Macarena Romero Gómez indica que: «tenemos ganas de que los nazarenos vean nuestra propuesta de cofradía, simbiosis entre bandas y capataces»
Macarena Romero Gómez nació en Pamplona y se crió en la Sierra de Sevilla, en Castilblanco de los Arroyos.
En su adolescencia se vino a vivir a Dos Hermanas, el pueblo de su abuelo, concretamente, al barrio de La Lagunilla.
Completó estudios de Filología Hispánica en la Universidad de Sevilla y hasta ahora ha desempeñado su labor como docente entre Cádiz y Sevilla.
Macarena Romero Gómez es devota de Santa Ana, como lo fuera su abuela, y de San Benito, como buena castilblanqueña.
Comenzó en el mundo de las hermandades haciendo Estación de Penitencia con hábito de hebrea en su pueblo, como era tradición en la Hermandad de la Borriquita, igual que muchos niños. Actualmente, solo pertenece a la Hermandad de la Sagrada Cena.
Es socia fundadora de la ONG nazarena para la Esperanza junto a muchos hermanos de su Hermandad de la Cena.
Macarena Romero Gómez responde a nuestras preguntas:
¿Desde cuándo es Hermana Mayor y por qué decide presentarse?
Ocupo el cargo de Hermana Mayor desde 2018, momento en el que se dan en mi vida unas circunstancias personales idóneas para hacerme cargo de las responsabilidades que esto conlleva y en la hermandad se hace necesario un relevo generacional. Fue el momento idóneo para esta decisión.
¿Con qué equipo cuenta en su Junta de Gobierno?
Cuento con un equipo humano plural y heterogéneo, son dieciocho personas sobradamente preparadas para el cargo que ocupan. La Junta de Gobierno es una mezcla compensada entre jóvenes y mayores todos fundamentales para el trabajo que se pretende llevar a cabo.
¿Qué proyectos de futuro tiene la Corporación?
Ante todo siempre pensamos que lo primordial es reforzar, mejorar y afianzar los tres pilares que consideramos sustentan esta hermandad: la formación, la caridad y el culto.
Y a partir de ahí, el reto más importante que afrontamos es finalizar el Paso de Misterio. A pesar de todo lo que queda por terminar en nuestra corporación no debemos ser ambiciosos en este sentido.
¿Cómo se presenta la Semana Santa de 2022 tras dos años sin salir a la calle por la pandemia?
Nosotros que tampoco salimos en 2021 por el agua, recibimos esta Semana Santa con mucho entusiasmo. Ya que la Hermandad y, por ende, la cofradía crece muy lentamente, no ha dejado de hacerlo desde sus primeras elecciones, y poco a poco esto se va reflejando en la calle. Tenemos ganas de que los nazarenos vean nuestra propuesta de cofradía -simbiosis entre bandas y capataces-.
¿Se está notando un incremento de asistencia a los cultos?
Nosotros no hemos notado ese incremento. Sí, lo ha habido en los pocos cultos externos que la Hermandad ha celebrado: Rosario de la Aurora, viacrucis.
¿Cree que habrá más gente en la calle o que el miedo a las aglomeraciones hará que se queden en casa?
La gente saldrá a la calle, ya que prácticamente estamos haciendo vida normal, mientras tomemos todas las precauciones, considero que las hermandades tienen recorrido suficiente como para que todos encontremos un lugar para verlas sin necesidad de aglomeraciones.
¿Cómo han vivido la pandemia?
La Hermandad vivió la pandemia muy activamente, volcó todos sus esfuerzos en caridad. Desde el principio reaccionamos haciéndonos cargo de cáritas parroquial, los cultos se celebraron y se retransmitían por redes sociales, por nuestro canal de youtube se hacía un programa semanal en streaming, se mantenía contacto telefónico con todos los hermanos más mayores a través de una red de conversación telefónica que se organizó, etc. No hemos dejado algunas costumbres de la pandemia, como la formación por redes.
La pandemia ha traído situaciones malas, pero ha sido un tiempo en el que las hermandades han sido más hermandades que nunca…
Sin lugar a dudas, el tiempo de pandemia nos ha dado espacio para pensar, para meditar, para estar más con Dios y echar más de menos al prójimo.
Las Hermandades también están jugando un papel muy importante en la ayuda a Ucrania, ¿cómo se está haciendo desde su Corporación?
Nosotros trabajamos junto a la ONG nazarena para la Esperanza en la ayuda a Ucrania, a través de la ONG se están gestionando envíos de material y en ellos estamos participando.
¿Cómo vivirá esta Semana Santa?
Se plantea diferente, por todas las precauciones que hay que tomar, sosegada pero vivida desde la intensidad interior del encuentro con el Señor en su Pasión, muerte y resurrección. Pero, por otro lado, se hace necesaria vivirla en la calle, compartida, por ser la primera Semana Santa después de la pandemia.
¿Y la Estación de Penitencia de su Hermandad?
La viviré con entusiasmo, y sin olvidar la responsabilidad que conlleva, la disfrutaré junto a mis hermanos. Sin lugar a dudas, desde el convencimiento de que venía haciéndose muy necesario por nuestras raíces culturales dar testimonio público de fe.
¿Cuáles son las principales novedades y estrenos?
En el Paso de Misterio se estrena parihuela, los cuatro ángeles custodios que van en las capillas de las esquinas, obra de Antonio Luis Troya, con atributos de plata de ley hechos en el taller de Juan Lozano.
Las ropas de los apóstoles: Simón, Santiago el Mayor, Santiago el Menor y San Pedro.
En el Paso de Jesús Humillado la novedad es que las peticiones que los devotos han ido depositando durante la Cuaresma en una urna irán en el interior del monte. Especialmente, las mantillas que acompañan a esta imagen, rezarán por estas intenciones.
La Virgen estrenará toca de sobremanto que ha sido donada por unos hermanos.
¿Dónde recomienda disfrutar del paso de su Hermandad?
En La Hacendita, sin duda, a la salida o a la entrada.
¿Qué opina de la Semana Santa de Dos Hermanas?
Tenemos una Semana Santa de un gran valor artístico y devocional, que se va adaptando a los tiempos. Dos Hermanas es un pueblo cofrade pero exigente.
Macarena Romero Gómez espera vivir este Estación de Penitencia con entusiasmo pero sin olvidar la responsabilidad que conlleva.