El autor ha pintado dos bellos cuadros de la Virgen de Valme y la Virgen del Rocío
En la cruzada que tengo emprendida por fomentar la vida artística, literaria, en suma, cultural de Dos Hermanas se encuentran los numerosísimos artículos que he dedicado a escritores, arquitectos, escultores y pintores. Y hoy, siguiendo este camino voy a hablar de un pintor. Se trata de Francisco Ribas Lagares, un destacadísimo artista de Dos Hermanas. Pero, antes de hablar de su faceta artística, voy a pergeñar su biografía.
Nace nuestro personaje en Sevilla el 15 de mayo de 1949. Sus padres fueron Francisco Ribas Martí, natural de Palamós en la provincia catalana de Gerona, y Adela Lagares Rodríguez, natural de Sevilla. Su padre era mecánico tornero y su madre maestra nacional. Sus abuelos paternos eran Juan –que se estableció en Sevilla para montar la Corchera Internacional- y Remedios, ama de casa. Sus abuelos maternos eran Fernando, que desempeñaba el puesto de maestro en la Fundición de Sevilla, y Josefa, también ama de casa.
Y una historia curiosa y representativa de toda una época es que la madre, maestra nacional, acabó sus estudios el año 1936 y a los integrantes de su promoción el gobierno de la dictadura no los dejó trabajar. Mucho tiempo después, en 1957, se convocó una oposición restringida para este grupo. De este modo, la madre las ganó y trabajó un año en El Viso del Alcor donde vivió la familia. Luego pasaron a habitar en San Juan de Aznalfarache, trabajando la madre en Mairena del Aljarfe, y, después, pasó a trabajar al mismo San Juan.
El padre, por otro lado, trabajaba en la Pirotecnia que estaba en el castizo barrio de San Bernardo, y luego, pasó a Construcciones Aeronáuticas en Tablada.
Igualmente, hay que decir que nuestro protagonista tenía tres hermanos, los cuales aún viven: Adela, Juan y Fernando.
Nuestro personaje nació en la sevillana Avenida de Miraflores y, aunque su parroquia era a la sazón San Julián, el fue bautizado en San Gil, delante de la Esperanza, a la vez que un primo suyo.
En cuanto a la vida estudiantil de nuestro biografiado, primero estudió en una academia que tenía su madre en su casa ya que no la dejaban ejercer, como se ha visto, en la enseñanza pública. A los nueve años pasó al Colegio de la Salle Felipe Benito de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, fundación francesa de San Juan Bautista de la Salle (1651-1719). A los catorce, dejó tercero de bachiller en el colegio de los hermanos y pasó de aprendiz a Construcciones Aeronáuticas. Aquí fue el primero durante tres años y le dieron una beca para la universidad. Además, obtuvo el título de fresador. Con su beca estudió Ingeniero Técnico Industrial, en la especialidad de Química de Procesos. Su Escuela Universitaria se encontraba en Los Remedios. A continuación, vuelve a Construcciones Aeronáuticas como ingeniero técnico.
Luego cumple el Servicio Militar en los años 1971-1972 en El Copero, en el Ejercito del Aire, concretamente en el Cuerpo de Policía Militar del Aire.
Posteriormente, en 1972, vuelve a trabajar en Construcciones Aeronáuticas de ingeniero técnico responsable de procesos finales.
En el año 1978, la empresa crea un puesto de jefe de formación. Se presenta a un concurso de méritos en el que sólo participaban ingenieros e ingenieros técnicos. Obtiene la plaza y se va a Madrid, siendo el primer jefe de formación que tuvo la empresa. A la sazón, la oficina central estaba en Rey Francisco y el departamento de formación se encontraba en Tutor.
En cuanto a la vida personal de nuestro hombre, hay que decir que su pareja es María del Carmen Fernández Maestre, natural de Alcabón en Toledo y que hizo Magisterio en Madrid, trabajando en su oficio cuarenta y tres años en la misma Villa y Corte.
