Las casetas de Valme y El Esparatrapo, premiadas en la Feria

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hermandad de Valme y El Esparatrapo

Las casetas de la hermandad de Valme, como pública y El Esparatrapo, como privada

Las casetas de la hermandad de Valme y El Esparatrapo han sido premiadas por su exorno en la Feria de Mayo.

La Concejalía de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento nazareno concede, cada año, premios a la decoración de las casetas de la Feria y en esta edición han recaído en las casetas de la hermandad de Valme y El Esparatrapo.

Además, de los premios para las casetas de la hermandad de Valme y El Esparatrapo, el jurado ha distinguido con menciones a la caseta de la hermandad del Rocío por su perseverancia; a la del Club Atletismo Orippo, por ser la más popular; a la de El Patio, por ser la más típica; a la de Salmedina por tener el mejor porche; a Los 22, por el mejor ambiente; y a Don Joselón, por su elegancia.

Premios a caballistas y enganches

Por otro lado, en lo que a premios de caballistas y enganches se refiere, el listado de galardones es el siguiente. Primer premio al mejor caballista infantil individual para Juan Gavira Vázquez, montando al caballo Mario; y segundo, para Nacho Escalera Daza, montando a Caramelo. En amazonas individual infantil, el primer premio fue para Manuela Jurado Suárez montando a Feria; y el segundo para Rocío Rodríguez Muñoz montando a Perdigón. En parejas infantiles, el premio fue para Manuel Cueto y María José Lizanco, montando a Wilson. El galardón para el mejor cochero infantil recayó en José Manuel Miranda Anaya, con coche jardinera y guarniciones a la inglesa.

En lo que a caballistas adultos se refiere, el premio individual fue para Jesús Naranjo Rodríguez, montando a Tisú; en amazonas individuales, María Chinchilla Álvarez, montando a Berendo; en parejas de caballistas fue para Daniel Jurado Salas y Sandra Ramírez Infantes, montando a Flamenca.

El premio para carruaje en la modalidad de troncos de mulos fue para Jesús Valle Sánchez, con un coche break. El de cuartas de mulos quedó desierto.

El de Limoneras fue a parar a Juan García Cebador, con coche faetón convertible y guarniciones a la inglesa; el de troncos de caballos, a Enrique Martín Díaz con un coche Landon y guarniciones a la inglesa; cuartas de caballos, a Rafael Avecilla García, con un coche sociable y guarniciones a la inglesa; medias potencias, quedó desierto.