Irene González escribe ‘El vacío que llenas’

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Irene González

Irene González tiene 15 años y escribe desde que estaba en 4º de Primaria, ha publicado su primer libro 

Irene González Pastrana es natural de Dos Hermanas. Actualmente estudia 4º de la ESO en el colegio Sagrada Familia.

Aún tiene dudas sobre su futuro profesional, no sabe si estudiar Psicología o Podología. Aunque su verdadera pasión es leer y escribir.

Con tal solo 15 años ha escrito su primera novela: ‘El vacío que llenas’.

Irene González se describe como una persona algo tímida aunque se abre en cuanto coge confianza. Es muy buena estudiante.

Entre sus aficiones está leer, algo que realiza desde 1º de Primaria, y el fútbol, es bética y los fines de semana acude al Benito Villamarín como recoge pelotas.

Seguro que le espera un futuro prometedor como escritora.

Irene González responde a nuestras preguntas:

¿En qué momento comienzas a escribir?

Desde 4º de Primaria, desde que tenía 9 años, escribo relatos cortos y, a partir de ahí, se convirtieron en algo más largo.

¿Recuerdas el primer relato que escribiste?

El primero que escribí iba sobre un hombre que viaja al extranjero para trabajar en una fábrica y poder mantener a su familia. Tras un tiempo su mujer le envía una carta para pedirle que vuelva porque está enferma y tiene que cuidar a sus hijos. El mismo día que iba a regresar su jefe le ofrece un aumento de sueldo y una mejora laboral y decide quedarse. Cuando vuelve a casa la mujer ha muerto y los hijos están en acogida.

También presenté un relato, estando en 6º, a un concurso de Amazon por el Día del Libro, con 12 años, y lo gané. Se llamaba ‘Un amigo diferente’. Iba sobre un niño que se encontraba un mono blanco  y se lo llevó a su casa pero se lo ocultó a sus padres para poder cuidarlo, descubrieron que lo tenía y con la ayuda de sus padres y sus amigos pudieron llevarlo a un lugar seguro para él.

¿En qué momento decides escribir un libro y publicarlo?

A finales de verano del pasado año, no estaba muy bien emocionalmente hablando. Decidí empezar a escribir, porque escribir siempre ha sido algo que me ha llenado muchísimo. En ese momento lo tenía un poco dejado aunque sí leía. Decidí retomarlo y me vino súper bien como terapia. 

Se me ocurrió la idea en la ducha. Yo lo menciono en el libro, para mí la ducha es un momento de reflexión y se me ocurre muchas cosas. Me metí en la ducha y cuando salí ya tenía planteado el principio y el final. El final fue lo primero que se me ocurrió. Tenía hecho el final y todavía no tenía claro lo que iba a pasar en el nudo.

Escribo libremente. La mayoría de las veces que me pongo a escribir, si me meto en la historia, en los personajes, escribo casi sin pensarlo, me sale solo.

¿Cuándo comienza tu afición por la escritura?

Me enteré que mis padres tenían un ordenador portátil en casa, mi madre me enseñó a escribir. Cuando tuve algo más de soltura empecé a escribir los relatos.

Mi padre me contaba cuentos tradicionales que se los inventaba él, por ejemplo, ‘Caperucita plateada’. Cuando aprendí a escribir en el portátil me dijo ábrete una carpeta y escribe un cuento, el que se te ocurra… En el confinamiento, un poco antes, empecé a escribir pequeñas historias.  La carpeta sigue ahí creada.

¿Eran cuentos de fantasía?

No, la fantasía nunca me ha llamado la atención. Tampoco la leo. Me gusta más la realidad.

¿Empezaste a escribir en ordenador sin utilizar papel y lápiz?

Empecé en el ordenador. Papel y boli lo utilizo ahora. Siempre voy con un cuaderno donde apunto todas las ideas. Voy a todos sitios con él. Si no tengo una carpeta creada en Notas en el teléfono y si por cualquier cosa no llevo el cuaderno, la apunto en el móvil y después la paso al cuaderno.

