Una amplia obra avala a este maestro establecido en la localidad nazarena
Mentiría si dijera que son pocos los intelectuales nazarenos de nacimiento o que viven entre nosotros. A una ciudad del tamaño de Dos Hermanas, le corresponde que sean muchos y, ciertamente, la Providencia Divina y su subordinada la Madre Naturaleza han dotado a nuestra ciudad de muchos muchísimos intelectuales y artistas en todos los campos: escritores de todos los géneros -novela, cuento, poesía, historia, ensayo, etc.- escultura, pintura, arquitectura, deportistas de los más variados deportes, etc.
Y hoy viene a nuestras páginas el que es sin duda uno de los maestros más conocidos de nuestra ciudad: José Manuel Corchero Virosta. Nace nuestro biografiado el 20 de octubre de 1953 en Sevilla, aunque él se considera de la pintoresca Aznalcázar, el pueblo donde se crió.
El padre era Manuel Corchero Delgado, natural de la también aljarafeña Almensilla. En ella trabajaba en la caja de ahorros. Después estudió unos cursos de enfermería y trabajó de enfermero o como se decía en la época practicante.
En cuanto a su madre, era Isabel Virosta Clemente, natural de Deusto en las Provincias Vascongadas, concretamente en la bella Vizcaya. La madre estudió para matrona pero acabó sus estudios con veinte años y no la dejaban trabajar hasta veintiuno. Ese tiempo lo aprovechó para estudiar enfermería, con lo cual era matrona y enfermera aunque trabajó sobre todo de lo primero. Quisieron que trabajara en Maternidad en La Palmera de Sevilla pero ella prefería los pueblos. Su primer destino fue el tan convulso –y hoy parece que más que siempre- Carrión de los Céspedes. Luego pasó a Almensilla donde conoció al padre y luego, al fin se mudaron a Aznalcázar. Tal fue el arraigo y tan la labor de la familia en esta última villa que el centro de salud de ella tiene el nombre de la madre, Isabel Virosta Clemente.
Nuestro biografiado es hijo único. Estudió de chico en el Colegio de Nuestro Padre Jesús de Aznalcázar, el nombrado, hermoso e impresionante Nuestro Padre Jesús Nazareno del Socorro. Después pasó a estudiar al Seminario Menor de Pilas donde estudió el Bachillerato de Letras y Humanidades.
Con 15 años convalida por libre en el Instituto Fernando de Herrera el Bachillerato Elemental (Cuarto y Reválida) y estudia Bachillerato Superior (Sexto y Revalida). El Bachillerato Elemental servía para carretas de grado medio y el Bachillerato Superior para carreras de grado superior.
En 1970 se matricula en la escuela de Magisterio obteniendo la titulación de profesor de Educación General Básica.
En el año 1973 se fue a la milicia voluntario y sirvió en el cuartel de Artillería 14 de Sevilla. Mientras permaneció en el servicio militar estudió Primero de Filosofía y Letras y empezó a estudiar Teología. A su vez estudió Inglés en el Instituto Británico donde permaneció cuarto cursos pues entró en segundo. Cuando acabó la milicia se casó. Durante la milicia se presentó a las oposiciones y aprobó el primero y segundo examen. Al tercero lo castigaron con no salir del cuartel y no se pudo presentar. Hay que decir que, aunque cabo, también era un soldado díscolo que se enfrentaba a los mandos en defensa muchas veces de otros.
Lo cierto es que empezó a trabajar de profesor en el Colegio Calvo Sotelo, hoy llamado con el nombre de nuestro patrón, San Sebastián, y conocido, como es sabido, por el Cementerio. Allí estuvo el curso 1975-1976 y en junio de este último año aprobó las oposiciones.
Luego pasó al Colegio Nuestra Señora de Valme -en las Casas Baratas- en los cursos 1976-1977 y 1977-1978. En 1978, este colegio tomó el nombre Juan Ramón Jiménez y él fue director del mismo durante el curso 1982 (noviembre)-1983. El colegio tenía 42 maestros y más de 1.100 alumnos. Tenía desdoble, lo que da idea de su tamaño. Hoy es el Instituto de Educación Secundaria Alvareda.
