida en un segundo libro. Entrarían comercios de todo tipo, bares, gestorías, bufetes de abogados, consultas médicas, etc. Pretendo, en la medida de lo posible, rizar el rizo con estos comercios y negocios nazarenos. La estrategia para su realización sería la misma. Usar bibliografía, documentación y el indispensable trabajo de campo con los propietarios porque, evidentemente, nadie sabe más de los comercios y negocios que sus propios dueños.
Me consta que muchos negocios con una antigüedad suficiente no salieron en el primer volumen. Ahora es la oportunidad que tienen los dueños al poder salir en el segundo libro. Comercios, por ejemplo, como el de Pachico o negocios como los de Miguel Espina Martín –un Chaparrejo-, bares como el de Nicasio, viejas farmacias, etc. etc. Todos ellos tienen cabida en el segundo volumen. Yo espero poder reunir unos cincuenta negocios y comercios para poder publicar este segundo libro, al que, como he dicho, me han instado a hacer el presidente de Fenaco y el señor Alcalde. Ambos me honraron prologando el libro anterior.
Yo procuraré entregarme a la escritura de este libro que pienso compaginar con la ejecución de una historia de la Real e Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento, Santo Rosario de Nuestra Señora María Santísima de la Alegría, Animas Benditas y San Manuel González García, es decir la cofradía de la Virgen de la Alegría de San Bartolomé de Sevilla, de la que soy hermano desde que era joven y que da culto a una de las imágenes letíficas más importantes y veneradas de Sevilla. Espero, pues, poder compaginar ambos trabajos.
En fin, me siento satisfecho de este trabajo, de mi sexto libro que se suma a los otros cinco, a las numerosas ponencias y comunicaciones en congresos y a centenares de artículos en revistas de muy diversas y numerosas localidades. Tengo que decir que no sólo me gusta trabajar sobre Dos Hermanas. Y he escrito, por tanto, sobre otras poblaciones, calculo que unas cuarenta que no voy a nombrar porque se trata de una lista interminable.
Sólo me resta decir, para acabar estas reflexiones, que no otra cosa es este artículo, que espero la colaboración de los comerciantes y otros profesionales a los que empujo a dar sus nombres en Fenaco o a dirigirse a mí mismo, para tener de una manera somera con qué empezar la segunda parte de este trabajo para mi tan ilusionante. La pelota está en el tejado –como dijo el escritor y canónigo el sacerdote don Juan Francisco Muñoz y Pabón cuando lanzó en un artículo la idea de coronar a Nuestra Señora del Rocío, celestial patrona de la villa de Almonte-. Sólo falta que los comerciantes que quieran salir en el libro tomen esta idea y la hagan suya, como yo, ya la he hecho mía.