El joven nazareno celebró la vuelta del culto externo interpretando la rumba «Vivo en Sevilla»
La plaza de Santa Marta fue el escenario en el que el joven nazareno Juanlu de Castro –Juan Luis de Castro Sánchez- se ha convertido en viral en las diferentes redes sociales.
La noticia de que el Arzobispado levantaba la prohibición del culto externo llenó de júbilo a Juanlu de Castro que se reunió con un grupo de amigos en esta céntrica plaza sevillana. Acompañados por varias guitarras comenzaron a cantar.
Juanlu de Castro versionó una conocida canción (escrita por Rafael González Serna, e interpretada por Diego Benjumea), que fue grabada por uno de sus amigos y publicada en redes con posterioridad. A partir de ahí, el vídeo se convirtió en viral.
«Si no has visto en Sevilla una buena levantá… Tú no sabes de Sevilla de la misa a la mitad», dice la letra que le ha hecho viral.
Este joven nazareno estudió hasta los 16 años en el Colegio Sagrada Familia de Dos Hermanas (Sevilla), «mi segunda casa, donde he crecido en valores cristianos, conocimientos académicos y en el carisma vicenciano de San Vicente de Paúl y la compañía de las Hijas de la Caridad».
De su paso por la Sagrada Familia se queda con «muchos momentos y personas, profesores, hermanas, y el coro que ha marcado mi paso por el colegio desde prácticamente un niño».
«Actualmente, continuo asistiendo al centro cada viernes como catequista en Juventudes Marianas Vicencianas (JMV), asociación de jóvenes laicos que buscan vivir el Evangelio en medio de la sociedad», nos cuenta.
El pasado curso, en 2020, comenzó bachillerato en el Colegio Santa Joaquina de Vedruna de Sevilla.
La música es su mayor afición, desde pequeño siempre perteneció a coros y escolanías, pues le gustaba cantar en grupo. También le gusta pintar, todo lo relacionado con la Semana Santa, la Navidad…
A los nueve años comenzó a tocar la guitarra de la mano del guitarrista nazareno Luis Franco y, a los 11, inició sus estudios de piano en el Conservatorio Nuestra Señora de la Compasión de Dos Hermanas con el pianista Claudio Gómez «a quien debo todo lo que sé a día de hoy frente a las teclas y al sentir como músico, porque como bien recordaba: Tocar una nota equivocada es insignificante. tocar sin pasión es imperdonable».
Canta y compone sus propias canciones sobre el amor, devociones marianas, la vida y tradiciones de nuestra tierra. Actualmente vive con sus padres Juan Luis y Mercedes y su hermano Ignacio, de 13 años, en Dos Hermanas.
Le encantaría poder continuar sus estudios a nivel universitario, concretamente estudiando «Comunicación + creación y producción musical» en la Universidad Loyola. Si esto no fuera posible estudiaría algo relacionado con comunicación audiovisual, periodismo o educación.
«Me considero cofrade, soy hermano de las hermandades de Vera-Cruz de Dos Hermanas y Sevilla así como del Rocío de Dos Hermanas. Y muy devoto de Nuestra Señora de Valme y de la Virgen Milagrosa de Dos Hermanas así como de Nuestra Señora de Regla de Chipiona. Me gustan todas las fiestas y tradiciones de mi tierra con las que me identifico plenamente e intento, dentro de lo que cabe, participar en ellas: Romería de Valme, las zambombas de Navidad, peregrinaciones, Semana Santa, feria, Rocío, Corpus, etc.», resume Juanlu de Castro.
¿Cuándo y por qué comienza tu vinculación con el mundo de la música?
Desde niño. La banda sonora de mi infancia fue «Sonrisas y lágrimas». Siempre cantaba en bautizos, comuniones y demás eventos familiares.
¿Hay antecedentes musicales en tu familia?
Bueno, mi abuelo, antes de casarse, en el seminario, estudió solfeo y fue el Director del Coro. Mi primo segundo Alejandro también tocó la guitarra en el Coro del Rocío.
¿Cuál es tu instrumento preferido y por qué?
La guitarra. El piano es muy bonito pero la guitarra alegra a todo el mundo. Es con la que más me he familiarizado cantando en casa y en otros sitios. No puedo explicarlo exactamente con palabras. La guitarra lo reúne todo un poco.
