La Virgen de Valme salió, el pasado sábado, en procesión extraordinaria con motivo del 45 aniversario de su Coronación. La mayor parte del recorrido estuvo completamente engalanado para recibir a la Protectora de Dos Hermanas, que sale en el mes de junio, cada siete años – cuando cae en sábado el día 23, jornada en que se celebró la Coronación-.
La Virgen de Valme lucía el manto rojo, regalo de la Corporación Municipal, e inició su salida a las 21.00 horas. Desde mucho antes, cientos de nazarenos ya vivían y esperaban con júbilo este momento especial para la ciudad.
Cantos
La Virgen de Valme estuvo en todo momento arropada por sus fieles devotos; no hubo ni una parte del recorrido en el que hubiera “poca gente”, al revés, mucho público en las diferentes calles y plazas. En la calle “Real”, a los minutos de la salida, La esperaba el coro ‘Navidad nazarena’, que le cantó las sevillanas ‘Veintirés de junio’, compuestas por Pablo Oñós para esta ocasión. En la hermandad del Santo Entierro prepararon una alfombra de sal de colores y le recitaron. El paso por El Arenal fue significativo, lugar en el que se Coronó la Imagen, antes de entrar en la calle Alcoba donde, literalmente “no cabía un alfiler”. A las puertas de la hermandad del Rocío, una alfombra de sal de colores y los cantos del coro esperaban a la Virgen de Valme.
Exorno de calles
Los vecinos de la calle Aníbal González también se esmeraron en la preparación de sus balcones y, especialmente, la casa hermandad de Oración en el Huerto. Y seguidamente, carreteros y galeristas habían exornado con mucho gusto la “plazoleta”. Allí los cantos y los momentos emotivos se sucedieron; eran rezos nacidos del alma. La calle Botica no fue para menos ni tampoco Lope de Vega, lugar en el coro de Valme le dedicó una sevillanas y hubo una grandísima petalada – no fue la única en el recorrido-. La calle Melliza se vistió de gala y la hermandad de la Borriquita, aún más.
Hasta altas horas de la madrugada la Virgen de Valme permaneció en la calle. Las muestras de amor y cariño hacia la Protectora fueron más que evidentes y los símbolos de fervor y Fe, sobresalientes. El pueblo, una vez más, se echó a la calle por y para Valme. Y como dice la canción: “Valme es todo el año y todo el año es Valme”.