Nuestro biografiado ha sido un hombre polifacético y autodidacta
Hoy escribo con tristeza, con mucha tristeza, de una persona típica en la calle Real Sevilla y enormemente entrañable para todos los que lo trataron que fueron muchos. Se trata de José Martínez Ramos, el librero de la que es, sin duda, la mejor librería de Dos Hermanas: la Librería Nuestra Señora de Valme.
Nació el 3 de diciembre de 1933 y murió el 20 de febrero de 2021. Vivió en la castiza calle de Alcoba y en la Avenida de Andalucía. Era hijo de los nazarenos José Martínez Merino y María Ramos Rubio. Tuvo tres hermanos: Josefa, José y Ana.
Casó con la también nazarena Concepción Fernández Mejías, hija de Antonio Fernández Muñoz y Ana Mejías Zambruno. De este último matrimonio nacieron Antonio José, Fernando, la susodicha Concepción, Ana María y, de un segundo matrimonio del padre, nació Dolores Mejías González.
Nuestro biografiado ha sido y, por ello destaca mucho, un hombre polifacético. Llama mucho la atención porque tuvo una tienda de muebles entre 1960 y 1990 aproximadamente. Ello enlaza con que trabajó de carpintero o con que trabajó en una tienda de juguetes.
Y hay que narrar, por otra parte que nuestro personaje es un autodidacta. Tuvo que salir de las escuelas de la Almona a los diez años y se metió en la tarea de aprender francés, lo que aprendió a la vez que el español.
Abre su librería, sin duda, el sueño de su vida en 1982 en una casa que estaba frontera al antiguo ayuntamiento y donde tuvo antes una tienda de muebles y juguetes con su hermana Ana. En este momento, mi vida se entremezcla con la de la librería. En efecto, en 1982 el primer libro que se vende es “Manuela” obra de Manuel Halcón Villalón-Daóiz, marqués de Villar del Tajo, un gran novelista sevillano. Desde entonces he sido un cliente fiel de la librería y su hijo Antonio José -yo que me vanaglorio de tener los amigos por centenares- se encuentra entre mis diez mejores amigos.
Pero volviendo a José hay que decir que la casa fue edificándola domingo a domingo. Los muebles los vendía a dita y cobraba el domingo.
No cabe duda de que era una persona muy trabajadora, enormemente laboriosa. Permanentemente se le veía sentado en la puerta de su librería o vendiendo dentro. Igualmente era aficionado a escribir y sacó a la luz dos obras: ‘Metafísica de España’ y ‘Desde la Izquierda para la Derecha la Cultura el centro de Dios’ , que firmó con el pseudónimo Fernando Catalán y Jomara.
Era, como era de esperar, un gran lector. Le gustaba mucho la filosofía y la ciencia. No le gustaba, en cambio, un deporte como el fútbol.
Nuestro personaje ha tenido dos hijos: Antonio José, que regenta la librería y que es novio de la profesora Cornelia Schweikert, y Ana María, casada con Patricio Moro Rodríguez que trabaja en hostelería. Los hijos de este matrimonio son: José Daniel –que continúa en la librería- y es novio de Beatriz Suárez Silva; Jorge –que trabaja en hostelería- y que es novio de Patricia Madroñal Román; y Patricia –que trabaja en una guardería –y es novia de Manuel Tirado Alonso.
Pero aunque ya he hablado de la librería en estos artículos no podemos dejar de decir lo que ha significado ‘Librería Nuestra Señora de Valme’. Ya, evidentemente, hay librerías que pueden ostentar este nombre en nuestra ciudad. Pero antes era la que más merecía este nombre.
Hay que narrar que, en 1992, pasó a un amplio y luminoso local en los bajos de los pisos que hacen esquina entre Nuestra Señora de Valme –Real Sevilla- con la Plaza de la Constitución -los Jardines-.
Mucho podemos decir de ella, muchos nos reuníamos y nos seguimos reuniendo en ella para charlar de libros. Y de libros de muchas clases. En efecto la librería siempre se ha caracterizado por tener muchas y diversas secciones: Filosofía, Religión, Best Sellers, Biografías, Historia, Religiosidad Popular, Youtubers, Comic, Series de Netflix, Esoterismo, Poesía, Teatro, Arte, etc. Entre las secciones principales están: novela histórica, novela romántica, libros de historia y autoayuda. Todavía en vida de José se creó una página web: www.librerivalme.es con servicio a domicilio.
También hay que decir que José y su hijo han concitado a su alrededor un grupo de profesionales de muy diversa índole. Es el caso: del publicista Antonio Javier Prado, del farmacéutico Manuel González, de Joaquín Caro, del comerciante de mercería y aficionado al cante José Manuel Rodríguez Zambruno, del médico Juan Picón Sánchez-Noriega, las poetisas del eximio grupo Almazara, etc.
José fue un hombre exótico, tremendamente llamativo, fiel a sus principios hasta la muerte. Quiso mucho a Dos Hermanas en la que permaneció también hasta la muerte. También, como otros muchos nazarenos castizos amó mucho a Chipiona,
Creo que nos ha dejado una gran herencia. En primer lugar su librería, que es pasto espiritual para todos los nazarenos y los visitantes, lo que se refuerza –lo de espiritual- porque muchos de sus libros son de temas religiosos pudiendo encontrar en sus anaqueles obras de los Padres y Doctores de la Iglesia, el Magisterio de los Papas y obras más asequibles todavía como pueden ser de Religiosidad Popular. Pero, en fin, también suponen un pasto espiritual la gran cantidad de obras que ponen a la venta.
En segundo lugar, José nos ha dejado una gran herencia más importante todavía que es su familia. Su hijo Antonio y su nieto José Daniel trabajan en la librería y viven entregados a ella y a sus clientes. En Librería Nuestra Señora de Valme siempre encuentran el libro que tú quieres y existe una entrega total al cliente. Ese trato tan comprometido con el cliente le da un sello que es lo más personal del negocio.
En fin, ha muerto un destacadísimo nazareno que ha marcado la vida intelectual del siglo XX y que, con su librería, ha llenado de saber nuestras mentes ávidas de sabiduría, por lo menos la mía. Yo sé que, para mí, como para muchos, ha dejado una huella indeleble. Descanse en paz.