¿Qué estilo o estilos musicales te gustan más?
El flamenquito, rumbas, sevillanas, la música pop en español, me gusta también mucho el soul inglés…
Reguetón, ¿no?
Bueno (risas), si estoy en una fiesta y la escucho, disfruto también… cantarla no. Me gusta toda la música.
¿Formas parte de algún grupo?
Desde pequeño siempre he estado en distintos coros: Conservatorio, Coro del Rocío, Coro infantil de Valme, el Coro del colegio Sagrada Familia, que me ha marcado mucho también.
Después he cantado tanto con mi amigo Pepe y mi amigo Ale en el grupo «Garabato» con Ana Valme Cazalla, Rocío Cazalla, Rocío y Lola Avilés y Mario Chacón. Hemos cantado en bodas, Eucaristías de Navidad de la parroquia, en eventos de la Hermandad del Rocío, … Además, he cantado con amigos en «Tijuana».
¿Has sido autodidacta o te has formado musicalmente hablando?
No. He necesitado siempre una base. En la guitarra me inicié con Luis Franco, en piano en el Conservatorio de Ntra. Sra. de La Compasión con Claudio Gómez. Otra buena escuela de guitarra ha sido el Coro del Rocío donde he aprendido de otros guitarristas.
Una canción cantada junto a un grupo de amigos se ha hecho viral ¿cómo te sientes?
Muy sorprendido. No sabía que iba a tener tanta repercusión. No se grabó con esa intención.
¿Esa canción tiene un significado especial?
Es una canción que escucho desde hace años, me gusta mucho. Estábamos echando el rato, en Sevilla, acababa de comunicarse que iban a volver las procesiones a la calle, hacía buen tiempo, la gente… Era quizás la banda sonora del momento que estábamos viviendo.
¿Qué ha significado para ti este «boom» en las redes sociales?
Desde que se publicó ha habido un cambio. Estoy muy contento. Me emociona mucho pensar que parte de lo que hago pueda llegar a ilusionar a la gente. Desde entonces me han escrito para cantar en fiestas privadas, inauguraciones de hoteles, contratos de acústico en salas de fiesta y eventos de empresas. También se han interesado por mí productores.
¿Cuál es tu sueño en el mundo de la música? ¿Te gustaría vivir de ello?
Me encantaría poder vivir el día de mañana trabajando de lo que me hace feliz, la música, aunque para mí no sería un trabajo, puesto que disfruto con todo aquello que sea cantar, componer, tocar un instrumento, montar las voces de un coro, producir una canción, preparar una puesta en escena u organizar un espectáculo.
No se lo que me va a deparar la vida. La música hoy en día me hace feliz. Si el día de mañana pudiera vivir de la música me encantaría porque no iría a trabajar si no a disfrutar. Pensar una meta que a lo mejor no es tú meta…
¿Has pensado en grabar un disco?
Sí que lo he pensado, pero últimamente lo que vende de forma comercial son los singles. Grabar un disco sería un proyecto que me haría muchísima ilusión.
¿Qué proyectos tienes en mente?
El año pasado, que estaba en primero de Bachillerato, era más fácil, y podía compaginar los estudios con otras cosas. Con la pandemia establecí un proyecto: que la música me salvara todo lo que no iba a tener este año. Cuando salimos de la cuarentena grabé una canción en julio «Acuérdate», tema amoroso; en verano grabé las «Sevillanas a Chipiona». En septiembre, cuando llegué a Sevilla de las vacaciones, me fui al estudio «Sonore» en Sevilla y grabé la «Canción a Valme» y la de la «Carta a los Reyes» por bulerías en diciembre. Después grabé el single del Domingo de Ramos en marzo.
¿Cómo vas a vivir la peregrinación de Valme?
Voy a hacer la ida andando. Desde hace cinco años, en la Romería, con mi grupo de amigos de siempre, le cantamos a la Virgen en la calle Canónigo desde el balcón de mi abuela. En la peregrinación, como no pasa por allí, le vamos a cantar a la vuelta en la calle Real. Así que me volveré en tren con mis amigos para preparar el balcón y poder cantar desde ahí y tirarle una petalá.
¿Qué le vais a cantar?
Dos sevillanas con el título «Rojo y azul». No hacemos las cuatro por el tiempo justo que lleva la Virgen que a las 15.00 horas tiene que entrar.
