Dos Hermanas ha sido una de las ciudades elegidas para poner en marcha este proyecto piloto de cuidados intermedios para mayores de 50 años
Inclusión Social y Salud se alían para prevenir la dependencia con un proyecto piloto de cuidados intermedios.
La Consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles López, y la Consejera de Salud y Consumo, Catalina García, han presentado en la residencia de personas mayores de San Rafael el proyecto piloto de innovación en materia de servicios sociales dirigido a la atención residencial de personas mayores de 50 años con necesidades sociales y sanitarias simultáneas y potencialmente dependientes.
Se trata de un programa para cuidados intermedios que responde a la necesidad de aquella población con dificultades sociales y que precisa de atención sanitaria tras recibir el alta hospitalaria.
En el marco de la visita a la residencia San Rafael de la localidad nazarena, las consejeras han destacado la apuesta del Gobierno andaluz por prevenir las situaciones de dependencia ya que este servicio se ofrecerá a personas mayores de 50 años que presenten patologías potencialmente cronificables y requieran de un proceso de rehabilitación. En concreto, se centra en patologías de traumatología, las más frecuentes en ese segmento de edad.
Acompañadas por responsables del centro y de la entidad que lo gestiona, Fundación Cuidar y Curar, y por el Alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, López y García han recorrido las instalaciones y conocido de primera mano los recursos que pone a disposición este centro, que será uno de los que acojan este proyecto piloto en Andalucía.
Dentro de estos dispositivos, se atenderán casos que tengan un pronóstico de recuperación de la autonomía del paciente en un plazo determinado de tiempo como puede ser, por ejemplo, una rotura de cadera, en la que el paciente recibe el alta médica, pero tiene dificultades para continuar los cuidados sociales y rehabilitación en casa.
Loles López ha asegurado que la Junta ha puesto en marcha este proyecto con «el objetivo de prevenir la dependencia» y de «estar junto a las personas cuando lo necesitan».
«Es un proyecto piloto que supone 1,2 millones de euros, al que han concursado diez centros residenciales para 34 plazas, pero queremos llegar a las 60» y para ello «se volverá a sacar una segunda fase». «Veremos todo lo bueno que esta experiencia piloto nos da para poderla desarrollar y poner un recurso sociosanitario más a disposición de todas las personas que lo necesiten», ha agregado.
Según ha remarcado la consejera de Inclusión Social, este proyecto busca sentar las bases de la atención de esta tipología de plazas que, en el futuro, conformarán el recurso específico de centro de cuidados intermedios.
De cara a una atención integral, de calidad y centrada en la persona, se aboga por la coordinación de los sistemas social y sanitario para atender a las personas dependientes, o potencialmente dependientes, y con patologías cronificables.
La previsión es que más de 100 personas se beneficien de este nuevo recurso de cuidados cualificados de carácter temporal que supondrá 93 euros diarios por plaza y, cuyo coste, asume de manera íntegra la Junta de Andalucía. Este nuevo servicio arrancará a lo largo del mes de febrero.
Coordinación
Por su parte, la consejera de Salud y Consumo, Catalina García, ha subrayado la «idoneidad» de esta experiencia piloto y de la Estrategia Andaluza para la Coordinación Sociosanitaria, que «responde a una situación que requería de una solución efectiva». Así, ha incidido, en que el objetivo es doble: «cuidar mejor a las personas que requieren de una atención sociosanitaria, pero que no necesitan estar hospitalizados, y optimizar los recursos».
Así, García ha detallado que los beneficiarios de esta actuación simultánea y sinérgica de los servicios sanitarios y sociales, que buscan aumentar su autonomía, paliar sus limitaciones o sufrimientos y facilitar su reinserción social, serán personas que sin patología previa relevante sufren un proceso que, superada la fase aguda, y encontrándose en situación de alta hospitalaria, presenta pérdida de funcionalidad potencialmente reversible, o personas con dependencia funcional recuperable que, por cambios en su situación tras el alta hospitalaria, necesiten un entrenamiento específico para su recuperación, previo a la continuidad de cuidados en el domicilio, si bien, en este proyecto piloto «nos centraremos en personas que presenten patologías de naturaleza traumatológicas».
Junto a estos requisitos sanitarios, «debemos tener en cuenta también las necesidades sociales: que no tengan una persona cuidadora o que la intensidad y complejidad de los cuidados exceda la capacidad de la persona cuidadora o de su red social».
En estos casos, estas personas serán derivadas por las Unidades de Trabajo Social de los hospitales de referencia a centros residenciales en una unidad de cuidados intermedios, con el correspondiente informe de salud donde se recoja el nivel de autonomía de la persona y su pronóstico de recuperación, incluyendo un plazo previsible y en el que aparezca el tratamiento de rehabilitación prescrito, además del informe social donde se analice la situación sociofamiliar de la persona y el grado de apoyo con el que cuenta.
Por su lado, el Alcalde de Dos Hermanas, Francisco Rodríguez, ha mostrado su satisfacción por la elección de este centro de la localidad para la implantación de un dispositivo de este proyecto piloto sobre cuidados intermedios.
«Esta decisión supone un respaldo al trabajo realizado desde el Ayuntamiento en el ámbito de los servicios sociales comunitarios que nos coloca en una posición preferente a nivel andaluz. Seguiremos trabajando en colaboración con todas las administraciones públicas en beneficio de la ciudadanía nazarena aprovechando ésta y otras iniciativas que se ofrezcan», ha asegurado el primer edil.
Criterios médicos
Este nuevo servicio se pone en marcha a través de un pilotaje de este tipo de plazas residenciales mediante el aprovechamiento de la actual red de centros que conforman el sistema de atención a la dependencia en Andalucía, ya que tiene capacidad y dispersión geográfica suficiente. La persona ingresará en la unidad de cuidados intermedios tras el alta hospitalaria y ser derivada también por las unidades de trabajo social de los hospitales de referencia.
El criterio médico, en colaboración con los servicios sociales del hospital, es el que fijará si se deriva a una persona, de manera temporal, a un centro residencial para recibir la atención necesaria. En concreto, este servicio tendrá un periodo de estancia de dos meses, ampliable un mes más, previo informe médico.
Este plan se enmarca en el convenio suscrito con el entonces Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 para la ejecución de proyectos con cargo a los fondos europeos procedentes del Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia.
Fases del proceso
Todo el proceso se lleva a cabo por ambas consejerías en tres fases: la primera de inicio, que consiste en que el centro hospitalario valora la idoneidad de las personas para participar en este proyecto, tanto desde el punto de vista sanitario como social, incluyendo un informe sobre su nivel de autonomía, y su pronóstico de recuperación. En el caso de que el paciente acepte, desde la unidad de trabajo social del hospital se elevarán la propuesta a la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía (Assda).
La segunda fase se centra en la tramitación administrativa, en la que la Assda emitirá la correspondiente resolución de ingreso en el plazo máximo de 5 días hábiles y el hospital tramitará el alta y comunicará el traslado al centro residencial. Desde el hospital se comunicará a los servicios sociales comunitarios la asignación de esta plaza temporal.
La tercera y última se centra en la gestión del traslado e ingreso de cara a seguir con el tratamiento prescrito.