Nuestro biografiado tiene dos hijos de un matrimonio anterior: Alicia, que es soltera y que trabaja de secretaria del Obispado de Cádiz-Ceuta, y Francisco, que trabaja en LTK, una empresa de logística, como responsable del departamento de Calidad. Éste último está casado con Lidia Jurado que es enfermera. El matrimonio tiene una hija, Medea, y vive en la urbanización Jardines de Hércules en Sevilla, concretamente al lado de la antigua Bellavista.
Siguiendo con la trayectoria vital y laboral de nuestro personaje, hay que decir que en 1987 se viene de jefe de programas a la Factoría de Puntales en Cádiz. Se jubiló en el año 2016 a los 67 años.
De Cádiz pasó a Dos Hermanas buscando la cercanía de su hijo. Pero es hora ya, tras este recorrido por esta complicada y abigarrada biografía, de que pase a su faceta artística. Y hay que decir, en primer lugar, que tenía un pariente pintor: su primo hermano Francisco Cuadrado Lagares, al que la madre de nuestro protagonista pagó la carrera. Existían, pues, unos antecedentes familiares.
En un primer momento, Paco Ribas dibujaba mucho a lápiz y realizó mucho cómic. Cuando se jubiló y se vino a nuestra ciudad empezó con el lápiz pero, después, se pasó al oleo, del que ya había hecho algo en Cádiz. Contrariamente, no ha intentado pintar con acuarela.
Lo que más le gusta pintar es retrato que considera muy comprometido pero que, en suma, es lo que más le agrada. Para él el retrato es la expresión. Los ojos le dicen cómo son las personas y la boca el estado de ánimo.
Paco Ribas ha hecho dos exposiciones en la oficina de Correos de Dos Hermanas y participa también en la exposición al aire libre que organiza el Colectivo Ventana Plástica en la calle Real en la mágica mañana del Domingo de Pasión, día en que Dos Hermanas exulta con la función de Oración en el Huerto, el traslado del Cristo y la Virgen de esta misma cofradía y el de la Virgen del Amor y Sacrificio, el esperado pregón de Semana Santa y, como no, con la interesantísima exposición del ya mencionado colectivo.
Nuestro pintor, ha dibujado numerosos retratos de personas pero, en lo que más destaca, aunque tiene mucha calidad todo lo que hace, es en las pinturas de imágenes. Ha pintado muchas de ellas de Sevilla y Dos Hermanas. Voy a comentarlas, en la medida de lo posible mas primero tengo que decir que es un pintor realista que logra en sus cuadros una perfección verdaderamente loable y que dice mucho de su arte y de su pericia, que quedan manifiestos en sus numerosos cuadros.
Y muy destacado es la Alegoría del Gran Poder y Sevilla en la que aparece el Señor de Sevilla sosteniendo la Giralda como símbolo de la ciudad. Es impresionante y merece estar en un museo.
Otra obra es la representación del sevillano Cristo de Pasión y la Inmaculada de la catedral sevillana, conocida por la Cieguecita, ambas obras de Juan Martínez Montañés. El autor nos dice que simboliza el encuentro de ambas imágenes, obras del escultor de Alcalá la Real, cuando el Jueves Santo hace estación el bello Cristo a la Catedral.
Después, vienen dos obras interesantísimas que retratan a la gran devoción comunal y a la gran devoción supracomunal de Dos Hermanas.
La primera representa, con un realismo encomiable ya que está muy conseguida, a la Virgen de Valme encuadrada en la ventana de la ermita y rodeada de motivos florales de las carretas, como arte muy representativo de Dos Hermanas. Es un cuadro realmente impresionante por lo bien conseguidos que están la Virgen y el Niño. La segunda representa a la patrona de Almonte la Virgen del Rocío, vestida con sus galas de Pastora, y cobijando la casa hermandad de Dos Hermanas en la aldea. También la Reina de las Marismas y, sobre todo, su Niño están muy bien conseguidos y es un cuadro muy impactante e interesante.
Pero dejo, por hoy, la obra de este maestro. Continuaré con su análisis en la próxima semana.