Aprovechando que mañana Jueves Santo es el Día de la Eucaristía vamos a hablar de esto. Este año en la revista ‘Azahar’ ha aparecido erróneamente que las cofradías del Santísimo Sacramento y de la Divina Pastora de las Almas se unieron junto con la de las Ánimas Benditas en 1922, dato erróneo tomado del libro ‘Geografía, Arte e Historia de Dos Hermanas’ que lo puso así posiblemente por un fallo de impresión. El año de la unión de la de las Ánimas con la Sacramental lo desconocemos ahora mismo aunque sabemos más o menos cuando fue.
El que sí sabemos con toda certeza es el de la unión de ambas confraternidades con la de la Divina Pastora de las Almas, antigua corporación de entierros instituida como Rosario por Fray Luis de Oviedo en 1734 y creada ya como hermandad por Fray Isidoro de Sevilla, padre creador de tan celestial advocación, en 1743. En 1954 se vivía en el curato del sacerdote José Ruiz Mantero una época de revitalización de la vieja cofradía Sacramental, que tenía reglas de 1579 lo que la hacían una de las más antiguas de la Villa junto con las de Santa Ana y Vera-Cruz. En este orden se intentaba -tema del que ya hablaremos- estrenar un nuevo monumento para el Jueves Santo donde se cobijara la urna con Jesús Sacramentado.
El 4 de julio de 1954, en el número 145 de la hoja parroquial ‘El Sembrador’ anexa a la hoja parroquial diocesana se decía lo siguiente sobre la unión de las dos hermandades: “De la Pastora. En la misma reunión de la Sacramental se da cuenta de la organización en el seno de la misma hermandad de una sección de Señoras Protectoras de la Sacramental al amparo de la Divina Pastora. Han quedado nombradas camareras de honor las señoras Doña Araceli Gómez de León; Doña Matilde de la Cueva de Godoy; Doña Mª Josefa Gallas de Romero y Doña Mª Muñoz Carballido. Y desde ahora la Sacramental se refunde con la Antigua Hermandad de la Divina Pastora titulándose de aquí en adelante Hermandad Sacramental y de la Divina Pastora. Ostentarán su medalla de la Divina Pastora. Las señoras que quieran pertenecer pueden comunicárselo a algunas de las camareras de honor”.
Muchos puntos podíamos añadir a este pequeñísimo pero significativo texto. En primer lugar, las cuatro camareras eran mujeres de la buena burguesía de la villa. Una era Araceli Gómez Carballido casada con el importante almacenista de aceitunas Antonio León Cruz y ella misma perteneciente a la familia de ‘Los Laguneros’. La otra era la linajuda Matilde de la Cueva perteneciente a una rica familia de Castuera, emparentada por su marido, con el omnipotente ministro de Carlos IV y Mª Luisa de Borbón-Parma, Manuel Godoy y Álvarez de Farias. Los Cuevas que vivían en la calle Real Sevilla habían venido a Dos Hermanas tras los trágicos sucesos de 1936 en los cuales la familia había sido masacrada en Castuera. Eran, por otra parte, grandes terratenientes en la provincia de Sevilla como nos dicen las estadísticas de la época.
La tercera era Mª Josefa Gallas Novas, mujer del farmacéutico Luis Romero Encinas. Era natural de Pontevedra, camarera de la Patrona de esta ciudad la Divina Peregrina y tía del ministro del General Franco Pío Cabanillas Gallas.
La cuarta era la que fue camarera de Nuestra Señora de Valme Mª Muñoz Carballido, de la que ya hemos hablado en alguno de nuestros artículos, sobre todo por el papel tan destacado que desempeñó en la extensión del culto de Nuestra Protectora.
Cuando se revitaliza la vieja hermandad Sacramental a fines de los años 80 de manos de un grupo de nazarenos de diversas edades entre los que destaca el que fue su hermano mayor José López González ‘El Quito’ y numerosos jóvenes de nuestra Catequesis, era camarera Araceli Gómez Carballido. Lo recordamos perfectamente. En el año 1989 La Pastora volvió a salir a la calle acompañando al Santísimo en la procesión del Corpus Christi como lo hacía en tiempos pretéritos con San Fernando, la Virgen del Rosario u otra imagen que decidieran los nazarenos que llevaban los destinos de la Iglesia en esta época.
Ya sabemos que después de la Guerra Civil sólo salía San Fernando, La Pastora y el Santísimo como es conocido. La procesión tenía lugar por privilegio inmemorial el día del Apóstol Santiago, Patrón de España, y era previa a la de Santa Ana y San Joaquín del día 26. Por tanto, las fiestas patronales, constaban de dos procesiones aparte de los divertimentos civiles que eran muchos y variados.
Pero podemos decir algo más de la fusión de la Sacramental con la Divina Pastora fue impulsos del sacerdote Luis Peña Sánchez que había fallecido el 25 de junio de 1953 y que había deseado fervientemente la unión de ambas confraternidades. Formaban parte de la mesa de la Sacramental como hermano mayor su hermano Antonio Peña Sánchez, como secretario Alfredo Delgado De Cos y como mayordomo Aurelio Ángel Ferreras Alvarado. Debemos estos datos a Isabel Ferreras Salguero, hija del tercero de ellos, que recuerda perfectamente los intríngulis del asunto.
Así, de esta forma, se unieron dos viejas cofradías nazarenas aunque ya decimos que la Sacramental se encontraba ya fusionada con la de Las Ánimas Benditas cuyas reglas son dieciochescas, concretamente de 1750. Luego en tiempos ya modernos se recuperaron los títulos de la Divina Pastora y de las Ánimas Benditas por instigación del que escribe estas líneas que consideraba que la hermandad debía recuperar aparte de todos sus titulares el esplendor de antaño lo que en gran parte ha conseguido. También tenemos que decir que era hermano mayor antes de la revitalización y luego fue muchos años miembro de la junta de gobierno, Antonio León Gómez, hijo de los referidos Antonio León Cruz y Araceli Gómez Carballido.
Con esto, quedó consolidada la actual hermandad Sacramental, una de las más importantes en razón de su culto de toda la ciudad y, como Sacramental que es de la parroquia Mayor y más antigua de Santa Mª Magdalena, la que organiza la procesión del Corpus y debía también organizar lo que los castizos llamaban Su Majestad en público, es decir, la procesión de impedidos para llevar a Jesús Sacramentado a los enfermos de la feligresía, fiesta que recuperada durante el curato del sacerdote Lorenzo Nieto Frutos no ha recuperado el esplendor de antaño cuando salía por toda la vieja villa que formaba entonces una sola parroquia.
Esperemos que poco a poco la Pastora adquiera un mejor ajuar, ya muy bueno en cuanto a vestiduras y joyas pero infinitamente menor en cuanto a paso. Por su parte, hay que añadir que ahora sale en la procesión la Imagen montañesina del Niño Jesús de la parroquia de Santa Mª Magdalena que se venera en su prodigioso Sagrario. Es de esperar que en años próximos se saque la imagen de San Fernando, como era tradición en el viejo Corpus de la villa.
Y con estas palabras queremos acabar este recorrido por algunos aspectos históricos de la hermandad del Señor y de su fusión con la de la Virgen, siempre Divina Pastora de las Almas.