Juan Manuel Ramos «Titi», casi 40 años arbitrando

0
Juan Manuel Ramos «Titi»

Juan Manuel Ramos «Titi» es árbitro de la Liga Local de Fútbol Sala, toda una institución a nivel local

Juan Manuel Ramos «Titi» va a cumplir casi 40 años arbitrando en Dos Hermanas.

Comenzó en el mundo del «futbito» con 16 o 17 años. En una primera liga local, en 1980 o 1981, con su primer equipo, «Escorpión».

Pocos lo conocen por su nombre, todos por su apellido «Ramos» o por su apodo «Titi», que le viene de su padre.

Estudió en el colegio San Sebastián, antiguo Calvo Sotelo, pasó por el colegio San Hermenegildo (Los Frailes), donde terminó la EGB, y cursó los dos primeros cursos en el instituto de Valme. 

«Entonces había un instituto nada más en Dos Hermanas, no como ahora. En segundo estuve tres años, no me dio por estudiar», explica Juan Manuel Ramos «Titi». 

Dejó los estudios y se fue a trabajar con su padre que era contratista y con su hermano en una tienda de Deportes.

Ha estado vinculado al mundo del deporte, toda su vida de una u otra manera. Desde pequeño es aficionado al fútbol, es sevillista, porque su padre lo llevaba desde «chico», «me lo metió en las venas». En el colegio comenzó a jugar a fútbol, a voley… Siendo adolescente comenzó en la liga local como jugador y en el año 1982 o 1983 ejerció por primera vez como árbitro.

Desde entonces y hasta hoy, ha sido y es, árbitro de la liga local de fútbol sala.

Es toda una institución, después de tantos años y conocida su imparcialidad y buen hacer como árbitro, la mayoría de los jugadores lo respetan y pocos son los que ponen en duda sus decisiones arbitrales.

También estuvo vinculado al deporte a través de la tienda deportiva en la que trabajó.

Actualmente trabaja en la Delegación de Deportes del Ayuntamiento nazareno y se declara «adicto» al cine y a las series.

Es hermano del Santo Entierro ha sido costalero y actualmente sale de nazareno. Fue hermano fundador de Amor y Sacrificio y también fue hermano de Vera Cruz desde que nació «la hermandad de mi barrio».

Juan Manuel Ramos «Titi» comenzará este mes de octubre una nueva temporada arbitral.

¿Cuándo empienza su relación con la Liga Local de Fútbol Sala?

Al poco de salir de la EGB, me llamó un amigo por si quería jugar al «futbito», en aquél entonces no era Fútbol Sala, en una primera liga que se hizo. Hablamos del año 1989 o 1981. Empecé a jugar con un primer equipo que se llamaba «Escorpión».

¿Desde entonces está vinculado al fútbol local?

Sí, primero como jugador, estuve dos o tres años en ese equipo y luego en otros, y después lo compaginé con arbitrar. La primera liga que se hizo fue en 1979-1980, entonces no la llevaba la Delegación de Deportes, la pusieron en marcha gente particular. Hasta 1984-1985, no la cogió la Delegación de Deportes. 

¿Cuándo comienza a arbitrar partidos?

Pues antes de que la Liga pasara a la Delegación, en la temporada 1982-1983, empecé a arbitrar por medio de una persona que me animó.

¿Tuviste que formarte como árbitro?

La verdad es que, en aquella primera época, no había cursos ni nada. Un silbato… y empezabas a arbitrar. El fútbol sala, el «futbito», no es como ahora, la gente que jugaba era gente veterana que procedía del fútbol, y yo, que tenía veintipocos años, con un silbato, me comían por sopa. Pero aguanté el tirón y hasta hoy.

¿Cómo fueron esos comienzos del fútbol sala en Dos Hermanas?

Las primeras ligas se jugaban en el polideportivo Ramón y Cajal. En concreto no existían las pistas cubiertas ni nada. Se empezó con dos pistas que eran de albero y después se incorporó otras dos, una de albero y otra de cemento. Ha cambiado un montón.

Se empezó jugando con cinco jugadores y el portero, con el balón grande del fútbol normal.

En esas pistas de albero, incluso se llegó a arbitrar partidos lloviendo, con las pistas totalmente enfangadas, pero los jugadores se negaban a suspender el partido y los árbitros vestidos con ropa de calle e incluso con un paraguas.

En alguna ocasión, que había llovido algo, y algún equipo no contaba con todos los jugadores, echaron cubos de agua a la pista de cemento para que resbalara y así tuviéramos que suspender el partido.

