El denso humo y el hollín va a obligar al propietario de JS La Carnicería a tirar todos los productos que tenía en su negocio porque está todo «como un carboncillo»
La rápida llamada de alerta de la empresa de seguridad que Javier Sevidane tiene contratada para JS La Carnicería evitó que hubiera más daños de los existentes.
No obstante, un incendio provocado por el cuadro eléctrico del local, llenó de un intenso humo todo el establecimiento en un breve espacio de tiempo. El hollín existente en toda la tienda llevará a Javier Sevidane a tener que tirar todos los productos.
A esto se añade los productos que estaban almacenados en cámaras frigoríficas que, al no contar con suministro eléctrico, también se han echado a perder, según nos cuenta Javier Sevidane.
Entre 30 y 40 jamones, productos gourmet, carnes maduradas… Un cómputo de productos que tendrá que valorar y pasarle todas las facturas al Seguro.
Incendio en el cuadro eléctrico
Javier recibió el sábado por la noche la llamada de su empresa de seguridad indicándole que en las cámaras de vigilancia se veía que salían chispas del cuadro eléctrico de JS La Carnicería, ubicada en la Avenida de España.
Él vive cerca de su negocio por lo que salió corriendo. Antes de llegar la empresa de seguridad ya le advertía que ni se le ocurriera entrar dada la densidad de humo que ya había en el local.
Los efectivos de bomberos llegaron enseguida, apagaron el fuego y comenzaron a ventilar el local, tarea en la que estuvieron más de hora y media, según indica Javier.
Gracias a la rápida actuación el incendio no fue a más ni llegó a otros locales comerciales o viviendas. No fue necesario desalojar a los vecinos. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales.
«Todos los productos están para tirarlos. Está todo como carboncillo», explica.
Ahora Javier sólo pide poder abrir de nuevo las puertas de JS Carnicería. Un negocio que abrió invirtiendo todos sus ahorros tras quedarse en paro.
«Lo abrí con mucha ilusión», explica, «ahora sólo quiero que todo se agilice para poder abrir de nuevo. Día que no abro, día que no entra nada. Si no hay clientela, no hay ingresos» insiste.
Ya ha pasado por JS La Carnicería el inspector del seguro y el electricista. Ahora queda limpiar todo y desechar todos los productos. «Sólo pido que me lo dejen como estaba», indica.
Lo único positivo que saca Javier de este incidente son las numerosas muestras de apoyo y cariño recibidas. Muchas a través de sus redes sociales donde anunciaba el cierre de esta forma:
«Familia, desgraciadamente mi pequeño negocio ha sufrido un incendio… ahora mismo no tengo palabras para decir lo que siento. Sólo espero que Dios me de fuerzas para poder seguir luchando y recuperar todo poco a poco. Estaremos cerrados hasta nuevo aviso».
«La gente se ha volcado, son muchas las palabras de ánimo que te hacen levantarte», indica Javier, «mi negocio es mi vida».