Isaías Lorca Álvarez, Educador Infantil en Alemania

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Isaías Lorca Álvarez

Isaías Lorca Álvarez viajó a Alemania buscando trabajar de lo que había estudiado y allí ha establecido su residencia

Isaías Lorca Álvarez es nazareno de nacimiento. Tiene 26 años y desde enero de 2022 reside en Offenbach del Meno, una ciudad a pocos kilómetros de Frankfurt (Alemania). 

Se ha criado en el seno de una familia numerosa y cristiana. “Soy el tercero de cuatro hermanos”, explica Isaías Lorca. Ha vivido por la zona de Carlos I. 

Ha asistido a colegios públicos. La educación primaria e infantil las realizó en el CEIP Cervantes y posteriormente pasó al Instituto Cantely. Tras realizar la ESO, cursó el Bachillerato de Humanidades en el IES Gonzalo Nazareno. Una vez terminado Bachillerato y selectividad, se decantó por la Educación Infantil en la Universidad de Sevilla. 

“Después de este recorrido, y tras un par de años trabajando en todo aquello que me salía, decido ir a Alemania para trabajar en un Kindergarten (Jardín de Infancia)”, indica. 

Isaías Lorca responde a nuestras preguntas:

¿Cuándo decides estudiar Educación Infantil y por qué?

Pues realmente, y como le digo a todo el mundo, fue una decisión que no tuve clara hasta el momento que recibí mi nota de Selectividad. Desde pequeño siempre he estado cambiando mi idea de ‘’qué voy a ser de mayor’’, desde futbolista hasta médico, y ser maestro nunca estuvo en mis planes. Entonces, cuando recibo la nota de selectividad con 17 años, empiezo a preguntarme qué cosas me gustan o se me dan bien y, entre ellas, están el trato y cercanía que yo siempre he tenido con los niños. Creo que siempre tuve esa facilidad para simpatizar con ellos y ellos conmigo. Es por ello que no dudé en realizar la carrera de Educación Infantil. 

¿En qué momento te planteas irte a trabajar al extranjero?

Es triste decirlo, pero en el momento que sentí que si seguía en España, nunca me dedicaría realmente a mi profesión. Tras acabar la Universidad, decidí apostar por las oposiciones, pero con la llegada de la pandemia, se paró todo el curso y las oposiciones se retrasaron un año más, esto fue un varapalo. En un momento de desesperación, mandé mi currículum por Internet a la gran mayoría de colegios concertados de Sevilla y sus alrededores, pero tampoco hubo suerte. Entonces lo tuve claro, tengo que salir del país para dedicarme a lo que realmente me gusta. 

¿Te vas ya con el puesto de trabajo?

Sí, gracias a una amiga y excompañera de trabajo de España, accedí a una empresa que se ocupa de destinar a maestros y educadores infantiles desde España a Alemania. Ellos mismos se encargaron de realizar todo el trámite de papeles, buscarme alojamiento durante el primer año y asignarme una escuela a mi llegada.

¿Cómo es tu día a día en este país?

Pues depende de la época del año. Durante los meses más fríos del año, suelo quedarme en casa después del trabajo, ya que a las 15.30 horas empieza a anochecer y hay poca vida en la calle. Ya a partir de la primavera y verano, tras el trabajo, suelo dar un paseo por el centro de Frankfurt, quedar con otros españoles, ir al gimnasio… Y lo que nunca falta cada día es la videollamada con mi familia antes de dormir. 

Por tu experiencia, ¿son muy diferentes los niños alemanes de los españoles?

En cierta medida sí. En España estamos cada vez más acostumbrados a ver a niños manejar móviles y tablets mejor que los adultos. Aquí la mayoría de las familias llevan más control sobre ese tema. Aquí veo que los niños valoran más el tiempo de jugar con los juguetes como legos, muñecos, puzzles, etc., antes que las tecnologías. 

¿Es muy distinta la etapa de Educación Infantil en Alemania a la etapa en España?

Un sí rotundo. En Alemania encontramos entre 3-4 maestros por aula, mientras que en España, un solo maestro se ocupa de 25 niños. Luego, aquí los niños y niñas de entre 3-6 años están mezclados en el grupo, no existe ningún tipo de separación por edad. Y por último, y más importante, los niños tienen más libertad y juego libre que en España. Aquí los niños no se sientan en pupitres ni tienen libros con actividades que rellenar, simplemente llegan y juegan. 

¿Cuáles son los pilares básicos que debe aprender un niño en Educación Infantil?

Hay muchos objetivos y contenidos que un niño debe aprender en Educación Infantil, pero resumiéndolo, grosso modo, sería conseguir un desarrollo pleno del niño a nivel cognitivo, físico, social y emocional. 

¿La familia juega también un lugar importante?

Por supuesto. A ellos, siempre que pueden, les encanta participar activamente en las actividades de la escuela. Hemos tenido familias que nos han acompañado en excursiones, otras que han venido para hacer manualidades, otras talleres de cocina con los niños… 

¿Cómo definirías la educación que impartes a tu alumnado?

No sabría decirlo en una palabra, pero bastante satisfactoria. Tengo absoluta libertad para llevar actividades y juegos con los niños sin necesidad de programarlo con antelación. Además, esta actitud de querer aportar más y más cosas al aula les encanta a los alemanes 

¿A cuántos niños formas en la actualidad?