¿Cuántos años lleva arbitrando?

Pues casi 40 años.

De estos 40 años, ¿qué es lo que destaca?

La gente, que he conocido un montón. 

¿Cuántos partidos ha podido pitar en todos estos años?

No se. He arbitrado, además de la Liga Local otras competiciones de Fútbol 7 por ejemplo. Muchos. Si pones una media de tres o cuatro partidos por semana y la liga desde finales de septiembre o principios de octubre hasta mayo…

Actualmente, me encuentro arbitrando a muchos chavales cuyos  padres también he arbitrado.

¿Algún equipo que haya estado estos 40 años en la liga?

Creo que la Peña Bética siempre ha tenido equipo. Pero el equipo de ahora no tiene que ver nada con el de entonces. Pero sigue manteniendo el nombre.

El equipo de los May Flay va a cumplir ahora 40 años, siguen manteniendo la esencia inicial. Otro equipo muy antiguo es el Videoclub.

¿Alguna anécdota?

Miles. Desde en un partido, un jugador que intentó agredirme y sus propios compañeros lo pararon. Después de tantos años soy muy conocido, la gente me respeta y me aprecia.

En otra ocasión, un jugador empezó a decirme que le sacara tarjeta. Enfadado y todo. Yo no lo entendía. Luego me explicaron que le faltaba una tarjeta para cumplir el ciclo de amonestaciones, y quedarse sin jugar el próximo fin de semana, que era lo que quería, ya que había hecho planes con la novia.

Más de una vez, los jugadores a los que he sacado tarjeta me esperan a la salida para intentar convencerme para quitar del acta la tarjeta. Pidiéndomelo por favor, algo que nunca he hecho.

En otro partido, se me olvidaron las tarjetas, cuando fui a sacar una amarilla me di cuenta. Tuve que llamar al Delegado para decírselo y que apuntara a ese jugador la tarjeta, que aunque no se la podía enseñar se había puesto. Afortunadamente se lo tomaron con humor.

Hubo un año que me salí del Ferrocarril Oeste, por desavenencias y jugaba en otro equipo. Coincidió en el polideportivo que jugaba el Ferrocarril con un equipo de Montequinto, con el Triángulo, y el árbitro que iba a pitar se sintió mal. Me dijo que si arbitraba en su lugar. Yo le dije que no lo veía bien pitar a mi equipo. Fueron los jugadores del otro equipo los que me dijeron que confiaban en mí. Al final los que se mosquearon fueron mis amigos porque decían que había pitado en su contra.

Una vez arbitrando, me encontré a uno que me sonaba, y es que jugaba en dos equipos a la vez. En uno del núcleo principal y en otro de Montequinto. Hasta que lo descubrimos y le dijimos que no podía jugar en los dos que tenía que elegir uno solo.

Yo soy muy bromista. Cuando me entretenía a tomar una cerveza con otros árbitros o jugadores llamaba a mi mujer y le decía que iba a tardar porque me habían agredido. La vez que me agredieron de verdad, la llamé para decírselo y ella se echó a reír, creyendo que era otra broma más.

¿Alguna situación difícil?

Al principio, cuando yo empecé, allí no había ningún filtro. Arbitrando equipos duros. Una vez me pidieron el acta, coincidía que estaba la persona que me introdujo a mí en el arbitraje, el Lito, cuando llevaba la liga, y estaba allí, se vinieron para mí, y él me dijo, dásela. Y delante mía partieron el acta.

En otra ocasión, en un partido de infantiles, se vino para mí el entrenador me fue a dar, me defendí, pero me dieron dos o tres patadas…

Después como todo, hay veces que he arbitrado y termino diciendo que esto no merece la pena. Arriesgarte, aguantar…

Por que el árbitro siempre está mal visto, es el malo de la película.

Sí es verdad que, después de tanto tiempo, siendo una liga local, siempre que hay una situación tensa, alguno se ha puesto un poco… y los mismos compañeros lo han cortado.

¿Es una institución en el fútbol sala en Dos Hermanas?

Hombre… creo que sí. Entre una cosa y otra. De la época que yo empecé prácticamente no hay nadie.

¿Algún equipo significativo?

Hombre, no quiero que se me pase, aparte de arbitrar, mi equipo. Como te he dicho antes jugué en diferentes equipos y después llegué a fundar un equipo con mis amigos, el Ferrocarril Oeste.