En el 1982 se puso en funcionamiento el nuevo colegio José Varela y encargaron a nuestro protagonista la matriculación del alumnado y la revisión de las obras. Cuando decidieron abrir, en diciembre de 1983, le ofrecieron la dirección del colegio y ha permanecido en este puesto desde 1983 hasta su jubilación en 2018.
Pero dejando su vida laboral, que ha sido intensa y que ha sobrellevado bien porque tiene vocación como nos pasa a muchos a los que nos gusta la enseñanza, vamos a ver sus aficiones que son la pintura, la escultura y la cocina.
Pinta con mucho esmero y, sobre todo, le gusta el Impresionismo con autores como Monet y Gauguin, pero también le gusta el Expresionismo y la Abstracción.
Fruto de su buen hacer es que desde el año 1983 ha colaborado con la Fundación El Monte en exposiciones. Ha trabajado como comisario en Sevilla, Carmona, Dos Hermanas y Écija. En Dos Hermanas, además, ha organizado catorce exposiciones con pintores de primera línea. Es así que su casa es un verdadero museo, en el que encuentras la calidez de la pintura bien hecha que te rodea y envuelve por todas partes.
En cuanto a la literatura, numerosos son sus artículos destacando los de la Revista de Fiesta. En cuanto a libros ha publicado el de poemas ‘Tacones Dolidos’ y ‘Medio Siglo de Pasión’ sobre la Historia de la Peña Sevillista. José Manuel Corchero es un escritor ágil y entretenido, agilidad de la que, por cierto, no tienen muchos escritores y que en él es un punto a su favor.
A su vez hay que decir que es futbolero, concretamente sevillista y es tesorero de la Peña Sevillista siendo presidente Manuel Chamorro Varela.
En cuanto a las mentalidades, hay que decir que su madre era una mujer muy religiosa -como buena vasca- pero que no comprendía los piques -Angustiaos y Encarnaos- de Aznalcázar. En cuanto al padre no era un hombre pío e iba a la iglesia cuando tenía que ir. Por su parte, nuestro protagonista se define encarnao, le atrae más la Virgen de la Encarnación que la Virgen de las Angustias. Él mismo se define como profundamente religioso pero no practicante. Su gran devoción es el Jesús Nazareno del Socorro de su pueblo, el gran tótem de Aznalcázar. Su madre, por otra parte, le enseñó que existía un solo Cristo y una sola Virgen. Ello, desde luego, lo alejaba de las banderías.
También ciertamente le tiene cariño al Nazareno de la O -El Jorobaito- pues vivió cuatro años en la calle Castilla de Triana y se casó en la Parroquia de Nuestra Señora de la O.
Pasando a su familia, hay que decir que casó con María Josefa Gutiérrez Ruiz, maestra destinada también en el José Varela, hija de José Gutiérrez Cumplido y Mercedes Ruiz Gutiérrez y a la cual nuestro biografiado había conocido en Magisterio.
Tienen tres hijos: Marta que es economista y que está casada con Francisco Chaso González, aparejador del Ayuntamiento de Dos Hermanas. Tienen un hijo: Pablo. Una segunda hija es Alicia que ha estudiado secretario internacional. Trabaja de secretaria en una empresa de Almonte de nombre Hortifrut. Está casada con Álvaro Salgado Modino, profesor de Educación Física en el Colegio de San Hermenegildo de Padres Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores -vulgo los Frailes-. No tienen hijos.
Un tercero es Manuel, aparejador que trabaja de comercial. Está casado con Rocío Rojas Espadas, delineante, que también trabaja de comercial. Tienen un hijo: Marco.
Pero me interesa lo que piensa José Manuel Corchero de nuestra ciudad. Tiene buen concepto de ella y su crecimiento. Cuando llegó cuenta que había una Dos Hermanas profunda que no recibía bien al que venía y otra acogedora que es la que al fin ha predominado. Dos Hermanas recibe al que viene con los brazos abiertos. Actualmente Dos Hermanas acepta a las personas y no les pregunta ni de dónde viene ni de dónde son. Él tiene la experiencia de que los maestros le dicen lo bien que la ciudad acoge a la gente, lo cual yo puedo corroborar.
Pues bien, acabo este pequeño trabajo sobre este intelectual nazareno, tan conocido, que ocupa en nuestra res pública un puesto tan importante y que ha hecho tanto por el mundo de la cultura. Esperemos que siga regalándonos con sus obras tanto pictóricas como literarias.