Unos 20 niños entre 3-6 años. 

¿Echas mucho de menos Dos Hermanas?

Por supuesto. 

¿Qué es lo que más echas de menos?

El clima, la comida, las festividades y mi gente. 

¿Y lo que menos?

La falta de independencia. 

¿Vienes muy a menudo?

Entre dos ó tres veces al año. 

¿Cuáles son las principales similitudes y diferencias entre la vida en Alemania y en España?

Aquí se me ocurren muchísimas más diferencias que similitudes, entre ellas, las oportunidades de trabajo y el sueldo, la importancia de la puntualidad y la confianza que hay entre los ciudadanos. En esto último me refiero, por ejemplo, a que no haya mucho control o vigilancia a la hora de usar el transporte público (ellos siempre dan por hecho que tienes tu ticket), la ciudad está repleta de bicicletas aparcadas por la calle, incluso de noche. Son cosas que en España no estamos acostumbrados a ver. 

¿Qué es lo que más te sorprendió del país germano?

Durante los primeros días lo que más me sorprendió fue el silencio que hay siempre en el transporte público. Nadie hablaba e incluso si hacía una llamada me miraban raro y me mandaban a callar.
Y otra cosa, es el tema del reciclaje. Aquí lo llevan a rajatabla. Diría que en todas las casas hay 4 o 5 cubos de basura para reciclar. 

¿Qué es lo que más te gusta?

De los alemanes, el hecho de que sean muy directos. En España tendemos a buscar excusas, sin embargo, aquí si algo les molesta o simplemente no les apetece hacer, te lo dicen de manera muy natural y sin rodeos.

En cuanto a la ciudad, el nivel de interculturalidad que existe. Como ya mencioné, vivo muy cerca de Frankfurt, una ciudad inmersa de extranjeros. Aquí es muy fácil encontrar gente nueva y conocer culturas de otros países. 

¿Y lo que menos?

De los alemanes que no tengan el mismo sentido del humor que nosotros y, muchas veces, no captan algunas ironías.

Y del país, el invierno. Mucho frío, pocas horas de luz y se hace muy largo. Es algo a lo que uno nunca se acostumbra y se llega a pasar realmente mal. 

¿Son agradables los alemanes?

De primeras quizás se mantienen muy serios, pero una vez que te conocen y te ganas su confianza, son también muy agradables. 

¿Tienes proyectado regresar a Dos Hermanas?

Es mi idea. No sé cuándo, pero sí que tengo clara la intención. 

¿Qué es lo que se te hace más duro de vivir en el extranjero?

En mi caso, por un lado, ese sentimiento de culpabilidad por alejarme de mi familia únicamente por trabajo. Y, por otro lado, esa falta de arraigo. Me explico, por mucho tiempo que viva aquí, de cara a un alemán siempre seré “el español” y por el contrario, de cara a mi país, soy “el extranjero, el que emigró, el que nunca está”. Creo que muchas veces no me siento comprendido ni por un lado ni por el otro. 

¿Cómo se ha vivido la Eurocopa en Alemania? 

Una locura total. Al estar Alemania en el centro de Europa, me atrevería a decir que, todos los días, da igual el partido que fuese, ha estado Frankfurt y demás ciudades abarrotadas de hinchas de todas las partes de Europa. 

¿Y el triunfo de España? 

Increíble. Me quedé con la espinita clavada de poder haber visto la final en Berlín, pero bueno, pude verla y celebrarla con más grupos de españoles. He de decir que, gracias a la final, descubrí la cantidad de españoles que viven en Frankfurt y antes no sabía. 

¿Cómo lo has vivido tú? 

Mi mejor experiencia de fútbol vivida hasta el momento en Alemania. Me gustaría destacar dos momentos. Uno de ellos, el partido Bélgica-Eslovaquia que se jugó en el estadio del Frankfurt y, gracias a Dios, pude presenciarlo. Ya desde el camino en el metro hacia el estadio se respiraba un ambiente increíble entre belgas y eslovacos. Y el segundo momento que nunca olvidaré fue el partido Alemania-España. Un amigo y yo quedamos para verlo en el centro de Frankfurt, donde se encontraban miles y miles de alemanes para animar a su país. Allí nos hicimos amigos de varios alemanes. Durante todo el partido hubo muchos momentos de piques y también de risas entre los dos grupos. Por suerte, España terminó ganando, y los hinchas alemanes, todos cabizbajos, felicitándonos. 

¿Te gustaría mandar un mensaje a tus paisanos? 

Pues que disfruten de todas las cosas buenas que tenemos, que muchas veces hay que salir de nuestra tierra para valorarlas. Y también, os invito, siempre que podáis, a dejar a un lado el miedo de viajar para estudiar o trabajar en el extranjero, aunque sea por un breve periodo de tiempo. Es una experiencia que enriquece muchísimo a nivel personal. 

Antes de acabar, me gustaría mandar recuerdos a mi familia, mis padres, mis hermanos, mi abuela, mis tíos, mis primos, mis amigos y a todos los feligreses de la parroquia Ave María y San Luís. 

Isaías Lorca vive su estancia en Alemania como una experiencia enriquecedora.