Lola Morillo Martín realiza un homenaje en su libro a su madre y a todas las mujeres del mundo rural que vivieron la República, la Guerra y la posguerra
Lola Morillo Martín es natural de Martín de la Jara aunque se vino a vivir a Dos Hermanas con unos seis años. “Me he criado en Dos Hermanas aunque nunca he perdido el vínculo con mi pueblo natal”, reconoce.
Estudió en el colegio Juan Ramón Jiménez y en el instituto Virgen de Valme.
Es Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Sevilla, carrera en la que se enamoró de la asignatura de Antropología Social y Cultural especialidad en la que se doctoró.
Lola Morillo Martín es miembro del grupo SEJ377: Cultura, Ecología y Desarrollo de Pequeños Territorios, adscrito al Plan Andaluz de Investigación. Accésit en la sección de Ciencias Sociales del Concurso anual de Monografías, Archivo Hispalense 2002 por la tesis doctoral ‘Salir a trabajar. Procesos migratorios y estrategias económicas de los grupos domésticos en la Sierra Sur de Sevilla’. Publicado por la Diputación de Sevilla. Los Corrales, El Saucejo, Villanueva de San Juan, Algámitas y Martín de la Jara son los municipios en los que investigó.
Declinó dar clases en la Universidad de Sevilla en pro del negocio familiar y de su propia familia. “Aposté por el bien común de la unidad familiar y no por el mío en exclusivo”, explica.
Es coautora del libro ‘Dejar las maletas. Emigración y desarrollo en la Sierra Sur de Sevilla (2001)’. Escritora de artículos científicos publicados por la Consejería de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y por la revista de Cultura, Sevilla, El Siglo que Viene. Conferenciante. Madre, esposa y vendedora en la joyería familiar situada en la Avenida de Los Pirralos ‘Joya Arte Martín’.
Está casada y tiene dos hijos: Manuel y Alba. Su gran afición es la lectura, andar y bañarse en el mar. Pertenece a la asociación Alnazar y devota de Valme, Cautivo y Esperanza de Dos Hermanas.
Ha escrito el libro ‘Ellas hablan’ que pretende ser un homenaje a su madre, Rosario, pero por extensión a todas las mujeres del mundo rural que le contaron, en primera persona, sus vivencias y compartieron con ella cómo era su día a día. Mujeres que vivieron la República, la guerra civil y la posguerra.
Lola Morillo Martín explica que retoma el mundo de la Antropología mezclada con la literatura a raíz de la enfermedad de su madre.
Lola Morillo Martín contesta a nuestras preguntas:
¿Cuándo comienza su afición por escribir?
Cuando estoy escribiendo mi tesis doctoral mi Director de Tesis me va dando las guías para escribir. Una tesis doctoral puede ser una cosa árida, muy académica. Sin embargo, me di cuenta, que podía hacerlo también de forma que la literatura llamara un poquito a la ventanita de lo académico y, de vez en cuando, sacar una sonrisa a la gente desde lo árido, de lo científico, en este caso, las Ciencias Sociales.
Cuando presenté la tesis los miembros del tribunal elogiaron, independientemente del contenido teórico práctico que era muy bueno, la forma de narrar y de llegar. Algo de lo que yo no era consciente.
Aunque había escrito muchas cosas: artículos en revistas científicas, conferencias, congresos… acercarme a la literatura es a raíz de querer rendir homenaje a una mujer excepcional, Rosario Martín, mi madre, por que quería indagar en su vida para explicar por qué ella fue lo que fue y de esa forma enlazarlo con una manera de escribir que llegara a casi todo el público. Para eso tenía que dejar atrás la escritura académica. Aunque hay algo, hay pinceladas.
Fue la primera vez que me acerqué a la Literatura para escribir, no para leer porque desde los 10 años leo, porque me encanta la lectura. Descubrí que solo te iban viniendo las palabras a lo que tú querías explicar, y te iban viniendo para decorarlas, y para hacerlas más bellas.
¿Es su primer libro?
Sí. Es mi primera novela.
¿Qué nos puede contar de la obra que presenta el viernes día 13 de diciembre en el CC La Almona?