No seguimos compitiendo en los terrenos de juego. Pero, como más allá de equipo somos amigos, seguimos teniendo una relación de más de 40 años. Tenemos nuestro grupo de Whatsapp que tiene el nombre del equipo Ferrocarril Oeste. Lo fundé yo con José Antonio Castillo. El equipo lo conformamos en sus principios: Paco, Agustín, Roco, Adame, Tasio, Tamayo, Amuedo, Ponce, Moreno, Paco Radío y yo.

Nunca nos ha patrocinado ninguna marca aunque sí alguna vez nos han pagado las equipaciones: en una ocasión fue El Catalino, otra vez Aglisur Deportes e incluso el periódico El Nazareno.

¿Cómo ha evolucionado el fútbol sala en todos estos años?

En los años 90, el fútbol sala tuvo un «boom», incluso había lista de espera para poder entrar. Llegó un momento que la gente empezaba a jugar y dentro de cada equipo se formaba varios equipos luego. Todo el mundo quería hacer equipo. Todas las asociaciones de vecinos, …. Y había muchísimos equipos. Después fue bajando y la pandemia le dio la «estocá» definitiva.

Aparte también, a la generación de ahora le gusta menos. No les gusta comprometerse. Hay equipos de gente que llevan bastante años pero se van quedando sin jugadores porque la gente se va casando, van dejando de jugar… siempre me lo han comentado: buscamos chavales nuevos pero es imposible. Dicen que sí y luego no aparecen. Es que no les gusta.

De hecho se demuestra, es un detalle muy significativo, de las categorías que hay ahora, los veteranos son los que se han mantenido, incluso algún equipillo más va entrando, mientras los demás han ido disminuyendo. Además, de los veteranos es raro que falte un equipo, de las demás, raro es la semana que no falta algún equipo.

Es más, en algunos pueblos, la liga local ha desaparecido. Ahora hay mucho Fútbol 7, otras ligas que juegan entre semana…

¿Y las instalaciones deportivas?

La evolución ha sido grandísima ha pasado de las pistas descubiertas que había en el Ramón y Cajal a hoy en día que se juega todo bajo techo, salvo excepciones por algún motivo, normalmente todos los partidos son cubiertos: Ramón y Cajal, Velódromo y Montequinto, tanto en el Entretorres como en el Pabellón.

¿Cuántos equipos hay actualmente en la liga local?

Casi 60 equipos.

¿Cómo es un fin de semana como árbitro?

Aparte de la liga local senior suelo pitar otras competiciones como por ejemplo la liga escolar tanto de fútbol sala como de fútbol 7, me llaman también algunos clubes para pitar partidos amistosos… Cuando está en plena ebullición la liga los fines de semana son intensos.

¿Cuántos árbitros hay en la liga local?

Unos 10 y 11.

¿Qué significa para usted ser árbitro?

Disfruto arbitrando, lejos de que me he encontrado gente desagradable, lo que sí me voy a llevar es que, gracias a haber arbitrado, tengo muchos amigos.

Aunque, como te he dicho antes, el árbitro es el malo de la película, me llevo el orgullo de no haber escapado mal. Voy por la calle y me dicen: «¡ese árbitro bueno!». Es agradable que te salude la gente.

¿Se ha ido formando como árbitro?

Sí, cursos de reciclajes. Todos los años viene un árbitro de División de Honor a hablarnos, muy ameno.

¿Algún silbato especial?

La verdad es que no. Uso los tradicionales de toda la vida. Sí tengo uno mejor que me regaló un compañero.

¿Qué características debe tener un buen árbitro?

Siempre he intentado no engañar a nadie. Ser honesto. Pitar lo que veo y lo que creo. Siempre he sido claro. No dejarte llevar y ser justo e imparcial. Te tiene que gustar mucho y más no siendo profesional.

¿Algún árbitro que le sirva de ejemplo?

Como árbitro siempre he intentado seguir mi camino. Cuando empezaba me pasaba todo el fin de semana mirando cómo arbitraban otros para ver las cosas buenas y evitar los defectos y no cometer los mismos.

¿Algún mensaje que transmitir?

Agradecer, en general, a mucha gente que ha practicado o practica fútbol sala, el comportamiento que han tenido en general y, en concreto, que han hecho que yo aguante tantos años. Lo que me llevo de haber estado tanto tiempo arbitrando en fútbol sala es la amistad de mucha gente.

Y una mención especial a Manuel Salguero Román ‘Lito’ que fue la persona que me inició y me animó a comenzar en el arbitraje y a mi mujer, Asun, que es la que me ha animado y, a pesar que le ha robado mucho tiempo, como sabía que me gustaba…

Juan Manuel Ramos «Titi» volverá a los terrenos de juego en breve.