La masonería puede sonar a una película o una serie de ficción, una vuelta al pasado, pero que pertenece al presente. Hablar de masonería, logias, aprendices y venerables maestros suena, para los que desconocen la materia, a tiempos pasados. Pero no, la masonería está más vigente que nunca, con los mismos principios que antaño adaptados a las nuevos tiempos.
El nazareno Francisco Córdoba es Venerable Maestro Masón de la respetable logia Mediodía Nº 66, con sede en Sevilla capital. El próximo jueves día 30 a las 19.00 horas en el Centro Cultural La Almona se celebrará una jornada en la que se realizará un breve repaso por la historia de la masonería desde el gótico hasta la actualidad. Se hablará de por qué tiene vigencia y qué ofrece en el SXXI este método de pensamiento y diálogo. Se trata de una jornada abierta al público.
La masonería es una orden iniciática de perfeccionamiento personal cuyo objetivo es construir una sociedad mejor. No es una religión, ni una secta. “Queremos desmitificar la masonería”, explica Francisco Córdoba.
“Coge su modelo de antiguos gremios de la construcción, donde se realizaba la formación de los propios obreros”, indica el Venerable Maestro Masón. “Existe un manuscrito regio de 1300 en el que se recomienda que se introduzcan a los hijos del gremio de la construcción para su formación ética y técnica”.
“En 1717 se funda la Gran Logia Unida de Inglaterra que se dedica más al pensamiento filosófico y al desarrollo del pensamiento y la moral”, indica.
En España –según explica Francisco Córdoba- la primera Logia surge en 1728 a través de la Embajada de Inglaterra en Madrid. A partir de aquí se desarrolla la masonería en el país hasta 1936, año en el que se prohibe con la Dictadura y no se retoma hasta 1980.
“La idea de la masonería es que las personas, hombres y mujeres, somos piedras brutas que tenemos que pulirnos hasta llegar a ser una piedra que encaje con las demás que tenemos al lado, para construir una sociedad más justa, igualitaria y más libre. Tallamos nuestra moral con los principios de Igualdad, Libertad y Fraternidad, que son los principios comunes a toda la masonería del mundo”, explica.
En Dos Hermanas nunca ha habido establecida una logia aunque sí ha habido masones. En el periodo de la II República fueron masones los alcaldes del municipio Fernando Fournon Raya y Antonio Muñoz Benítez, según informa este nazareno.
Las personas interesadas en formar parte de una Logia solo tiene que solicitarlo. Se le realiza una serie de entrevistas, se vota entre todos los integrantes de la Logia su aceptación y posteriormente se realizar una ceremonia o ritual.
Existen dos tipos de obediencia en España: la Gran Logia de España de origen inglés y la Gran Logia Simbólica Española, una masonería más liberal. La diferencia fundamental entre una y otra es que la Gran Logia de España es teísta y exclusivamente masculina. La Gran Logia Simbólica Española puede ser mixta (la componen hombres y mujeres) y no es teísta. “Sí se cree en un principio regidor del universo”, indica.
Francisco Córdoba aclara que la masonería no tiene un líder, pero sí un trabajo de dirección. El Venerable Maestro es elegido por votación por un periodo de un año. Después cuenta con tres grados: aprendiz, compañero y maestro. Los masones se denominan hermanos entre sí.
“El trabajo del masón está fuera de la Logia, está en la sociedad”, dice.
“El símbolo es el suelo de damero –tabla de damas- blanco y negro que significa la búsqueda de la verdad cada uno en su línea, en su camino. No podemos decirle a un hermano por qué camino debe ir pero sí ayudarle a recorrer su camino”, especifica. “No sabemos cuál es la verdad, pero creemos que es una única verdad lo que varía es el camino hacia esa verdad final”, subraya.
Una característica común de todas las logias masonas es que una de sus funciones de la solidaridad. En cada reunión los hermanos aportan una cantidad económica que se dedica a obras de caridad, ONGs, o personas a título individual que lo necesitan.