También utilizo ahora más papel y boli porque después de un examen siempre me surgen ideas y necesito apuntarlas. Saco un folio y me pongo a escribir lo que se me ocurre.

¿En qué te inspiras?

No es que mi inspire en algo concreto. En ciertas partes veo algo en la realidad y después me invento la historia, y la desarrollo como a mí me da la gana. Inspirarme en un hecho concreto es algo que no hago. Se me ocurre sin más, sin un motivo concreto. A lo mejor es por todas las vueltas que le doy a las cosas en la cabeza. Me gusta mucho pensar.

En tu afición por la lectura y la escritura, ¿han influido también tus profesores?

La seño Isabel me daba Lengua en Primaria. Fue la primera persona, aparte de mis padres, que leyó mi primer relato. Me marcó muchísimo. Cuando terminó de leérselo me dijo que estaba súper bien hecho, pero que la próxima vez “si tu quieres, un final un poquito más feliz”.

Don Adolfo, también fue uno de mis primeros lectores de los relatos. Me dijo que le faltaba algunas comas y desde entonces, ahora pongo más comas de la cuenta y cuando releo lo que he escrito le tengo que quitar.

La seño Ana, que la tengo desde primero con Lengua y Literatura. También me ha dado Oratoria y Debate.

Y la seño Sandra, que fue la primera persona a la que le dije que quería publicar el libro. Se puso súper contenta. Lo divulgó por todo el colegio. Al día siguiente lo sabía todo el colegio.

¿Cuántos libros te has podido leer?

No se decirte exactamente. Muchos. En verano me leo tres libros por semana. Ahora con el instituto, uno, y me centro más en el colegio.

¿Qué tipo de literatura lees?

Romántica juvenil, drama, me encanta el drama, poemas…

¿Nos puedes hacer una sinopsis de ‘El vacío que llenas?

Héctor es un adolescentes de 15 años, con un pasado bastante difícil, que vive solo con su madre. Sale con ella un día y conoce a Ainhoa, se queda prendado de ella desde el primer momento que la ve. Hablan, quedan, se van conociendo y tienen una historia bonita en la que sí se enamora, pero hay algo que él no sabe y que le dará la vuelta a todo…

¿En qué te inspiraste para escribirla?

Me inspiré en cierta parte en cómo yo me sentía en ese momento, esa bajada emocional. En la parte en la que se enamora no, porque no lo he estado, así que es totalmente inventado. En la actitud de él, en ciertas partes, me identifico muchísimo. Él es el protagonista. Ha sido un reto escribir desde el punto de vista masculino. Nunca lo había hecho. Siempre había escrito en tercera persona o desde el punto de vista femenino. A lo mejor algunas partes que yo haya vivido en cierto momento, algunas sensaciones, pero poco más.

¿Tiene moraleja o aprendizaje?

Cada uno tenemos algo dentro que no terminamos de contar, ese vacío. Por miedo, porque no sabemos cómo van a reaccionar las personas a las que se lo contamos. No se lo cuentas porque no quieres perderla, no quieres que se vaya de tu lado.

¿Influyen tus experiencias personales en tus historias? 

No.

¿Te identificas con algún personaje?

Con Héctor, sobre todo con él, en realidad todos los personajes tienen algo mío. Pero es con el que más me identifico.

¿Cuánto tiempo dedicaste a escribir el libro?

Nueve meses. 

Como un embarazo… tu primer niño

Así lo veo, mi primer niño.

¿A quién le has dedicado el libro?

A mi madre, de hecho mi madre fue el lector cero, a mi padre y hermano. A mis amigos que siempre han estado ahí desde el primer momento que no he parado de hablarles de la historia.

También se la dedico a los que están o han estado en un vacío y han encontrado lo que le ha hecho salir de él. Y también para los que aún no lo han encontrado, espero que lo hagan pronto. 

Y se la dedico a todos los que confiaron en mí y a los que no lo hicieron. De las dos formas me impulsaron para seguir adelante.