¿Son tuyas?
Sí. Desde hace cinco años que le cantamos siempre escribo yo las sevillanas y este año he escrito cuatro pero cantamos dos.
¿La Romería normalmente la vives intensamente?
Desde pequeño siempre he ido al Valme con mis padres, mi hermano y los amigos de mis padres con sus hijos, y hemos ido en carro. Desde hace cinco años, con mis amigos, con Pablo y con María Román Sánchez, mi compañera de vida que vive todo, no se ha perdido ni una, vamos en galera. Y vivimos los preparativos.
¿Has rizado flores de papel?
Sí, no es que se me de muy bien, pero lo he hecho, me he sentado y he rizado algunas flores, aunque me pongo nervioso y se me rompen.
¿Cómo has vivido la pandemia?
En principio pensé en tomármelo como unas vacaciones, una desconexión de la rutina, estaba tranquilo, no era consciente de lo que estaba pasando, era una sensación… En 1º de Bachillerato, entro en un colegio nuevo, lo pasé un poco mal. En un constante ejercicio en el que me decía: no me voy a quejar porque hay gente que lo está pasando mucho peor.
Y no poder reunirme con mis amigos. A mí es que me da vida estar estudiando un sábado entero y salir por la noche a tomar una copa con los amigos y a cantar. Y no sólo la fiesta, también la parte espiritual, pertenezco a las Juventudes Marianas Vicencianas (JMV) del Colegio Sangrada Familia y los encuentros, los voluntariados, los fines de semana de retiro, eso también se había perdido. La Navidad con la familia…como ha estado todo el mundo, vaya.
Necesito de la masa de gente, me gusta estar bien, que mis amigos estén bien, ver cómo disfrutan, disfrutar yo, soy de la felicidad compartida.
¿Qué significa para tí la Semana Santa?
Desde pequeño he vivido la Semana Santa, también la Eucaristía, es muy importante no quedarnos sólo en lo cofrade. He salido desde pequeño de nazareno, de monaguillo, de acólito… Mis abuelos y mis padres siempre se han preocupado mucho por mi educación cristiana. Me gusta mucho la Semana Santa, me hace sentir, me hace vibrar, la Cuaresma la vivo también mucho. No soy una persona obsesionada, voy mucho más al interior que a lo superficial.
Hay un antes y un después desde hace dos años porque empiezo a vivir la Semana Santa de una forma más interior, más espiritual, el Jueves Santo de oficios.
El año que viene estoy pensando en irme a Benagalbón, a Málaga, para vivir la Pascua con más jóvenes, que se organiza por JMV. Una Semana Santa distinta que dicen que hay que vivirla al menos una vez.
¿Vives la Semana Santa de Dos Hermanas?
Sí, salgo en Vera-Cruz el Jueves Santo.
¿Has recibido el apoyo de tu familia en tu afición por la música?
Sí, aunque es verdad que son muy estrictos, si no no hubieran apostado por mí al inscribirme en el Conservatorio, en la Coral Regina Coeli, dejarme que fuera al orfeón de los coros. Ahora están un poco asustados, pero es lógico. Pero tengo los pies en el suelo, el primero que entiende que lanzarse a vivir de la música es una locura, no es por nada, si no porque todo lo que quieras hacer en esta vida necesita una formación. No puedes dejar un Bachillerato y cantar por los bares. Me encantaría estudiar en la Loyola Comunicación más Creación y Producción Musical que es una carrera que ha salido nueva que me viene al dedillo.
El hecho de que el video se haya hecho viral, ¿te ha cambiado la vida? ¿Te reconocen por la calle?
Cambiarme la vida como tal no, porque sigo siendo el mismo. Tengo que reconocer que es algo que se ha hecho viral, sí. Es algo bonito. Sí, a veces me han parado, en la calle, incluso me han pedido una foto.
Desde que me hice la cuenta en Tiktok el número de reproducciones de los contenidos musicales que he ido subiendo se ha incrementado. Como la canción que hice en Navidad a los Reyes Magos o canciones que he versionado y que escuchan en México, República Dominicana, Argentina… y me escriben. Lo de este vídeo me ha sorprendido pero estoy encantado.
Juanlu de Castro insiste en que su perfil musical es «flamenquito».