Os puedo adelantar que ‘Ellas hablan’ nace con el firme propósito de rendir homenaje a mi madre. Lo que ocurre es que, según voy escribiendo, y no se si es por la deformidad de la profesión, la necesidad de tener que explicar el por qué y, como decía un paisano en mi pueblo, y el por no qué, cuando tenía que explicar su carácter, esa forma de encarar la vida, tenía que irme más atrás, al ayer… No se si yo las busqué a ellas o ellas me buscaron a mí. Tiré de una información muy valiosa que me ha sido muy útil y sobre la que tengo que volver, eran entrevistas que yo hacía a mujeres, cuando tenía 23 o 24 años, me metía en cualquiera de sus tertulias, ellas tenían 80 y 90 años, es decir, habían vivido República, Guerra, pos guerra… Yo ponía mi grabadora, ellas me hablaban de todo, menos de lo que yo quería que era inmigración. Bendigo ese momento. Se abrieron y me hablaron de los malos tratos, de los malos comportamientos, cuando se llevaban a la novia, que era una práctica que hacían tanto la gente pobre como la gente rica, de la Guerra Civil tanto de un bando como de otro… explicaciones, una charla entre ellas, historias que están transcritas en la novela tal y como ellas hablaban: “me se daleaban las piernas”, “el probe”, “anca”… Por que me gustaría que el lector escuchara esas voces.
Fíjate, mucho de lo que me contaron sobre la Guerra Civil se refleja en un libro que cayó en mis manos que se llamaba ‘Los campos de concentración de Franco’. Mucho de lo que habla el autor en su libro ya me lo contaban las mujeres en aquellos tiempos.
¿Realidad o ficción?
Realidad totalmente. Son historias contadas por las mismas protagonistas y en su propio lenguaje.
¿Nos puede hacer una sinopsis?
La historia se queda inconclusa. Al final el homenaje, aunque mi madre está entre ellas, el homenaje es a esas mujeres en general. Y con ello retomo un encargo que me hicieron ellas. Que todo lo que me estaban contando se diera a conocer, se diera a conocer sus vidas y sus luchas. Es una historia de reinas sin corona, de las mujeres del pueblo. Es un trabajo muy minucioso, de laboratorio social, estás en la calle, con la gente y en sus casas.
¿Qué temática se aborda?
Se aborda los malos tratos, la manipulación de los medios de información y su utilización como instrumento para adoctrinar a las mujeres, como pretendía el ideario del Régimen. Entre ello se aborda el engaño del programa de Elena Francis. Se aborda las desigualdades del trabajo de hombres y mujeres en el campo. Ellas también trabajaban, la mujer ha estado trabajando toda la vida, si no era en el campo, era en las casas, limpiando para el Señorito, haciendo la matanza… la mujer siempre ha estado trabajando.
Y había una gran desigualdad tanto de salario, a la mujer se le pagaba el mismo salario que a los niños, porque los niños también trabajaban, iban al colegio cuando podían no cuando querían. Además ellas realizaban uno de los trabajos más duros agacharse a la tierra para recoger las aceitunas del suelo para que no se quedara ninguna, al grito del capataz, “que no quede ni una atrás”. Después cuando volvían, ellos se lavaban y se iban al bar, y ellas seguían preparando la cena, la comida para el otro día…Y si eso no es trabajar, que venga Dios y lo vea.
¿Tiene alguna moraleja o aprendizaje?
Se termina el libro diciendo que quizás no existen las casualidades si no las causalidades. Mi madre que se cría en un entorno de comercio, de venta, en su propia tienda y después las mujeres que tenía alrededor, esas mujeres avellaneras, esas mujeres luchadoras, como eso la moldeó para ser lo que fue. Pero no se desarrolla todo aquí… habrá una segunda parte.
¿Es un homenaje a la mujer?
Sí, por supuesto, a la mujer en general y más a las mujeres rurales que fueron las olvidadas y fueron presentadas en la ciudad como catetas y paletas. Dándole la ciudad la espalda con la importancia que tiene lo rural y ellas.
Habla de pueblos como Martín de la Jara o Dos Hermanas, ¿tiene algo de biográfica?
De biográfica es todo. Yo soy parte narradora, parte implicada, por eso está escrita en primera y tercera persona. Yo también formo parte de esa historia. Combino la Antropología con la Literatura y aparecen muchos datos que son recogidos de mi trabajo de investigación.
¿Algún otro proyecto literario en mente?
La segunda parte de esta novela. Está en sus inicios, poco avanzada.
¿Qué significa para usted la Literatura?
Es el arte de amasar vocales y consonantes pare llegar a atraparte porque para mí ha sido muy importante que mujeres que no han leído nunca un libro, me han llamado emocionadas que están enganchadas, se sienten identificadas porque es parte de su vida. Para mí es muy importante. Igual que amigas mías, licenciadas, todo es importante. O mi hijo, que ha estudiado, pero no lee, y que me diga que es muy bonito. Eso es para mí lo importante. Y si además, cuando lees puedes aprender, una lectura que enganche, que entretenga pero que enriquezca. Objetivo conseguido.
Lola Morillo Martín presentará su novela el próximo viernes, día 13 de diciembre, a las 18.00 horas, en La Almona.