«Las mujeres de la familia Medina» es obra de María Fornet
«Las mujeres de la familia Medina» es el título del libro que se presenta el viernes, 29 de noviembre, a las 18.30 horas, en el Centro Cultural La Almona.
«Las mujeres de la familia Medina» ha sido escrita por María Fornet, licenciada en Psicología por la Universidad de Sevilla, postgrado en Coaching psicológico y psicología narrativa en Londres y estudiante del Máster de Estudios de Género.
En «Las mujeres de la familia Medina», la autora rinde homenaje a Dos Hermanas y a las historias anónimas de tantas y tantas mujeres que, como ella misma, son y se sienten del pueblo.
María Fornet, que ya publicó «Feminismo terapéutico» en 2018, responde a nuestras preguntas.
¿Cómo surge la idea de escribir esta novela?
«Las mujeres de la familia Medina» nació de la necesidad de traer un poco de Dos Hermanas a Londres. La lluvia, los días grises, la lejanía de la familia y de las costumbres puso mi vida en perspectiva durante mis años en el exilio. Esta novela nunca habría existido de no haber sido por la distancia.
¿Cuál ha sido su inspiración?
Cuando era pequeña solía preguntar a mi padre cómo conoció a mi madre. Él me contaba, sin escatimar en detalles, cómo un día la vio pasar a bordo de un carruaje y de su mano cayó un pañuelo con una inicial bordada. Con los años, aquella historia evolucionó para ajustarse poco a poco a lo que mi capacidad imaginativa iba soportando. En mi familia nunca han faltado las historias y supongo que de ahí viene todo. Yo quería transmitir todo lo que sabía que había sido Dos Hermanas cuando mi madre fue más joven, quería rescatarlo para ella, para mi hijo y para todo el mundo, y me pareció que hablar de una finca de olivos, de las complejidades de las relaciones entre las mujeres fuertes de una familia, podría dar mucho juego.
Se habla últimamente mucho del coaching, ¿es una disciplina recomendada? ¿por qué?
Se habla mucho del coaching porque el mundo del desarrollo personal está lleno de intrusos. Yo me formé cómo Coaching Psychologist durante dos años a través de la British Psychological Society en Londres, después de haber estudiado una licenciatura en Psicología de cinco años. Escogí esta especialidad porque yo misma había visto cómo una buena dosis de estrategia y acción focalizada puede cambiar tu trayectoria vital 180 grados. Recomiendo el coaching, por supuesto, pero solo con profesionales que saben lo que hacen.
Es usted psicóloga, coach y escritora, ¿las tres facetas se aprecian en la novela? ¿cómo?
Mi especialidad exacta estriba en el uso del coaching desde la psicología de género. En ese sentido, supongo que la novela no es ajena a todas mis influencias y a mi experiencia como profesional en este campo.
«Las mujeres de la familia Medina» versa sobre cómo las vidas de las mujeres están llenas de decisiones complicadas por las expectativas que sobre ellas se imponen, sobre el peso del pasado en los lazos afectivos, sobre cómo los secretos de las familias pueden albergar heridas generacionales. Todo eso es parte de mi trabajo como psicóloga, y gracias a la psicología narrativa sé que la ficción es un arma poderosísima para dar cabida a sentimientos e historias que de otra manera serían difícilmente transmisibles.
¿Se definiría su publicación como una novela de género?
«Las mujeres de la familia Medina» es difícilmente encasillable en un solo género. Podríamos decir que tiene tintes de novela costumbrista, histórica, neo-ruralista y de saga familiar. Tiene influencias del realismo mágico más clásico y de la sabiduría más patrimonial de nuestra tierra.
La persona que la lea, ¿qué extraería de positivo?
«Las mujeres de la familia Medina» es una novela llena de luz. Es corta porque es intensa. Manuela Medina, la protagonista de la historia, vuelve a Dos Hermanas tras muchos años fuera porque su madre, Dolores, está a punto de morir. A pesar de contar un proceso de duelo, el centro de la novela es justo la vida. Los personajes además transcurren en un escenario emblemático para los nazarenos: Valme, su mejor amiga, tiene un puesto de especias en la plaza de abastos; Don Lorenzo dice la Misa en la parroquia de Santa María Magdalena cada domingo…
Lo positivo de la novela es que te recuerda lo que de verdad importa y te deja sensación de anclaje, de suelo seguro. Pase lo que pase en la vida, siempre hay refugio en ciertos recuerdos.