La Policía Nacional ha encontrado los restos del hombre que fue presuntamente asesinado por su sobrino en su propio domicilio situado en la calle Las Cabezas de San Juan 21, en la barriada El Amparo. Aunque en un principio se buscó los restos en contenedores y en el vertedero, el detenido ha declarado dónde había tirado las extremedidas que le faltaban al cadáver, en un intento por su parte de deshacerse del cuerpo. Al parecer los había llevado hasta un campo a las afueras de la ciudad.
La barriada del Amparo continúa conmocionada. Los vecinos no se explican como ha podido ocurrir semejante tragedia. El pasado lunes, la Policía acordonaba parte de la calle Las Cabezas de San Juan tras encontrar en su propio domicilio parte del cadáver de un hombre. D.D.R. de 54 años de edad. El sobrino del fallecido, de 38 años, fue detenido como presunto autor del homicidio y a estas horas continúa en dependencias policiales donde están instruyendo las diligencias y se le está tomando declaración antes de pasar a disposición judicial, algo que se prevé para mañana jueves por la mañana.
La Policía Nacional continúa su investigación para poder esclarecer los hechos, cómo sucedió todo y por qué. Se trabaja con la hipótesis de que una discusión pudo desencadenar los hechos. Los datos de la autopsia determinarán las causas y la hora de la muerte, ya que se cree que el crimen pudo cometerse sobre el viernes, día en que los vecinos vieron por última vez al fallecido. También parece confirmarse, que murió de un fuerte golpe en la cabeza. Fuentes de la investigación explicaron que parece que “la agresión se produjo con un objeto contundente, tras lo cual el sobrino cortó con un serrucho las piernas de su tío”.
La Policía llegó hasta la vivienda tras la denuncia de los amigos de la víctima a los que les extrañaba no verlo por el bar que normalmente frecuentaba así como la reacción de su sobrino al haberle preguntado por él.
El fallecido tenía dos hijos mayores y vivía solo en su piso, aunque desde hacía unos meses tenía alojado a su sobrino, que se había venido desde Cataluña por supuestos problemas familiares.
Este crimen se suma a la crónica negra de la localidad con dos hechos ocurridos en la céntrica calle San José. La Policía halló el pasado diciembre a un hombre encerrado en un palomar, desnudo, con un sucio colchón como cama, sin agua ni baño y sin techo. Fue recluido por sus dos hermanos, un varón de 76 años y una mujer de 61 que.
Dos años antes, en esa misma calle, L.M.B., de 34 años, acabó con la vida de sus padres y su hermana a puñaladas.