¿Eres también la autora de la portada de libro?

No directamente pero las flores que aparecen en ella son gerberas, mis flores favoritas, y son las flores que aparecen en todo momento en la pareja protagonista, Héctor y Ainhoa, pues me encanta el hecho de que algo tan pequeño sea capaz de tener unos colores tan vibrantes e intensos, al igual que era su relación, vibrante e intensa. Además, revoloteando entre las flores aparece una abeja, y esto se debe al mote que le pone él a ella por el color miel de sus ojos.

¿Te gustaría dedicarte profesionalmente a escribir?

Me encantaría.

¿Cuentas con el apoyo de tu familia?

Mis padres siempre me apoyan. Tengo mucha suerte. Me apoyan muchísimo todos.

¿Qué te dicen tus amigos?

Mis amigos, que son maravillosos, están super contentos tienen expectativas más altas que yo (risas). Dicen que voy a ser una escritora famosa. Hay muchos compañeros que se alegran. Mis profesores también están encantados, súper volcados conmigo. El viernes haremos una presentación del libro en el colegio.

¿Cuál o cuáles son tus escritores preferidos?

Alice Kellen, Megan Maxwell, Mario Benedetti, … 

¿Qué género te gusta más?

Romance juvenil, romance con drama.

¿Tienes en proyecto alguna otra obra?

Sí. Estoy escribiendo un romance lésbico, entre dos mujeres, tienen 22 años, son jóvenes, van a la Universidad y tienen su aventura…

¿Tiene un final feliz?

Las historias de amor no son perfectas, son idealizadas. Los finales dramáticos son los que se recuerdan. Finales felices hay muchos.

¿Te has marcado alguna fecha para su publicación?

No me gusta ponerme fecha porque me agobio. Me pongo de meta 1.000 palabras al día. Escribir es mi hobby, los fines de semana le dedico más tiempo, me sirve de evasión, me desconecta de todo, para mí no es trabajo. Me meto tanto en la historia del personaje que me olvido de la mía propia. Al final son muchas palabras más porque me meto de lleno. Este verano me llevé el portátil a la playa y todo, y el cuaderno, por supuesto. 

¿’El vacío que llenas’ tendrá segunda parte?

Este libro termina. Está totalmente cerrado. 

¿Cómo fue el proceso para su publicación?

Pues nos informamos un poco y presenté la obra a cinco editoriales. Me daba un poco de cosa porque si me rechazaban me iba a venir abajo. Mi madre me dio ánimos. Pero dos me presentaron una propuesta para poder publicar con ellos. Me tuve que decantar por una. Íbera. Es el primer libro largo que termino. No fue fácil porque no todas las editoriales aceptan obras de menores de edad. Hay muchos concursos que el premio puede ser que te lo publiquen pero todos eran para mayores de edad. Los que son para menores de 18 años eran para cuentos o relatos cortos.

¿Dónde se puede adquirir el libro?

Se puede comprar en El Corte Inglés, en la Casa del Libro, Amazon ebook y en la página de la editorial.

¿Qué le dirías a nuestros lectores para que lean tu obra?

Creo que es una historia que puede gustarle a todo el mundo. Pueden sentirse identificados, los adolescentes se sentirán identificados si no al 100% al 90%. Y si no son adolescentes recordarán esos tiempos de la adolescencia. Es una historia bonita, está llena de reflexiones. Toca muchos valores, inquietudes, la vida, la muerte, toca todos los extremos, la intensidad del amor, de las primeras veces, la decepción, el odio y el rencor también.

¿Quiénes son los protagonistas de ‘El vacío que llenas’?

Héctor, Ainhoa, Catalina madre de Héctor, Víctor, Javier, Aurora y Verónica, los amigos. Esos son los principales.

Irene González realizará la presentación oficial de su libro ‘El vacío que llenas’ el día 8 de noviembre, a las 18.45 horas, en la Biblioteca Municipal Pedro Laín Entralgo. También realizará la firma de libros.